Organizaciones ambientalistas denunciaron que la Conapesca «contradice recomendaciones» del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita, que pide no utilizar redes de pesca en el Alto Golfo y activar una veda total de pesca en la zona, pues es una de las razones por las que en sólo dos años la población de vaquita marina ha disminuido en 72 por ciento.
Ciudad de México, 28 de agosto (SinEmbargo).- La negligencia y omisión gubernamental han provocado que hoy en día sobrevivan apenas menos de 30 ejemplares de vaquita marina, una especie endémica del Golfo de California en México, denunciaron esta mañana distintas organizaciones ambientalistas nacionales e internacionales.
En sólo dos años, de 2015 a 2017, la población de la especie ha disminuido 72 por ciento.
De acuerdo con Miguel Rivas, de Greenpeace México, las medidas adoptadas por el Gobierno no han tenido efectos, por lo que las marsopas más pequeñas del mundo siguen muriendo.
«El enemigo de la vaquita está en el Gobierno mexicano […] Las medidas han llegado tarde, son infructuosas y estériles [la vaquita] tiene un paso en la extinción, es inminente», afirmó el activista. Y agregó que la situación es únicamente un síntoma más de la explotación de los océanos, sin sustentabilidad.
La pesca de totoaba -pez en peligro de extinción-, han insistido organizaciones, es una de las principales causas de la «inminemte extinción» de la vaquita, ya que los pequeños cetáceos quedan atrapados en las redes de enmalle, sin que la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) realice el trabajo que consiste, entre otras cosas, en la vigilancia para evitar dicha actividad.
En su oportunidad, Alejandro Olivera, del Centro para la Diversidad Biológica, criticó que la Conapesca «contradice recomendaciones» del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) que pide no utilizar redes de pesca en el Alto Golfo y, por el contrario, debe haber una veda total de pesca en la zona.
«Estamos como al inicio de la administración, sin propuestas nuevas», indicó.
Mercedes Anzures, de Comarino, manifestó que en un análisis realizado de la mano de Greenpeace, se detectó de acuerdo con la Auditoria Superior de la Federación (ASF), en 2015 Conapesca únicamente vigiló periodos de veda en 16 de 40 pesquerías. Ocho de ellas, aseguró, no fueron vigiladas, entre las que destacan la veda de curvina, en Sonora, de las más riesgosas para la vaquita.
Juan Carlos Cantú, de Defenders of Wildlife, dijo que desde hace más de 20 años, las autoridades pesqueras «han boicoteado» la protección de la marsopa. Recordó que en 1993, al decretarse la reserva de la biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río, las autoridades de pesca se pronunciaron en contra y negaron que la especie se encontrara en peligro de extinción.
«Las autoridades de pesca han boicoteado cualquier medida de conservación, cualquier ley, cualquier norma», recriminó. Y concluyó: «Si la vaquita se llega a extinguir, la culpa es de Conapesca. Conapesca siempre se ha esforzado en boicotear los esfuerzos por salvar a la vaquita marina».
María Elena Sánchez, de Teyeliz, dijo: «No podemos seguir solapando a una institución que se ha encargado de boicotear la conservación y tiene una política clientelar con el sector pesquero».
«A la Semarnat le han faltado pantalones para imponerse ante las autoridaes pesqueras porque es su responsabilidad [el cuidado de la vaquita]», señaló Cantú.
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Finalmente, las organizaciones exigieron:
-La destitución inmediata de Mario Aguilar Sánchez, titular de Conapesca.
-Sustitución del director de Inapesca.
-Regreso inmediato del sector pesquero (Conapesca e Inapesca) al sector ambiental, dentro de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
-Un plan para el desarrollo de una política pública de pesca sustentable en la que se incluya a las comunidades y que garantice la protección de nuestros océanos y sus recursos para que situaciones como la de la vaquita marina no vuelvan a repetirse.
Mario Aguilar fue negligente al no presentar alternativas de pesca sustentable a las comunidades, al no gestionar el ordenamiento pesquero, al no regular el esfuerzo de pesca y al no realizar inspección y vigilancia, acusaron a través de un video en el que se realiza un “interrogatorio” a Conapesca.
