La corrupción se ha vuelto endémica en el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, afirma Manuel Bartlett Díaz. El escándalo de Odebrecht, añade, ha terminado por salpicar a la cúpula más cercana al titular del Ejecutivo con los señalamientos hechos a Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos.
Ante una abarrotada sala de prensa el ex funcionario del Gobierno federal negó el viernes por la tarde haber recibido 10 millones de dólares. Un señalamiento hecho por tres ex directivos de Odebrecht ante la Fiscalía Brasileña, y más tarde dados a conocer por el trabajo periodístico de Proceso, Aristegui Noticias y Quinto Elemento Lab.
Bartlett Díaz asegura que Raúl Cervantes Andradetuvo conocimiento del caso Odebrecht desde que viajó a Brasil en febrero pasado, una razón por la que la dependencia no podía alegar, como lo hizo, que no tenía información para acusar a Lozoya Austin de un presunto soborno de la empresa brasileña por 10 millones de dólares.
Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo).– La corrupción se enraizó en la obra pública durante el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, afirmaron legisladores de oposición esta semana, luego de desatarse el escándalo de los supuestos sobornos que la empresa Odebrecht habría dado a Emilio Lozoya Austin. Y aunque el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) afirma que no hay un solo elemento de prueba en su contra, los señalamientos han impactado en la imagen del partido oficial, y voces en el Senado afirman que el caso Odebrecht es otra prueba de la impunidad con que opera la actual administración federal.
Así lo cree el Senador Manuel Bartlett Díaz, quien acusó que funcionarios con señalamientos por corrupción en la obra pública acompañan al Presidente Enrique Peña Nieto desde que era Gobernador del Estado de México y, además, que el priista Raúl Cervantes Andrade, titular de la Procuraduría General de la República (PGR) tuvo conocimiento del caso Odebrecht desde que viajó a Brasil en febrero, una razón por la que la dependencia no podía alegar, como lo hizo, de no contar con información para señalar a Lozoya Austin.
De acuerdo con una revisión patrimonial hecha por la Unidad de Datos de SinEmbargo, Lozoya pagó al contado una casa de 38 millones de pesos después de participar en la campaña de Peña Nieto, como coordinador de Asuntos Internacionales del entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
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Pero, el jueves, en una conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México luego de presentarse en la PGR, el ex director de Pemex insistió en que todos sus bienes son producto de 20 años de trabajo.
La solución ante la corrupción, hasta ahora, dista de ser la de una Comisión Internacional contra la Impunidad como han clamado algunos grupos civiles, dijo Bartlett Díaz, quien parece más inclinado hacia una apuesta de cambio de partido en el poder.
En entrevista con SinEmbargo, el Senador –cercano a Andrés Manuel López Obrador, líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y puntero en las encuestas presidenciales rumbo a 2018– describió cómo los escándalos de corrupción que explotan hoy, en realidad comenzaron a tejerse hace años.
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—Vistos los hechos, parece que no tardaba mucho más para que el caso de Odebrecht explotara en México. ¿Cree usted que el caso amerita que se investigue a la alta cúpula del Gobierno federal e incluso al Presidente mismo?
—Mira, el Gobierno de Peña Nieto es esencialmente y estructuralmente corrupto. Está demostrado que desde Peña Nieto, su familia, sus secretarios de Estado, todos están metidos en la corrupción. Toda esta cuestión de las empresas que han sido instrumentos para inflar precios y ganar miles de millones en ganancias, bajo el mando del capitán de la corrupción galopante que es el Secretario de Comunicaciones [Gerardo Ruiz Esparza], lo demuestra.
—¿Desde cuándo inicia esta descomposición?
—No desde que llega a la Presidencia Peña, sino desde que es Gobernador del Estado de México. Toda la corrupción de la obra pública la trae ya a nivel nacional. Y ahí está el Secretario de Comunicaciones. Se conoce que esta corrupción obliga a las empresas constructoras a meter el peor material para pagar los moches, que no son pequeños. Es un sistema corrupto de Gobierno de este sexenio.
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—Como el caso Odebrecht…
—Ahora bien, la cuestión de esta empresa brasileña sale a la luz porque el escándalo es en Brasil. Y toda esta declaración de escándalos que hacen los que vinieron aquí a comprar a los que estaban muy dispuestos a ser comprados. No podemos decir que vinieron a corromper, porque ya eran expertos [los de México]. Resulta que ese tema tiene ya mucho tiempo. más de un año. Incluso, recordarás que el Procurador Cervantes asistió a una reunión en Brasil [en febrero de este año], con procuradores de diversos países de América Latina para tocar esta situación. Y obviamente se le informó lo que había allá en denuncias. Pero él regresó a México y no pasa nada.
