En entrevista para SinEmbargo, Alejandro Calvillo, director de EPC, y Enrique Bojórquez, director de Sucroliq, empresa mexicana dedicada a la refinación de azúcar líquida, señalaron que los grandes ganadores de la renegociación del TLCAN son Coca-Cola y Pepsi, mientras los productores y empresas mexicanas quedan en vilo.
El acuerdo azucarero, externaron, es «inconstitucional» y beneficia a las grandes empresas productoras de jarabe de maíz de alta fructuosa en EU; también a los refinadores de azúcar de ese país y a las refresqueras que, en México, se benefician de las importaciones de dicho producto a precios dumping; es decir, a costos inferiores para eliminar la competencia, por lo que, al final, los azucareros y las empresas mexicanas son lo que han sido y seguirán perjudicados.
Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo).- En el contexto de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el tema del azúcar de caña y el jarabe de maíz de alta fructuosa, organizaciones de la sociedad civil y especialistas en materia acusaron que éste únicamente sirve a los intereses de grandes corporaciones de Estados Unidos y deja a un lado a los productores y empresas mexicanas.
A través de un comunicado de prensa, la organización no gubernamental El Poder del Consumidor (EPC) explicó que uno de los puntos a los que el país gobernado por el Presidente Enrique Peña Nieto se tuvo que someter en la renegociación fue a bajar la calidad del azúcar.
México, indicó, entrega mayores cantidades de azúcar cruda y de menor calidad a Estados Unidos, por lo que se perderá el valor agregado que da la refinación y del que se beneficiarán ahora los refinadores del país vecino del norte.
«La exportación de azúcar sin refinar pasa de 47 a 70 por ciento, a fin de asegurar un mayor abasto a los refinadores estadounidenses», se lee.
En entrevista para SinEmbargo, Alejandro Calvillo Unna, director de EPC, y Enrique Bojórquez, director de Sucroliq, empresa mexicana dedicada a la refinación de azúcar líquida, coincidieron que los grandes ganadores de la renegociación del TLCAN son Coca Cola y Pepsi, mientras los productores y empresas mexicanas quedan en vilo.
El acuerdo azucarero, manifestaron, es «inconstitucional» y beneficia a las grandes empresas productoras de jarabe de maíz de alta fructuosa en Estados Unidos; también a los refinadores de azúcar de ese país y a las refresqueras que, en México, se benefician de las importaciones de dicho producto a precios dumping; es decir, a costos inferiores para eliminar la competencia, por lo que los azucareros y las empresas mexicanas han sido y seguirán siendo los más perjudicados por ese trato.
«Es una negociación que, está claro, sirve a los intereses de la grandes corporaciones norteamericanas refinadoras de maíz y de azúcar de caña y del lado mexicano al único que beneficia es a las grandes corporaciones que son consumidores del jarabe de maíz de alta fructuosa, como son Femsa Coca Cola y Pepsico» criticó Calvillo.
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En el mismo sentido, Bojórquez recriminó que «con este acuerdo azucarero los grandes beneficiados son los importadores de jarabe de maíz de alta fructuosa y obviamente las productoras exportadoras y comercializadoras. Aquí quienes se benefician son sobre todo Coca-Cola y Pepsico que son los grandes consumidores del producto. Los grandes perdedores, como siempre, son los que menos tienen: son los productores de caña de azúcar en el país, a ellos se les ve disminuido su ingreso por la presencia de jarabe de maíz de alta fructuosa».
Calvillo agregó que la renegociación afecta a México y se hace bajo un esquema de miedo del Gobierno mexicano frente al Gobierno de los Estados Unidos, a cargo de Donald Trump.
«La negociación del TLCAN es mala porque el Gobierno mexicano es muy débil y Estados Unidos lo ha agarrando como el show, como su chivo expiatorio. El problema es que las negociaciones se están haciendo en lo oscurito y que no se va a estar protegiendo el desarrollo de México, sino la economía de las grandes corporaciones [Coca-Cola y Pepsico]», dijo.
En el mismo comunicado se dio a conocer que Alfonso Ramírez, de El Barzón opinó que la negociación «es amarga» para el azúcar mexicano, ya que el 55 por ciento de la fructuosa que se importa al país está dirigida a la industria refresquera.
«La actual negociación debilita la capacidad de producción en el país», manifestó.
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LLAMAN A DESCARRILAR NEGOCIACIÓN
«Es necesario descarrilar la renegociación del TLCAN ya que además de varias organizaciones sociales mexicanas que están en contra, también lo están organizaciones de Canadá y Estados Unidos en donde hay una serie de demandas contra lo acordado que afecta derechos económicos y ambientales», dijo Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC).
Por si fuera poco, las organizaciones de la sociedad civil aseguraron que en México no se exige que en el etiquetado de las bebidas dulces se declare el contenido de jarabe de maíz de alta fructuosa, el cual puede tener mayores impactos en la salud al incrementar las posibilidades de provocar enfermedades como obesidad y diabetes; sin embargo, en Estados Unidos sí se les obliga a mencionarlo.
La situación, destacó Bojórquez, «es gravísima» para un país en el que se decretó emergencia epidemiológica por dichos padecimientos no transmisibles hace algunos meses.
«El consumo de alta fructuosa incrementa en 25 por ciento el riesgo de padecer obesidad y diabetes, más que si se consume azúcar y las etiquetas de los refrescos en México no especifican qué utilizan», recriminó.
Finalmente, las organizaciones hicieron llamado al Gobierno de México a que la renegociación del TLCAN sea un proceso abierto en el que se le dé prioridad a los intereses nacionales por encima de las corporaciones globales.
«Que inicien las acciones para detener el dumping del jarabe de maíz de alta fructuosa, que se beneficie realmente a los productores de caña de azúcar en el país y a la economía mexicana en general», exigió Bojorquez, quien concluyó: «Ojalá que las autoridades actúen en defensa de los intereses de México y no de los grandes capitales».