Aquí no hay intercambio de dinero, pero sí de muchas otras cosas; una modalidad de intercambio sexual en el país, cuya base es la red social, ha pasado a convertirse en afición para decenas de usuarios.
Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo/LaOpinión).- Craiglist parece que le ha cedido posición a Facebook en cuanto al tema de la prostitución se refiere, al menos en México.
Una modalidad de intercambio sexual en el país, cuya base es la red social, ha pasado a convertirse en afición para decenas de usuarios.
El sitio Vice exploró un tema que cada vez es más común: miembros de la red que sucumben al llamado “trueque sexual”.
Se trata de sexo a cambio de objetos o servicios, de acuerdo con el artículo de diciembre del año pasado que retomaron esta semana varios medios latinoamericanos.
Un grupo cerrado bajo el nombre “DF Trueque x sexo” y administrado por quien se hacía llamar Alan, se especializaba en este tipo de acuerdos.”NO DINERO …… cosas o servicios por sexo. Quien ofrezca dinero a cambio, pues se va. Todo con respeto y buena onda. No molestar, cada miembro decide si acepta y le conviene el trueque. ¡No acoso inbox! Quien lo haga se expulsa y bloquea del grupo. No menores de 18 años. Quien no sea serio o quede mal con su trueque, reportarlo a algún administrador”, leía la descripción de la cuenta que actualmente no puede ser accedida en la red.
El medio destaca el caso de una joven que pertenecía a este grupo y que se identificó como “Mariana” (26). La joven aseguró que nunca ha cobrado por tener sexo, pero mejoró su vivienda con artículos que obtuvo por medio de este trueque. “No me considero prostituta, yo no cobro, a mí me regalan cosas por acostarme con quien yo elija”, dijo la joven a Vice en ese entonces. Mediante la práctica consiguió Wi-Fi y WPA (sistema para proteger las redes inalámbricas) para su apartamento.
Pero esta acción guarda una preocupante realidad: el extremo al que pueden llegar los más vulnerables económicamente para satisfacer sus necesidades y más que eso.
Por ejemplo, algunas de estas mujeres se someten a estos intercambios porque no tienen otra manera de obtener los servicios básicos o para satisfacer el vicio de la droga, de acuerdo con un artículo del Instituto Nacional de Salud Pública.