La propagación de la inseguridad en el Estado de México se ha sumado a los propios problemas de la Ciudad de México, destacaron especialistas, quienes ven lo que sucede en el área metropolitana del Valle de México con preocupación.
La entidad gobernada por Miguel Ángel Mancera Espinosa rompió los récords de homicidios dolosos en el primer semestre del año, cuando alcanzó 541 carpetas de investigación por este delito.
Mientras tanto, en el vecino Estado de México los niveles de incidencia delictiva también han crecido en los últimos seis años. Y la autoridad del municipio con más homicidios dolosos en el entidad, Ecatepec, ha sido acusada de reprimir a quienes protestan por sus omisiones, como sucedió el pasado domingo en contra de manifestantes que rechazan la ola de feminicidios.
Ciudad de México, 1 de agosto (SinEmbargo).– El Estado de México ha transferido parte de la violencia hacia la Ciudad de México, coincidieron expertos. Sin embargo, la necesidad de un plan metropolitano de seguridad parece estar lejos de ser una prioridad y las autoridades locales de los municipios más afectados parecieran desentenderse.
El hartazgo llega a oídos de la autoridad. Apenas el domingo un grupo de protestantes contra los feminicidios en Ecatepec decidió acudir a un evento en el Centro Cultural Las Américas, donde participaba el Alcalde Indalecio Ríos para exigir seguridad.
No obstante, el Edil del Partido Revolucionario Institucional (PRI) los calificó de ser simpatizantes del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), cuyo Comité Ejecutivo acusó a Ríos de politizar las razones de la inseguridad.
“Exigimos su renuncia inmediata ante la criminalización de la protesta. En Ecatepec nos están matando y el Edil responde con tolete y cárcel a los ciudadanos que están levantando la voz”, respondió el lunes pasado la Secretaria del Comité, Luz María Hernández.
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Sólo en el 2016 hubo 13 carpetas de investigación por feminicidio en el municipio de Ecatepec, pese a ser uno de los 11 localidades donde la Secretaría de Gobernación (Segob) decretó la Alerta de Violencia de Género en julio del 2015.
Hoy, Ecatepec también encabeza, con 168 carpetas por homicidio doloso, el registro de homicidios dolosos. Y expertos opinan que la inseguridad del Estado de México se estaría extendiendo a la Ciudad de México, así como la presencia de las bandas que operan en ambas entidades.
“En Nezahualcóyotl y Ecatepec hay presencia de narcomenudeo y robo de vehículos, por lo que no se puede hablar de lo que sucede en la Delegación Tláhuac como si se tratase de una isla”, dijo Édgar Cortez Morales, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.
Sin embargo, los esfuerzos conjuntos para salvaguardar el área metropolitana no han sido agotados. “Si hubo alguna estrategia no resulto. Sin duda tiene que ver la diferencia política [PRD y PRI que Gobierna CdMx y Edomex ]”, dijo Cortez.
Pablo Girault Ruiz, integrante de la organización civil México Unido contra la Delincuencia, apuntaló que las bandas han aprovechado esta debilidad para transitar entre ambas entidades a sabiendas de que las policías correspondientes se limitan a operar en su jurisdicción.
“Claramente el descontrol que existe en el Estado de México se ha ido transfiriendo a las delegaciones aledañas y a la zona conurbada”, dijo Girault.
El 20 de julio Felipe de Jesús Pérez Luna, alias «El Ojos», fue abatido. Se presume que era el líder de una banda conocida como el Cártel de Tláhuac, que controlaba el narcomenudeo en la zona oriente de la ciudad.
Tras el incidente, cuatro narcobloqueos, los primeros en la Ciudad de México, paralizaron las vías de Tláhuac, y la Secretaría de Seguridad Pública reaccionó con el arresto de 14 presuntos pilotos de mototaxis que estarían coordinados con el actuar de la banda narcomenudista.
Los alcances de estos grupos no bastaron para que Mancera reconociera a los criminales como un cártel.
“El juego de los términos es lo de menos. O es una estructura del tipo ‘mini-cartel’ y por lo tanto es una estructura ingobernable, volátil e impredecible, o es una estructura más parecida a las pandillas centroamericanas, lo que las hace de todos formas, volátiles e impredecibles. El punto aquí es que fue capaz de poner en jaque el mito de la Ciudad de México como burbuja de seguridad”, dijo David Martinez-Amador, consultor de seguridad internacional.
El consultor señaló que la agrupación de “El Ojos” creció durante la administración de Mancera, y generó problemas inesperados.
La inseguridad llegó este año a niveles inusitados en la Ciudad de México. El primer semestre cerró con 541 carpetas de investigación por homicidio doloso, cifra récord en la historia del registro que inició hace justo 20 años.
“Hay estructuras delictivas en la ciudad de México muy bien organizadas, que no son carteles, pero que ejecutan narcomenudeo, extorsión, sicariato y control territorial. Sobre todo en áreas como Iztapalapa. Pero no están encapsuladas, que es el error de suposición. Se les ha dejado a crecer e invaden la vida universitaria. Hay casos de violencia y ejecuciones registrados entre estos grupos, no se olvide el caso Heaven”, dijo Martínez-Amador.
Por su parte, en el Estado de México la Procuraduría General de la República (PGR) ha identificado, al menos hasta febrero, que células del cártel de La Familia Michoacana operaban en Morelos, Guerrero y el Estado de México. En tanto que el Cártel Jalisco Nueva Generación tenía ya una plaza también en Morelos.
“Me parece que pensar que son grupos aislados[en la CdMx] también es limitar los problemas que enfrentamos a nivel nacional. Todos los estudios y planteamientos que han hecho las instituciones de Gobierno confirman que la delincuencia organizada en México funciona de manera bastante articulada”, dijo María Eugenia Suárez, investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdG).
CIUDAD DE MÉXICO INSEGURA
Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo, resaltó que la Ciudad de México mantiene un territorio pequeño en comparación con otras entidades, lo que haría más fácil de proteger a la penetración de grupos delictivos, que a pesar de esta circunstancia operan en la capital del país.
“Los homicidios en la Ciudad de México tiene un incremento del 21 por ciento [primer semestre 2017], el ascenso viene desde septiembre”, dijo el director de esa organización, y es un asunto directamente relacionado con la violencia que genera el narcomenudeo.
En el primer semestre del año Iztapalapa acumuló 109 carpetas por homicidios dolosos, Gustavo Madero 98, Cuauhtémoc 62, la Álvaro Obregón 54, y la Venustiano Carranza 42, por citar las cinco con más casos.
Por otro lado, las delegaciones con menos carpetas por asesinatos intencionales fueron Cuajimalpa con tres expedientes, Milpa Alta con cuatro, Magdalena Contreras con seis, Iztacalco con 11 y la Benito Juárez, junto a Azcaptozalco, con 14 en el primer semestre.
“El narcomenudeo es el más violento de todos. No se trata del gran cártel pero genera homicidios. Así sucede cuando hay colusión con plata o plomo, y luego crean una red social donde hay familias enteras dedicándose a un actividad, así como una red de información”, explicó.
Sin embargo, de acuerdo con el Semáforo Delictivo la Ciudad de México aún mantiene buenas niveles de homicidio aceptables si se comparan con la media nacional, con excepción del robo a negocio.
En los primeros seis meses del año hubo mil 636 carpetas por robos a negocio, un incremento del 19 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.
“Lo más increíble es que la autoridad crea que tiene buenos resultados y que va poder irse a vender para ser Presidente”, dijo Girault, en referencia al Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, quien pretende liderar el Frente Amplio Opositor, una plataforma que pretende competir por la Presidencia de la República.