El día de su toma de protesta, el 17 de marzo de 2015, Javier Duarte de Ochoa definió a Gómez Pelegrin como un hombre «honesto», «recto», con «experiencia en la materia» y que le daría los mejores resultados a Veracruz en el manejo de los dineros públicos. Ni si quiera pudo finalizar el sexenio, y se sumó a la lista en la que aparece con Tomás Ruiz, Salvador Manzur, Carlos Aguirre y Mauricio Audirac. Todos expulsados del Ejecutivo por escándalos de corrupción.
Antonio Gómez Pelegrín, penúltimo titular de Finanzas de Duarte, arrastra un presunto daño patrimonial por 4 mil 787 millones de pesos, aproximadamente. Además toleró las empresas fantasmas de Alberto Silva y Alfredo Ferrari; su nombre ya suena para ser de los próximos inquilinos en Pacho Viejo.
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Por Ignacio Carvajal
Veracruz/Ciudad de México, 2 de noviembre (Blog Expediente/SinEmbargo).- Durante el paso de Antonio Gómez Pelegrín por la Secretaría de Finanzas y Planeación de Veracruz, se desviaron 4 mil 787 millones 472 mil 821 pesos, de acuerdo con la revisión al Dictamen de la Cuenta Pública 2016.
Sus acciones afectaron la seguridad pública, el desarrollo social, el deporte, la lucha contra la delincuencia, la edificación de más infraestructura, el combate a la pobreza y el hambre, así como el crecimiento y la consolidación de los 212 municipios y los servicios públicos de más de 8 millones de veracruzanos.
La indolencia que demostró en los poco más de 600 días que permaneció al frente de Finanzas también hundió la capacidad crediticia de Veracruz, de la que aún no se repone pese a todas las acciones implementadas por la nueva administración.
Gómez Pelegrin arribó a la SEFIPLAN para sustituir a Mauricio Audirac Murillo, quien dejó el cargo en medio de una estela de escándalos de corrupción que hoy lo mantienen a la sombra en Pacho Viejo, convirtiéndose en el sexto titular de esa dependencia durante el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
Su salida se dio igual que la sus antecesores: señalado como responsable de la crisis económica, de no pagar a proveedores e incapaz de mejorar las finanzas.
Sin embargo, sólo hasta hoy, se puede conocer a detalle la función de Gómez Pelegrín en la SEFIPLAN, desactivar todas las defensas, aplastar los mecanismos de protección y todo candado para blindar las finanzas, a fin de demostrar que el resto de los colaboradores de Duarte de Ochoa hicieran lo que quisieran con el presupuesto.
El dictamen aprobado por la Cámara de Diputados expresa que el presunto daño patrimonial -luego de que se terminó la primer fase de solventación- alcanza los 12 mil 483 millones de pesos. Dentro de esa cantidad, «se encuentran observaciones consideradas imposibles de solventación por un importe mayor a los 5 mil 518 millones de pesos», dice el informe leído al pleno por el Presidente de la Comisión de Vigilancia, Juan Manuel Unanue.
En ese orden de ideas, lo observado a la SEFIPLAN, en corresponsabilidad con otros entes, representa el 86 por ciento de esa cantidad calificada como «imposibles de solventación».
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El día de su toma de protesta, el 17 de marzo de 2015, Javier Duarte de Ochoa definió a Gómez Pelegrin como un hombre «honesto», «recto», con «experiencia en la materia» y que le daría los mejores resultados a Veracruz en el manejo de los dineros públicos. Ni si quiera pudo finalizar el sexenio, y se sumó a la lista en la que aparece con Tomás Ruiz, Salvador Manzur, Carlos Aguirre y Mauricio Audirac. Todos expulsados del Ejecutivo por escándalos de corrupción.
BAJO SOSPECHA
Las observaciones del ORFIS que implican a Gómez Pelegrín en saqueo al estado son FP-014/2016/002 DAÑ, FP-014/2016/001 DAÑ, FP-014/2016/019 DAÑ, FP-014/2016/020 DAÑ, FP-014/2016/036 DAÑ, FP-014/2016/037 DAÑ y FP-014/2016/038 DAÑ.
En la observación FP-014/2016/019 DAÑ, por ejemplo, la Secretaría de Finanzas desapareció el dinero del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FISM), que eran para obra pública. Durante todo un año, por este funcionario, los ayuntamientos veracruzanos vivieron crisis y dejaron de hacer obra pública, despidieron personal y los servicios públicos entraron en franco deterioro.
En esa observación son 2 mil 257 millones 930 mil pesos que no se entregaron a los ayuntamientos, y que, se recuerda, generó la molestia de los alcaldes, quienes tomaron el palacio de gobierno por segunda vez en la historia.
En ese entonces, la crisis fue capoteada por el Gobernador sustituto, Flavino Ríos Alvarado, y el titular de la SEFIPLAN, y no resolvieron nada, a los alcaldes aún les deben buen número de recursos.
En la lista de Gómez Pelegrín se debe agregar lo relativo a la observación FP-014/2016/020 DAÑ, por el traspaso de cuentas de gobierno del estado a particulares, de 1 mil 249 millones 318 mil 200.87 pesos, de los cuales no hay evidencia de su buen uso o destino.
Se suman 1 mil 026 millones 863 mil 670 pesos por tres préstamos solicitados a la banca privada, los que literalmente apenas cayeron en cuentas de gobierno del estado, fueron sacados. Se solicitaron en el primer trimestre del 2016 para obra pública, pero el ORFIS expresa la inexistencia de las acciones de gobierno para justificarlos y «no presentaron la justificación, comprobación y documentación», ni «evidencia documental original que compruebe y justifique la aplicación de los ingresos».
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Uno es por 300 millones de pesos a Banorte, cuyo dinero fue solicitado y ejercido en enero, dice la observación FP-014/2016/036 DAÑ; el segundo por 774 millones de pesos, a Fintegra Financiamiento, bajado en de abril, señala la observación FP-014/2016/037 DAÑ; y el tercero por 352 millones de pesos, con Multiva, igual de enero, indica el pliego FP-014/2016/038.
Estos préstamos figuran en los registros de la deuda pública de Veracruz con la banca, la cual asciende a más de 45 mil millones de pesos, en su mayoría para obra pública, pese a que Javier Duarte de Ochoa llevó su gobierno entre colocación de primeras piedras de obras las cuales nunca eran inauguradas, pero sí se pagaban y cobraban.