El Canal 11, en conjunto con Conacyt, desarrollaron la serie documental «Islas de México» que consiste en seis episodios en los que se muestra la flora y fauna mexicana, así como el trabajo que biólogos, buzos, periodistas y fotógrafos han hecho para la conservación de las especies.
Por Génesis Gatica Porcayo, AgenciaInformativa Conacyt
Ciudad de México, 20 de octubre (AgenciaConacyt).– La serie documental «Islas de México» es una producción original de Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El proyecto se realizó bajo la convocatoria de Conacyt sobre Proyectos, Comunicación e Información Estratégica de 2016 que permitió la realización de seis episodios de media hora.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la productora ejecutiva de la serie, Daniela Paasch, y el director de Estrategia y Desarrollo de Canal Once, Mayolo Reyes Ballesteros, explicaron la importancia de esta serie para la promoción de conservación de la flora y la fauna de México.
EL COMIENZO
La idea de hacer la serie documental surgió durante la producción de Hospital Veterinario, que transmite el mismo canal, “en este programa tenemos un pequeño segmento que muestra las reservas naturales mexicanas. Tuvimos la oportunidad de conocer algunas islas, grabamos en Isla Guadalupe y quedamos sorprendidos de lo que encontramos y de las historias que nos contaban”, comentó Daniela Paasch.
Eso marcó el inicio del desarrollo de la serie. Fue así que Canal Once decidió participar en la «Convocatoria de Proyectos, Comunicación e Información Estratégica» que en 2016 dio luz verde a la realización del proyecto.
CONSERVACIÓN DE LA RIQUEZA NATURAL
Esta producción original tiene como objetivo dar a conocer la riqueza y biodiversidad que tiene el país, así como enseñar el trabajo que diferentes especialistas como biólogos, buzos, periodistas y fotógrafos han hecho para la conservación de las especies vegetales y animales.
La Isla Guadalupe y las islas que forman el archipiélago de Revillagigedo (Socorro, San Benedicto, Roca Partida, Clarión) fueron las elegidas para formar parte de la primera temporada.
“Este tipo de proyectos tiene una complejidad muy grande para su realización, pero logramos el objetivo”, comentó Mayolo Reyes.
Además, consideraron que Islas de México es un claro ejemplo de la generación de contenidos para televisión con gran calidad para la audiencia, pues no solo se pueden ver los avances científicos y tecnológicos, también crea conciencia en torno al cuidado de nuestros recursos naturales, de la cual depende la sobrevivencia de los humanos.
EXPERIENCIA Y APRENDIZAJE PERPETUO
La serie tuvo su estreno oficial en junio. Sin embargo, a partir del 18 de diciembre del presente año tendrá una retransmisión semanal a las 20:00 horas.
Hubo mucha gente involucrada en la materialización de este proyecto, tanto de personal técnico como de instituciones que respaldaron el trabajo además de Conacyt, como el Instituto de Ecología (Inecol), la Secretaría de Marina (Semar), entre otros.
El equipo de grabación varió de entre cinco y seis personas y ya se prepara una segunda temporada en la que se planea incluir el lado social de estos esfuerzos a través de pláticas con habitantes de la región.
“Este componente social que se prepara para una segunda temporada es muy interesante porque tienes una perspectiva diferente del tema”, comentó Daniela Paasch.
Después de la primera temporada han visto lo que funciona mejor y, nuevamente de la mano de los investigadores, evaluarán el contenido para dar continuidad al proyecto. El recibimiento de la audiencia ha sido positivo por la calidad de sus imágenes, la importancia de la información y las historias que fueron incluidas.
“Pertenecer a este proyecto es una experiencia que, sin duda, nos ha cambiado porque te das cuenta de la dura realidad que enfrenta nuestro planeta, y como medio de comunicación tienes la obligación de mostrar estas pequeñas historias de supervivencia que permitan al televidente comprender este mensaje de inspiración”.
El equipo extendió su agradecimiento a las instituciones por el apoyo que se les proporcionó, en particular al Conacyt, “porque sin este tipo de convocatorias no lo hubiésemos podido lograr”.