El roquero estadounidense Tom Petty falleció a los 66 años después de sufrir un ataque cardíaco en la noche del domingo, informó el portavoz familiar y mánager del artista, Tony Dimitriades. El representante del célebre músico confirmó que Petty murió rodeado de amigos, familiares y compañeros de su famosa banda The Heartbreakers.
Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- Tom Petty entra en ese espectro de creadores que sientes como si fuera un familiar. De alguna forma, siempre te ha acompañado. Y reconozco que mi vida está llena de tramos con su música, que en mí adquirieron sentido más allá de sus letras. Desde que me topé a fines de los 80 con uno de sus discos, decidí hacerlo mi compañero de viaje por todos los años por venir.
Era muy tonto todo el asunto. Sentía que tenía una barajita rara, porque nadie en mi país lo conocía. No era Bruce Springsteen ni Dylan. Tampoco otro artista del género heartland y/o americana. Pero tenía las influencias de todos para hacer algo que nada más le pertenecía a él. Eso lo hacía un tanto exclusivo. La propia manera cómo llevó su carrera ha sido objeto de estudios: impuso sus reglas, escribió lo que quiso y tocó dónde le dio la gana. La verdad, le daba igual no ser conocido en todos los continentes con tal lo dejaran hacer lo que quería.
Viví en Venezuela y luego en España pensando cuándo tendría ocasión de verlo (y rajarme la garganta con cada canción). La tuve en el Madison Square Garden en 2010, en un toque memorable con Buddy Guy. Luego repetí en Albuquerque en la misma gira (Regina Spektor fungió de telonera).
Le auguré una vida larga como la de Jagger.
No pudo ser.
No queda otra que levantar una copa de trago bien amargo por ese tipo de gente que nos comprendió y nos enseñó que, cuando el mundo está en cataclismos, no hay nada mejor que refugiarte en tu cuarto a escuchar música como un ritual de respeto y conocimiento.
Ningún mundo puede ser igual sin él.
p.d. aunque solía poner sus canciones para subir mi ánimo, ahora colocaré uno de los temas más perfectos de Echo, ese disco que le dejó una intolerable resaca post ruptura.
Daniel Centeno. Es maestro y doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Fue director editorial del sello Alfaguara en Venezuela. Ha publicado los libros de ensayos Postmodernidad en el cine (Premio Carlos Eduardo Frías-1999) y Periodismo a ras del boom. También es autor del volumen de entrevistas, crónicas y perfiles a escritores, músicos y cineastas internacionales, Retratos hablados (Debate-2010) y Ogros ejemplares (de próxima aparición). Su trabajo periodístico, crítico y de creación literaria se puede leer en publicaciones como ABC, El Universal, Feriado, Letra Internacional, Armas y Letras, FronteraD, La Palabra y el Hombre, Arcadia, SinEmbargo.mx y Rolling Stone Latinoamérica. Fue finalista del XV Premio Internacional de Relato Breve Julio Cortázar y de la XXX edición del Premio Internacional de Cuentos Juan Rulfo. Tiene un MFA de la Universidad de Texas en El Paso, donde fue editor en jefe de la revista literaria Río Grande Review. Es director y fundador de la revista literaria Coroto.