“Está enloquecido (Yunes) porque está obstinado en dejar a toda costa como su heredero de la gubernatura veracruzana a su hijo, y a pesar de su fallido gobierno está dispuesto a hacer lo que sea con tal de que esto suceda, sabe que de esto depende de supervivencia política y económica’’, escribió Javier Duarte de Ochoa, ex Gobernador de Veracruz.
Ciudad de México, 23 de agosto (SinEmbargo).- Javier Duarte de Ochoa, ex Gobernador de Veracruz y detenido por delitos de enriquecimiento ilícito y delincuencia organizada, escribió y compartió otra carta, en la cual llamó “dictador» a Miguel Ángel Yunes Linares.
En dos hojas de papel firmadas, el ex priista llamó a sus ex colaboradores a no tener miedo de Yunes Linares, actual mandatario de Veracruz, quien, de acuerdo a Ochoa, los obligará a decir cosas en su contra.
“Mis ex colaboradores privados de su libertas en Veracruz son rehenes políticos del dictador Yunes», señaló el detenido.
Javier Duarte reiteró su apoyo a la gente que laboró con él y dijo que trabajaría a su favor: “No apararé hasta que puedan enfrentar el proceso penal, que por órdenes del dictador la juez Alma Aleida Sosa Jiménez apertura en su contra, en libertad de conformidad con lo que la propia ley establece».
“A mis ex colaboradores les digo: estoy con ustedes al 100 por ciento y no se preocupen por los documentos o declaraciones que el dictador y sus secuaces les obliguen a firmar o a decir en contra mía. (…) Está enloquecido (Yunes) porque está obstinado en dejar a toda costa como su heredero de la gubernatura veracruzana a su hijo, y a pesar de su fallido gobierno está dispuesto a hacer lo que sea con tal de que esto suceda, sabe que de esto depende de supervivencia política y económica’’, prosiguió.
El 17 de agosto, la primera carta de Duarte, la cual fue entregada a Imagen Noticias, marcó el inicio de su huelga de hambre.
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En ese momento, Javier, quien huyó de la justicia a pesar de que prometió enfrentar todas las acusaciones, dijo que su supuesto ayuno era para reclamar lo que él considera “persecución política” contra su persona y los que colaboraron en su administración.
A Duarte de Ochoa, lo acusan familias y grupos civiles por la desaparición forzada de cientos de veracruzanos y por la violencia, que continúa hasta hoy, con Miguel Ángel Yunes al mando. Colectivos y organizaciones de periodistas también lo señalan como sospechoso en el asesinato de varios colegas.
El Gobierno de Veracruz y el federal lo detuvieron por presunto peculado, lavado de dinero con prestanombres y malversación de fondos. No han considerado ninguna de las acusaciones de la sociedad civil.
