Las autoridades han pedido a los ciudadanos que se encuentran cercanos a los incendios que abandonen sus casas y buscar un lugar seguro.
Coruña, 15 de octubre (EFE).- Galicia, región del noroeste de España, mantiene su lucha incansable contra el fuego propagado en 146 incendios desde el viernes, con unas 5 mil personas que trabajan contra el avance de las llamas, que ya han causado dos muertos.
Vecinos, equipos municipales, brigadas de la Xunta (Gobierno regional), integrantes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) están desplegados por toda la geografía gallega para combatir una actividad incendiaria homicida sin duda intencionada, según el Presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
En total eran 14 los incendios forestales que tenían decretada la situación dos, de riesgo real para la población, pasada la medianoche del domingo al lunes.
La comunidad autónoma gallega, dividida en cuatro provincias, acumula 31 incendios forestales con superficies afectadas superiores a las veinte hectáreas, además de múltiples focos más pequeños en infinidad de municipios, que hacen llegar cenizas incluso a las viviendas.
Todo esto sucede mientras Portugal, el país vecino, está desbordado tras batir su récord de incendios, con más de trescientos, y las llamas saltan el fronterizo río Miño para prender los montes gallegos, donde han ardido más de 4 mil hectáreas desde el jueves.
Los puntos más peligrosos son los que tienen activada la alerta de riesgo para la población, entre la que ya ha habido dos víctimas mortales en Nigrán (Pontevedra) cuando viajaban en una furgoneta que fue pasto de las llamas.
¿Efectivos en Galicia? Non, son veciños! ¡Non hai axuda que chegue! @_anapastor_ #objetivoincendiosgalicia #ArdeGalicia pic.twitter.com/BVrk0k9Hur
— Marta (@mvamelie) 15 de octubre de 2017
La provincia de Lugo tiene en alerta de ese tipo los fuegos de Noceda y Donís, en Cervantes, en plena reserva de la biosfera de Os Ancares, donde los vecinos temen perder sus viviendas y dicen estar rodeados por las llamas mientras denuncian falta de medios para sofocarlas.
Los habitantes de la provincia de Ourense viven la situación dos por cinco incendios, en San Cristovo de Cea, Baños de Molgas, Chandrexa de Queixa, Paderne de Allariz y Lobios.
En la provincia de Pontevedra hay otros cinco incendios en situación dos, con el de Ponteareas, que empezó en Padróns, como más importante tras extenderse a los municipios de Redondela, Soutomaior y Pazos de Borbén, con mil 500 hectáreas de superficie afectada.
Los fuegos de Salvaterra de Miño, Morgadáns, As Neves y Baiona también suponen riesgo real para la población pontevedresa.
Al margen de estos incendios, los equipos de extinción trabajan para acabar con las llamas en otros muchos lugares de Galicia, después de haber conseguido estabilizar o controlar algunos.
Núñez Feijóo explicó que la comunidad autónoma gallega que preside se encuentra en una «situación compleja» porque coincide una «actividad incendiaria homicida», una «sequía persistente» y un descontrol por incendios en el norte de Portugal que, por primera vez, «saltan el Miño».
Todos con Galicia pic.twitter.com/swGMoHAbTO
— Joan M. Pose (@jmpdpg) 15 de octubre de 2017
El Presidente gallego tildó hoy de «crítica» la situación que vive Galicia por los numerosos incendios forestales y sostuvo que las vidas importan más que los bienes materiales.
La conselleira del Medio Rural de la Xunta, Ángeles Vázquez, reconoció que «las circunstancias llega un momento que sobrepasan» a los medios de extinción; el Vicepresidente regional, Alfonso Rueda, afirmó que «nadie va a quedar impune» tras la investigación y el titular gallego de Sanidad, Jesús Vázquez Almuíña, llamó a abandonar domicilios en caso de duda y buscar un lugar seguro.
Por su parte, el delegado del Gobierno de España en Galicia, Santiago Villanueva, instó a la población a que «haga caso a cualquier indicación» que den los servicios de emergencias, las fuerzas policiales y los militares de la UME, y a que «nadie actúe por su cuenta».
El Rey Felipe VI expresó su preocupación y solidaridad por la situación, el Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, mostró su pésame por las muertes y los grupos de la oposición política acusan a la Xunta de falta de prevención.