El periodista michoacano José Maldonado Sotelo recibió amenazas que atribuye al actual Procurador General de Justicia del Estado, José Martín Godoy Castro, quien arribó a Michoacán hace más de tres años como parte del equipo que encabezó Alfredo Castillo Cervantes, nombrado el 15 de enero de 2014 titular de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán por el Presidente Enrique Peña Nieto.
Maldonado Sotelo, director del portal de noticias 90 Grados, detalla en entrevista con SinEmbargo la serie de amenazas recibidas desde la Procuraduría del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, y cómo el grupo de funcionarios que encabeza Godoy Castro se ha destacado por sembrar delitos y “es capaz de todo”.
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Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).– En el contexto de la amenaza que recibió el pasado 21 de julio el periodista michoacano José Maldonado Sotelo, de 49 años y director del portal de noticias 90 Grados, no se encuentra la “delincuencia organizada” o clandestina. Están, afirma, las autoridades estatales; específicamente la Procuraduría General de Justicia del Estado, encabezada por José Martín Godoy Castro, quien llegó a la entidad en 2014, en el equipo del entonces comisionado de seguridad del Gobierno federal para Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes.
El contexto son una serie de encuentros, dice Maldonado en entrevista, que sostuvo el año pasado con Rogelio Arredondo Guillén, director de Investigación y Análisis de la PGJE, y quien trató de convencerlo de “sentarse” con el Procurador Godoy, sujeto a su vez de diversos artículos periodísticos críticos de 90 Grados.
Uno de esos textos, por ejemplo, reportó en septiembre pasado la salida de la PGJE de un director regional de Investigación y Análisis con acusaciones de secuestro y extorsión y que, aun así, había sido “reubicado al puerto de Lázaro Cárdenas en total hermetismo, aparentemente protegido por el entonces y actual Procurador General de Justicia, José Martín Godoy Castro”.
Otra nota, del mismo mes, reportó a su vez el hallazgo de mantas cuyos mensajes vinculaban al personal de la PGJE de participar en el robo de combustible y, en una, se mencionaba en específico a Godoy Castro.
“En esta ocasión el mensaje fue dirigido al Presidente de la República, acusando a Martín Godoy Castro de solapar las acciones de Olegario Contreras, Ruperto ‘El Peto’ y a su máximo líder ‘Chino Tamacuas’, los dos ya detenidos, según el texto del mensaje localizado este martes”, expuso la nota.
Arredondo Guillén, quien también llegó a Michoacán en 2014 como parte del equipo de Castillo Cervantes, fue asesinado el pasado 30 de junio, por lo que, en los días siguientes, 90 Grados publicó diversos artículos mencionando la trayectoria del fallecido junto al Procurador Godoy.
“Robo, trata de personas, extorsión, son algunas de las acusaciones que pesaron sobre Arredondo Guillén en su carrera policial, siempre de la mano de José Martín Godoy, allá en el Estado de México, en los tiempos también de Alfredo Castillo Cervantes, el todopoderoso comisionado enviado a Michoacán por el presidente Enrique Peña Nieto para salvarlo del crimen organizado”, dice el artículo titulado “Rogelio Arredondo Guillén, negro historial”, del 9 de julio pasado.
El siguiente viernes 21, y mientras el periodista se encontraba en el municipio de Cuitzeo, recibió un correo electrónico con la amenaza de muerte y un recordatorio, precisa Maldonado, de que ya habían hablado con él.
“Señor José Maldonado Sotelo. Desde hace ya algún tiempo hemos tenido pláticas con usted con relación a la actividad que tiene en su panfleto porque periodista usted no lo es, creímos que se había disciplinado y entendido como otros de sus compañeros; pero nos damos cuenta de que no es así al leer sus últimas notas, refleja que tiene conocimiento de cuestiones internas y no dudamos de que esté coludido con gente de la institución que le pasa información pues son cosas muy puntuales las que usted sabe y señala”, dice el mensaje.
