La Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano acusa que tras el sismo del 19 de septiembre «no ha habido una acción por parte del Gobierno de la Ciudad de México para retirar los anuncios que están fuera del padrón y que representan un riesgo».
La información oficial señala que hay 1,273 anuncios espectaculares en azoteas en la capital, pero los datos de la organización apuntan que “existe una cifra igual o mayor de anuncios que están colocados en azoteas y no están contabilizados’’.
“[Las autoridades] están metidas hasta las orejas en la corrupción. Permiten que se coloquen anuncios en todos lados. No hay una revisión de los inmuebles, la verdad es que la autoridad deja mucho que desear y está poniendo en riesgo a habitantes de la Ciudad de México», plantea Jorge Carlos Negrete, líder de la agrupación que da seguimiento a este tipo de anuncios publicitarios.
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Ciudad de México, 31 de octubre (SinEmbargo).- El número 106 de Viaducto, en la colonia Piedad Narvarte, y el 2050 de Calzada de Tlalpan, en la Campestre Churubusco, ambas colonias de la Ciudad de México, compartían una característica antes de caer: sus estructuras cargaban anuncios espectaculares.
Ese modalidad de publicidad –que aún no ha sido responsabilizada por el desplome de las edificaciones– se encuentra regulada por la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal, sin embargo, navega entre la corrupción, de acuerdo con Jorge Carlos Negrete, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU).
La información oficial señala que hay mil 273 anuncios espectaculares en las azoteas de la capital del país, pero los datos de la organización que dirige el maestro Negrete, apuntan que “existe una cifra igual o mayor de anuncios que están colocados en azoteas y no están contabilizados’’.
“Tenemos información de que cayeron dos edificios que tenían edificios espectaculares: Viaducto-Torreón y el de Soriana (en Taxqueña). Hay otros cuatro con daños graves. Desgraciadamente no se han terminado de realizar los peritajes para determinar si los anuncios espectaculares hayan lastimado las estructuras», aclaró Negrete en entrevista con SinEmbargo.
Su Fundación no realiza peritajes (principalmente porque no tiene acceso a los inmuebles ni a las zonas de desastre), pero sí estudia y analiza los datos que proporciona el Gobierno de la capital.
La agrupación plantea que anualmente se caen 18 anuncios en promedio en la Ciudad de México por fenómenos meteorológicos, aunque los riesgos que implican los paneles en las azoteas no sólo son tiene que ver con su caída y peso, también «con el estrés (por la cantidad de información a la que está expuesta una persona)», y son distracciones para los conductores, “sobre todo las pantallas eléctricas».
VIADUCTO 106 Y CALZADA DE TLALPAN 2050
La esquina que comparten Viaducto y Torreón, en la delegación Benito Juárez, se cubrió de polvo a las 13:14 horas del martes 19 de septiembre. Un edificio en el lugar, el número 106, no resistió.
La estructura, de 5 pisos se derrumbó y el sonido aturdió a la gente de la zona. “Ahora sí estuvo cabrón’’, dijo un hombre. De fondo, una niña gritó: “¡Mamá, mamá!’’. Las escenas captadas desde la calle Alaska y hasta los restos de Torreón y Viaducto circularon en redes sociales, e ilustraron el horror.
Edificios bailando de izquierda a derecha, restos de ventanas y paredes en el camino, una estela de polvo, un taxi aplastado, y un espectacular doblado fueron las primeras postales de la devastación.
“Salimos a la calle, sobre Obrero Mundial, casi con Monterrey. Los carros empezaron a pararse. Mis compañeras lloraban. Todo olía a gas. Empezaron a llamar a los muchachos porque un edificio se había caído. Fuimos al lugar, era la estética (en Viaducto-Torreón), la gente lloraba, pero no podíamos mover mucho porque había un espectacular encima’’, contó la joven Estefania, testigo de los hechos.
Ahí murieron cuatro personas.
A 9.8 kilómetros de distancia, el 2050 de Tlalpan, en la Delegación Coyoacán, se resquebrajó desde una de las entradas, justo donde el OOH (publicidad exterior) lucía.
De acuerdo a información de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CdMx), en el lugar, conocido como “el Soriana de Taxqueña», no hubo víctimas mortales ni lesionados.
¿QUIÉN ESTÁ A CARGO?
De acuerdo al capítulo segundo de la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) tiene “la facultad de expedir los acuerdos que determinen la distribución de espacios para anuncios tanto en nodos como en corredores publicitarios».
Además, “puede otorgar, y en su caso, revocar, los Permisos Administrativos Temporales Revocables, las licencias y las autorizaciones temporales, y exhortar al retiro de los anuncios instalados en contravención a la ley y al reglamento».
Por su parte, la Autoridad del Espacio Público debe evaluar y otorgar el visto bueno a las características técnicas de proyectos de anuncios que busquen permisos, licencias y autorizaciones temporales, y coordinar la instalación de los mismos.
Las competencias se terminan de distribuir entre el titular de la Dirección General de Asuntos Jurídicos adscrita a la Secretaría, a los jefes delegacionales, el titular de la Dirección General de Obras y Desarrollo Urbano, y el titular de la Dirección General Jurídica y de Gobierno (o unidad equivalente en cada delegación) .
Jorge Carlos Negrete aseguró que las autoridades “están metidas hasta las orejas en la corrupción. Permiten que se coloquen anuncios en todos lados. No hay una revisión de los inmuebles, la verdad es que la autoridad deja mucho que desear y está poniendo en riesgo a habitantes de la Ciudad de México».
“Después del 19 de septiembre no ha habido una acción por parte de las autoridades de la Ciudad de México para retirar los anuncios que están fuera del padrón y que representan un riesgo.
“Esperamos que eso cambie, y se retiren los espectaculares, y que se haga antes de que el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se vaya», dijo.
La FRRPU retoma quejas de ciudadanos sobre publicidad que viola las reglas en la capital, les da seguimiento y asesoría sobre qué pueden pedir y exigir.
“Representan un problema de protección civil, ya lo vimos con el sismo y con tormentas eléctricas. Los que sean un riesgo se retirarán definitivamente, los que se puedan reubicar, así lo harán. (Sin embargo) las dimensiones de las vías primarias de la capital no permiten que sean reubicados muchos de los anuncios», destacó.
–¿Cuánto pagan los anunciantes?
–Las ganancias tienen que ver con la zona y en qué tipo de estructura se colocarán los anuncios. Puede costar entre 100 y 150 mil pesos. Se tienen que pagar derechos por el uso del espacio público. Pero no se hace de la forma en que se deberían hacer».