Pekín, 12 ago (EFE).- China, país que lideró el medallero de Pekín 2008, no pudo repetir ese éxito en Londres y fue claramente superada por EEUU en oros y preseas, lo que no empaña unos JJOO brillantes para los asiáticos en los que mostraron gran progresión en natación y mantuvieron su dominio en gimnasia, saltos, bádminton y tenis de mesa.
Todo país mejora sus resultados habituales si acoge unos Juegos, por lo que la meta en Londres no era igualar las imponentes cifras de Pekín (100 medallas y 51 oros) sino mejorar las de los de Atenas 2004, lo que sí se ha conseguido.
En Londres 2012, el país asiático volvió al segundo puesto en el medallero que tuvo en los Juegos atenienses, aunque consiguió 24 podios más (87 frente a 63) y mejoró en seis oros (38 en esta edición, frente a los 32 de 2004).
Aunque China ha terminado segunda -lejos ha quedado la tradicional rival Rusia, con cierta «sequía» de oros- el país asiático soñó con repetir su victoria en el medallero durante la primera mitad de Londres 2012, ya que la lluvia de oros de la semana en gimnasia, halterofilia o tiro le puso por delante de EEUU hasta el ecuador de los Juegos.
La primera medalla de Londres 2012, de hecho, se la llevó una china, Yi Siling, en tiro, lo que auguraba unos Juegos cuajados de éxitos.
Sin embargo, China tuvo una segunda semana de competición más discreta, ya que los deportes que más medallas reparten en ella son su talón de Aquiles (atletismo y disciplinas de equipo), por lo que poco a poco fue cediendo terreno a EEUU.
Si en Pekín 2008 su mayor cosecha de oros fue en gimnasia, en esta ocasión fueron los saltos los que más alegrías dieron (seis oros de ocho posibles), aunque otra vez el país se quedó sin su sueño de ganar todas las modalidades.
Rusos y estadounidenses, en los dos individuales masculinos, quebraron los planes de la potencia asiática.
Ello no impidió que Wu Minxia, en el trampolín de 3 metros individual y sincronizado, consiguiera dos oros que, sumados a otros tantos logrados en 2004 y 2008 la sitúan como una de las leyendas del deporte nacional, comparable ya a su ex colega Guo Jingjing.
En gimnasia, China daba por imposible repetir los 11 oros de Pekín, aunque también tuvo una gran actuación en Londres, siendo el país con más preseas doradas (cinco) y revalidando el triunfo en la competición masculina por equipos.
Los dos oros de Zou Kai (el de equipos más el de suelo) y su bronce en barra convirtieron al gimnasta en el mejor olímpico chino de la historia, pues sumados a los tres oros de Pekín superan incluso al legendario Li Ning.
Pero la gimnasia dio varios varapalos a China en Londres, como la plata de Chen Yibing en anillas, que se retira tras haber dominado sin rivales ese aparato durante un lustro, o el amargo cuarto puesto del equipo femenino, que defendía el título pequinés.
Uno de los pocos deportes donde China mejoró respecto a Pekín fue la natación, donde estrellas en plenitud de forma como Sun Yang o Ye Shiwen llevaron al país a cosechar cinco oros en las piscinas, siendo el segundo mejor país en el deporte, tras EEUU.
Con dos oros y un récord mundial cada uno, Sun y Ye fueron los grandes héroes de China en Londres, y las acusaciones de dopaje que soportó la nadadora de 16 años no hicieron sino aumentar su fama en su país, que recoge los frutos de haber acogido los Mundiales de Natación de Shanghái 2011.
También el bádminton chino mejoró los resultados de Pekín, pues sus raquetas se llevaron -por primera vez- los cinco oros en juego (faltaron dos en 2008) y también haciendo frente a la adversidad, ya que una de las parejas del doble femenino fue expulsada por dejarse ganar en la gran «purga» que hubo en esa modalidad.
El otro deporte donde China copó todos los oros fue el tenis de mesa, algo que ya había logrado en Pekín, sin apenas contestación en una disciplina donde hasta los equipos de otros países tienen un gran número de jugadores de origen chino.
En el lado negativo para China, como otras veces, destaca su pobre resultado en atletismo, donde Asia sigue sin encontrar sitio en una velocidad dominada por americanos, un fondo que es coto de los africanos, o lanzamientos y saltos en los que Europa domina.
El inesperado oro de Chen Ding en 20 kilómetros marcha, en las primeras jornadas atléticas, hizo pensar que China cambiaría su suerte, pero no llegó ninguno más, y el fiasco -otra vez- de Liu Xiang en los 110 vallas simbolizó como nadie que el país tropieza en el tartán.
También en los deportes de equipo China mostró mediocridad: en hombres sólo compitió en baloncesto, donde perdió todos los partidos e hizo patente que el equipo sólo es Yi Jianlian y cuatro más (como antes le pasaba a Yao Ming).
En los equipos femeninos, donde China hizo podio en otras ocasiones, la gran perdedora fue la selección de voleibol, que tras el oro de Atenas y el bronce de Pekín se quedó en los cuartos ante el país menos apreciado por los chinos, Japón. EFE