“Para el licenciado Martín Godoy y para el maestro Rodrigo González resulta muy incómodo el tener que estar leyendo cada nota que usted publica, entendemos que no le tiene miedo a nada y eso nos gusta, por ello sólo le recordamos lo que le sucedió a Arredondo y otros más y que usted tiene una familia a la que seguramente le hace falta, por eso es la última vez que lo invitamos a que deje en paz todos los asuntos que está usted investigando (…) Ni una nota más mi querido José pues de lo contrario será la última…”, agrega.
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Sede de grupos criminales, autodefensas y de una intervención federal encabezada desde 2014 por Castillo Cervantes, Michoacán vive desde julio de 2016 los meses más violentos de los últimos 20 años. Ni durante el sexenio del panista Felipe Calderón –que inició ahí su “guerra contra el narcotráfico”–, las cifras de asesinato habían alcanzado los mil 287 casos registrados el año pasado y los 614 de la primera mitad de 2017.
Fue ahí también donde, en mayo pasado, desapareció el periodista Salvador Adame Pardo, director del portal noticioso Canal 6 Media TV y cuyo cadáver fue localizado en junio, un mes antes de la amenaza a Maldonado.
La impunidad impera en el estado y agrava el riesgo, dice Maldonado; sobre todo, por el control del grupo que llegó en 2014 con Castillo Cervantes, también ex titular de la Comisión Nacional del Deporte y parte del grupo de abogados cercanos al Presidente Enrique Peña Nieto, como el Procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade.
Aun así, el pasado martes 1 de agosto acudió a esta capital para denunciar el delito de amenaza ante la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) del ministerio público federal.
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–¿Te preguntaron algún contexto en la FEADLE?
–Mencioné el correo, solicité a la propia Fiscalía que se llegara hasta las últimas consecuencias, hasta donde se pudiera, con las investigaciones, porque yo tengo interés en saber, que no quede impune, porque hay un correo electrónico, hay una IP de donde salió el correo, pero además está la identificación del equipo del que sale (…) que es un correo, el mensaje, equis. Que se llegue a las ultimas consecuencias de este asunto, porque en el texto que me mandan son amenazas serias, señalamientos que hacen de hechos que fueron reales. Una: me dicen que ya habían platicado conmigo. Quien había platicado conmigo en un aproximado de seis siete ocasiones fue el hoy difunto Rogelio Arredondo Guillén, que fuera comandante y líder del grupo que denominamos de “los chilangos”, con el único interés de querer sentarme a platicar con el Procurador y de limar asperezas, tratar de que no les estuviera yo exhibiendo tanto en temas de corrupción en los que han sido señalados y que presumiblemente en las que se encuentran involucrados.
–¿Es este grupo que llegó con Alfredo Castillo?
–Es un grupo que llega con Alfredo Castillo, cuando es nombrado con la figura de Comisionado para la Seguridad del Estado de Michoacán. Con él llega Martín Godoy Castro, quien desde que llegó funge como Procurador General de Justicia del Estado; con Carlos Hugo Castellanos como titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y, como subsecretario de la misma dependencia, Eloy Adolfo Peralta, mejor conocido como ‘El Yanqui’. Este último es quien integra las corporaciones policiacas con gente de él, tanto en la SSP como la Procuraduría.
–¿Mencionaste esto en la FEADLE?
–Lo que mencioné nada más fue referente a la denuncia que recibí, que es en referencia a esto: me senté, sí, con Rogelio Arredondo Guillén, comandante de la Procuraduría, con esa finalidad, pero nunca dije que no me sentaría, lo que no se dio fue porque no acepté las condiciones, una de ellas era ir a donde el Procurador decía. O sea, el comandante este decía que el Procurador era quien iba a decidir qué lugar sería para la cita. Y la otra (condición) era que ellos decían que me llevaban, cosa que tampoco acepté, por los antecedentes. Nunca confié en este hombre y en nadie de ellos (…) Me hablaba diciéndome que ya estaba en el lugar y yo le decía que me encontraba en el centro, todo prácticamente en el centro. Así en todas las ocasiones; pero, para ello llegué a tener compañeros sentados en el mismo restaurant (pero) nunca tuvimos testigos con nosotros, estuvimos solos, a pesar de que traía una veintena de escoltas, y el tema era nada más tratar de convencerme para estar con el Procurador.
–¿Cuál era el propósito de que te sentaras con el Procurador, según lo que él decía?