—Estos casos hasta no han salido acá, sólo pueden ser ventilados a través de…
—De escándalos extranjeros y denuncias extranjeras, pero ni así, porque la Procuraduría, obviamente, no puede decir ahora que no ha llegado la denuncia [así lo dijo la dependencia previo a la comparecencia de Lozoya]. ¿Cómo? Si personalmente el Procurador Cervantes fue a Brasil. Y el caso lo han tenido en la oscuridad aquí y en plena luminosidad en el extranjero. Eso le permite a Lozoya salir indignado a decir que él está exigiendo a la Procuraduría que lo investigue. Y dice: ‘que me citen’, entonces ya lo citaron. Ya tiene la coartada.
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—¿Este manejo exhibe una vez más al Gobierno federal?
—Esto devela una vez más que el Gobierno es corrupto estructuralmente. Acaba de ser ser capturado en Estados Unidos el Procurador de Nayarit [Edgar Veytia Cambero, detenido el 29 de marzo por ligas con el narcotráfico]. Y allá lo detienen, pero aquí no pasa nada. Esa corrupción es tan descarada que Peña Nieto dentro de sus proyectos y compromisos de campaña, y después en sus promesas en los compromisos del Pacto por México, puso que iba a crear un sistema anticorrupción antes de tomar posesión. Y no lo ha podido montar. ¿Por qué? Pues porque no quiere. Porque aquí todo lo que quieren sí sale, porque tienen de socios al PRI, por supuesto, y al PAN y el PRD.
—¿Cree que le faltó dientes al Sistema Nacional Anticorrupción?
—El sistema no existe. El sistema es una mentira, es una simulación. Los que van a perseguir la corrupción en México son empleados de confianza del Presidente. Y el Procurador Anticorrupción no lo han podido nombrar. Ahí los del comité ciudadano dicen: «no pues qué barbaridad, que sea como sea ya empezaron», porque son paleros también.
—Vemos propuestas, como la de que venga una comisión internacional contra la impunidad , de parte de Organizaciones No Gubernamentales. ¿Qué opinión le merecen?
—Pues es una buena idea de estos ilusos, porque recordemos lo que pasó con el grupo de expertos de la OEA [en referencia al Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes por el caso Ayotzinapa]. Vinieron porque hay un convenio con esa institución y se pidió que vinieran. No le quedó más remedio al Gobierno federal que aceptar a ese grupo de expertos internacionales. ¿Y qué les hicieron? Les hicieron la guerra permanentemente y terminaron corriéndolos. Ya lograron otra vez venir, pero no tienen ni siquiera elementos para operar. Entonces estos ilusos que dicen que vengan internacionales a investigar recuerden lo que pasó. El enemigo es el Gobierno.
—Usted tiene una larga trayectoria en puestos públicos. ¿Recuerda haber visto en algún momento previo tantas acusaciones por corrupción?
—No, nunca habíamos llegado a estos extremos. Ya con Felipe Calderón y los panistas esto se fue convirtiendo en un sistema [corrupto]. Vicente Fox es un corrupto, él y los hijos de Martita Sahagún, todos le metieron los dientes a todo lo que pudieron. Tienen un gran rancho ahí en un páramo donde no cultivaban nada de nada. Ahora es un enorme sistema. ¿De dónde lo sacó? De la corrupción
—Eso siguió en los siguientes sexenios…
—Calderón se suma a ese asunto, porque la corrupción empieza en las reformas energéticas de él mismo. Y Calderón, totalmente asociado con el PRD y a Peña, establece las reformas estructurales por la corrupción. Todos metidos en el negocio de la energía. Altos funcionarios panistas –por llamarles de alguna manera, porque fueron muy chaparros– están en el negocio energético. Fox y Calderón son los fundadores de este sistema totalmente corrupto.
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—En el Edomex vimos prácticamente una elección de Estado en donde se echaron a andar los programas sociales y la maquinaria estatal en favor del PRI. Y hoy vemos que Lozoya recibe supuestos pagos que, por las fechas, coinciden con la campaña de Enrique Peña Nieto en 2012. ¿Volverán a intentar estas acciones el próximo año?
—Está clarísimo que si Lozoya recibe ese dinero desde la campaña, antes de estar en Pemex, se ve que la recepción de ese dinero lo consultó con Peña. Y, luego, vienen las acciones desde Pemex, que a gritos se sabía que lavaban dinero y era el que llegaba del extranjero. Bueno, pues eso lo consultaba. No era sólo un cacomixtle [mapache], sino una banda de éstos dirigida por el jefe cacomixtle.
—¿Conforme se acerca el 2018 corremos el riesgo de ver más casos similares?
—Obviamente, ahí está el aeropuerto [Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México] no lo van a dejar de aprovechar. Es un proyecto absolutamente corrompido en terrenos, posesiones y demás, de miles de millones. Ese lo van a seguir haciendo aunque no lo terminen. Pero no van a poder [hacer una elección de Estado]. Por ejemplo, lo que me dices del Estado de México es el escándalo que todo mundo vio, menos el INE. Ahora, eso les costó mucho, por eso se están hundiendo, y este tipo de golpes los hunden más, a un nivel que fuera de la corrupción del Estado de México no van a poder hacer una operación de este tipo.