El administrador central de Apoyo Jurídico de Aduanas del SAT, Marcoflavio Rigada Soto, puedo haber recibido hasta 3 millones de dólares de agentes aduanales y empresas importadoras para facilitar la entrada a México de autos «chocolate», con el argumento de que debía entregar dinero al titular de Aduanas, Ricardo Treviño, quien lo descubrió y ordenó su destitución.
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Ciudad de México, 15 de agosto (SinEmbargo).- El Servicio de Administración Tributaria (SAT), destituyó el pasado miércoles a su administrador central de Apoyo Jurídico de Aduanas, Marcoflavio Rigada Soto, por recibir sobornos para apoyar de manera ilegal a empresas importadoras de autos «chocolate», facilitar el tráfico ilegal de mercancías y traficar patentes para agentes aduanales.
De acuerdo con el periódico Reforma, desde el 2014 el funcionario había sido señalado de pertenecer a una red de tráfico de influencias en la que se involucró a jefes de Aduanas del SAT, agentes aduanales, jueces y legisladores priistas.
«Entre los políticos implicados en esa fecha se encontraban el legislador priista por el Edomex Héctor Pedroza Jiménez; el diputado y ex líder del PRI en Mexicali Enrique Acosta Fregoso; el ex priista Elí Topete Robles, actual militante de Movimiento Ciudadano en Mexicali, e Hiram Rojas Hernández, ex director de enlace legislativo de la Comisión Especial de Aduanas de la Cámara de Diputados», señala el diario.
Según los resultados de la investigación del SAT, Rigada Soto puedo haber recibido hasta 3 millones de dólares de agentes aduanales y empresas importadoras para facilitar la entrada a México de vehículos, con el argumento de que debía entregar dinero al titular de Aduanas, Ricardo Treviño, quien lo descubrió y ordenó su destitución.
De igual manera, el ex funcionario ha sido señalado por otorgar patentes aduanales a cambio de pagos millonarios. Entre los implicados en la red se encuentra Roberto Ruiz Armas, titular de la patente aduanal número 1656 con sede en San Luis Río Colorado, Sonora, quien ha importado cientos de autos a través de las empresas Cox Automotive y Auto Buyline Systems Inc., entre otras, afirman las indagatorias.