–Para, pues llegar a algún acuerdo, acuerdo que yo desconocía de qué se tratara, pero sí entendía que, obviamente, era para tratar de cuidar las cosas en el tema de las publicaciones referentes a ellos.
–¿Esto en qué periodo fue?
–El año pasado. La última vez que nos vimos fue hace tres meses y medio.
–Y luego él fue asesinado…
–En estas citas, que tuvimos con él, en una de ellas, luego de que nunca cedí a lo que me decía o quería, me hizo un ofrecimiento de cinco millones de pesos, cantidad que siempre le rechacé, esto igual con la finalidad de hacer confianza, e incluso me decía que consultara con otros periodistas de otros estados para que viera que sí hablaba con la verdad. Obviamente, no me interesó en lo absoluto, pero tampoco acepté porque, por un lado, no iba por ahí el asunto, mis intereses no iban en busca de dinero y, por otro lado, por la desconfianza, hasta se lo dije, que no confiaba en ellos, que estaba seguro yo que lo que quería era involucrarme en un tema ahí, en este caso de extorsión, para silenciarme…
–¿Cómo pesa en esta situación lo que ha pasado con los periodistas en México, la muerte de Salvador Adame?
–Difícil, porque Michoacán es un estado complicado en el tema de la seguridad, y principalmente con ellos, con este grupo en la Procuraduría; son capaces de todo, hay muchos antecedentes de muchas cosas, han sido señalados de sembrar delitos, se les han caído muchísimos temas de personas que han detenido. Me atrevo a decir que, de un cien por ciento de las personas puestas ante la autoridad judicial, un 70 por ciento o más se han ido libres porque están mal integradas las carpetas o porque en su mayoría son inocentes.
–O sea, el imperio de la impunidad…
–Totalmente, y eso agrava la situación. Se sabe de muchas cosas que hacen, y es delicado. Por eso es que es difícil en ese sentido, y preocupante, porque la mayoría no son de allá. O sea este grupo no es de Michoacán, si ellos cometen algo se van simplemente del estado y punto.
–¿Entiendo que por esto no pusiste la denuncia ahí mismo?
–No, por supuesto. Nunca voy a poner una denuncia en la casa de quienes son mis agresores, de donde yo estoy seguro que vienen las amenazas (…) que se siente más preocupante el tener una amenaza por mensaje, que habla de cosas ciertas, a que si te agarraran y te golpearan. Cuando te golpean, sabes que ahí queda. Ya me lo hicieron en dos ocasiones (en 2014 y 2015), y sí, sé que son capaces de todo.
–¿Eran de la misma fuente de agresiones, de este grupo?
–Sí, todas las agresiones de las que estamos hablando son con ellos, son de este grupo.
–¿Vas a regresar, a seguir trabajando?
–Seguiremos trabajando. Yo he seguido, no hemos parado. Seguiremos con la línea editorial. Sabemos los riesgos que esto tiene, pero no por amenazas, por intimidaciones y demás, vamos a permitir que nos sometan. Es difícil, sí es muy difícil. No quiero ser tampoco con ello ni héroe ni mártir, en absoluto. Pero creo que basta de verdad de que siga sometiendo a los medios de comunicación, que se siga atropellando en todos los sentidos a la población, que siga el abuso de poder…
Cuestionado por los medios en Michoacán sobre la denuncia de Maldonado, el Procurador Godoy descartó que la información de los medios de comunicación fuera motivo de “disgusto” y que, por el contrario, es usada para investigar malos comportamientos en la dependencia.
“A nosotros nos sirve mucho la información que saquen ustedes en sus notas, porque incluso esta es la fuente que sirve para que las áreas específicas conozcan de las conductas que realizan los compañeros, de tal forma que cada vez que alguno de ustedes emite alguna información de un comportamiento irregular de algún elemento de la policía, en forma automática se remite dicha nota a áreas especiales”, dijo Godoy esta semana.
“De tal forma que esas notas por ningún motivo van a generar un disgusto al titular de la institución, no, para nada, son aproximadamente tres mil compañeros y todos tienen que ser sometidos a alguna investigación por su actuar”, agregó.