Durante las labores de rescate en el edificio en la Ciudad de México, familiares de las víctimas se aglomeraron ahí desde que ocurrió el temblor hace dos semanas. Era el último lugar donde quedaban víctimas por recuperar.
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Por Christopher Sherman
Ciudad de México, 4 de octubre (AP).- Los socorristas recuperaron el último cadáver que se sabe seguía bajo las ruinas de un edificio derrumbado por el terremoto de magnitud 7.1 ocurrido hace dos semanas y que causó al menos 369 muertos, informaron el miércoles las autoridades en México.
El cuerpo fue sacado de un edificio de oficinas colapsado en el centro de la Ciudad de México, donde un número cada vez menor de familias se mantiene en vigilia en los alrededores mientras centenares de rescatistas, algunos de otros países, siguen retirando escombros.
El miércoles, los socorristas todavía trabajaban sobre lo que quedó del edificio de siete pisos ubicado en la avenida Álvaro Obregón y que contaba entre sus inquilinos con una agencia de empleo y una empresa de contabilidad.
Álvaro Obergón 286: Cerca de las 11 am se recuperó otro cuerpo, al parecer el último. Se prevé que la confirmación sea dentro de dos horas. pic.twitter.com/Um3FpIEQtr
— Sergio Rincón (@SerchRincon) 3 de octubre de 2017
Una grúa enorme permanecía ociosa bajo el cielo gris y en medio de una llovizna, mientras los trabajadores comenzaban a retirar algunas de las grandes tiendas de campaña que albergaron a los parientes de los atrapados. Junto a ellos seguía una tienda de campaña establecida por las autoridades para tomar muestras de ADN de los familiares.
“La verdad es triste para las familias, para toda la gente”, dijo Yosh Corte, un voluntario de la ciudad mexicana de León. Él perdió amigos en el terremoto de México en 1985, ocurrido también un 19 de septiembre, que mató a miles de personas. «Es difícil para todos», agregó.
Corte era uno de los pocos voluntarios que quedaron en un sitio donde en cierto momento pululaban cientos de personas. El miércoles, la mayoría de los que quedaban eran militares, policías o trabajadores de la ciudad. Una señal de tránsito sobre la cabeza de Corte todavía sostenía un cartel blanco y negro, empapado por la lluvia, solicitando información sobre Michelle Fernanda Castillo Rayón, una joven de 23 años que trabajaba en el cuarto piso del edificio.
El cuerpo de Castillo Rayón fue uno de los 49 que se encontraron en el edificio derrumbado.
Roberto Campa, subsecretario de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación (Interior), tuiteó el miércoles que de esas ruinas se sacaron 49 cadáveres: 19 mujeres y 30 hombres.
Trinidad Gutiérrez trabajaba a unos 50 metros de distancia en una sala de exhibición de pianos cuando ocurrió el terremoto. La fuerte sacudida del temblor hizo que él y otras personas cruzaran la calle hasta una fuente con una estatua de Baco, justo a tiempo para ver cómo el edificio de oficinas se derrumbaba.
«El polvo llegó a todo esto», dijo haciendo un ademán con la mano. «Se nubló completamente de polvo».
Las lonas cubrían todavía la acera a su lado, donde muchos trabajadores durmieron sobre tapetes delgados. Cerca de allí, un hombre descansaba en una de varias literas improvisadas mientras otras lonas cubrían agua almacenada y cubos de 19 litros (5 galones).
El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dijo en conferencia de prensa que el edificio de oficinas era el último lugar de la ciudad donde se estaban recuperando cadáveres.
«No tenemos ningún reporte de personas desaparecidas», afirmó. Mancera añadió que todos los cuerpos han sido identificados.
El jefe de Protección Civil, Luis Felipe Puente, informó por Twitter que el saldo oficial de muertos subió a 369. Del total, 228 fallecieron en la Ciudad de México y 45 en el estado de Puebla, donde fue el epicentro del sismo. Además, 75 murieron en Morelos, 15 en el Estado de México, seis en Guerrero y uno en Oaxaca.
Por esa razón, Mancera informó que las labores de limpieza en el sitio procederían con cautela y que los investigadores forenses de la Procuraduría General permanecerían en el lugar.
El jefe de gobierno agregó que “todos estamos pasado por un momento de descontento de lo que sucedió en la Ciudad de México, parece que nadie puede estar en este momento tranquilo o con una vida normal. Esto obviamente ha venido a alterar la vida de la cuidad y obviamente lo que estamos buscando es regresar a la normalidad”.
Mancera informó, además, que ya no hay desaparecidos por el sismo y que no quedan cuerpos por reconocer.