Cecil Duarte de Ochoa, hermano del ex Gobernador de Veracruz y representante de la empresa Luminarias de Veracruz (Lumiver), hasta ahora no es mencionado por el Gobernador Miguel Ángel Yunes dentro del entramado de empresas fantasmas que operaban en la administración duartista.
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Por Ignacio Carvajal
Veracruz/Ciudad de México, 5 de septiembre (BlogExpediente/SinEmbargo).- Los alcaldes de San Andrés Tuxtla y el de Acayucan hipotecaron sus administraciones para quedar bien con el hermano del ex Gobernador, Cecil Duarte de Ochoa, quien se ostentaba como promotor y representante de la empresa Luminarias de Veracruz (Lumiver), que a últimas fechas ha sido señalada como empresa fantasma.
El Alcalde electo de San Andrés Tuxtla, para el periodo 2018-2021, Gustavo Pérez Garay, cuestionó públicamente al actual edil del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manuel Rosendo Pelayo, por haber suscrito un contrato con la empresa Lumiver por 36 millones 900 mil pesos, sin haber llamado a licitación nacional.
En rueda de prensa en Boca del Río, a las afueras de las supuestas oficinas de Lumiver, en Zamora 422, dijo que pese al monto, el Alcalde actual «no hizo licitación directa, y yo quiero saber por qué, o a quién intentó beneficiar».
Pérez Garay denunció que estando en el Congreso Local, en la pasada legislatura, se enteró del préstamo que pensaba sacar el actual edil para modernizar luminarias de la ciudad, que primariamente estaba proyectado por 300 millones de pesos, y pudo intervenir.
«CHENDO» ENDEUDÓ
El Alcalde Manuel Rosendo Pelayo finalmente compró la deuda por 78 millones 368 mil pesos en un crédito simple con la firma Financiera Local, mismo que se signó el 25 de noviembre de 2016.
De ese recurso, acusó el edil electo, se emplearon 36 millones 900 mil pesos para pagar el contrato con Lumiver para la entrega y mantenimiento -por 15 años- de 5 mil 400 luminarias.
«Aunque sé que sólo se entregaron 3 mil 300, y muchas no sirve, ni se han reparado, porque la empresa no existe. Es una empresa fantasma, ya subimos al edificio a constatar, y no hay nada, ni la conocen.
«Me vine acercar acá para ver de qué se trataba esta empresa y acá me dicen que no existe» dijo.
En el Congreso local, diputados que pidieron no mencionar su nombre, indicaron que el nombre de la empresa Lumiver ha estado ligada siempre a Cecil Duarte de Ochoa, el hermano incómodo de Javier Duarte de Ochoa, preso por el saqueo a los recursos públicos, que ya es mencionado constantemente en el entramado de corrupción, y que ya hay quejas y documentos que piden investigar esa firma ligada a los Duarte de Veracruz.
Aunque el próximo presidente Municipal de Los Tuxtlas desconoce si la misma empresa está conectada al entramado de corrupción de Javier Duarte de Ochoa, comentó que el representante legal se llama Jaime Eduardo Monge Maldonado.
Monge Maldonado fungió como líder de la organización partidista Juventud Dinámica en la ciudad de Tuxpan, la misma asociación de jóvenes que a nivel estado era encabezada por Cecil Duarte de Ochoa, dejando en evidencia el vínculo con el hermano del ex mandatario.
Los legisladores consultados indican que la forma en que operaba Lumiver, era presentarse ante los alcaldes con las credenciales del hermano del ex Gobernador, para que se solicitaran los recursos vía préstamos bancarios, y sin licitar, se ordenara la entrega de contratos millonarios al proveedor para programas de modernización del alumbrado público.
OTRO EDIL
Otro Presidente municipal que «las entregó» fue el de Acayucan, Marco Antonio Martínez Amador, así consta en la Cuenta Pública 2014 del ORFIS contenida en la observación FM-003/2014/001 ADM.
En la misma se indica que Acayucan contrató deuda por 26 millones 200 mil pesos, a garantía de las participaciones federales, para «el proyecto de modernización tecnológica e infraestructura a las mejoras del alumbrado público del Municipio».
En esa observación se anotó como inconsistencia que se haya firmado contrato para el pago millonario citado arriba con Lumiver, «sin las firmas de los participantes».
Del préstamos solicitado por el Alcalde de Acayucan, en octubre de 2014, le quedan por saldar 18 millones 558 mil pesos; además, en junio pasados también solicitó 45 millones 388 mil pesos, de los que salda 7 millones 317 mil pesos.
Tanto en los ayuntamientos de Acayucan como en el de San Andrés, estos atracos no hubieran sido posibles sin la complicidad y el silencio del cabildo, en donde ediles hasta de la oposición se subordinaron a los mandamientos de los presidentes municipales que en unos meses saldrán para ser recordados como los peores, respectivamente, en sus pueblos.
NO LO MENCIONAN
Cecil Duarte de Ochoa, hermano del ex Gobernador, y uno de los más cercanos, hasta ahora no es mencionado por el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dentro del entramado de empresas fantasmas.
A principios de agosto, con motivo de su comparecencia como testigo en la Procuraduría General de la República (PGR), Yunes Linares señaló a los familiares de Javier Duarte que se vieron involucrados en el saqueo, sin ubicar a Cecil Duarte:
«Señalo (ante MP federal) a María Virginia Jazmín Tubilla Letayf, suegra de Javier Duarte; a Córsica Tubilla Letayf; a Mónica Ghihan Macías Tubilla; a José Armando Rodríguez Ayache; a Córsica Alejandra Ramírez Tubilla; a Lucía Letayf Barroso; a Jorge Fernando Ramírez Tubilla; a Óscar Millet Aguilar Galindo, cuñado de Javier Duarte de Ochoa, casado con el hermano de Javier Duarte».
En abril de 2014, Jesús Ramos Garrido, empresario del transporte, sufrió un secuestro en Xalapa. Días después le liberaron y en redes sociales comenzó a circular un video en donde se le mira, presuntamente en manos de sus captores, confesando ser prestanombres del hermano del ex Gobernador, para quien «trabajo elaborando proyectos para bajar recursos que ellos se quedan».
Este mismo empresario, antes de ser privado de la libertad, había sido denunciado por taxistas que decían que le habían dado dinero para conseguir placas y concesiones, resultando un fraude. En junio de 2017, Arturo Bermúdez, en uno de sus testimonios, cerró las tenazas sobre la vida fraudulenta del hermano de su exjefe, y expuso que por Órdenes de Javier, le había entregado a Cecil 100 concesiones de taxis de manera irregular.
Pese a este historial, Cecil Ochoa de Duarte no es buscado por las autoridades, y se pasea tranquilamente, al pendiente de la salud de su hermano, preso en un penal federal.