El director de cine francés Luc Besson considera a Valerian la película de su vida. Sin embargo, pese a que siembre fue seguidor de la serie, no fue hasta que trabajó con el ilustador Jean-Claude Mézières que consideró llevarla al cine.
Beverly HillsS, California, 18 de julio (AP).-«Yo soy Valerian y ella es Laureline», Luc Besson dice con una sonrisa, señalando a su esposa y productora Virginie Besson-Silla. «Ella es la ingeniosa».
Valerian y Laureline son los personajes principales de su épica de ciencia ficción «Valerian and the City of a Thousand Planets» (“Valerian y la ciudad de los mil planetas”), que se estrena el viernes. Son nombres que la mayoría del público estadounidense no conoce, aunque el cómic francés sobre dos policías intergalácticos del siglo XVIII en el que se basa, Valérian et Laureline», ha existido por 60 años y sirvió de influencia para «Star Wars».
Los cineastas están sentados en su oficina compartida en el puesto remoto de la compañía de Besson EuropaCorp en Beverly Hills, cerca de un mes antes del debut de Valerian. Él detrás de un enorme escritorio rectangular de madera, ella al otro lado de la mesa. Besson-Silla también tiene un escritorio, mucho más pequeño, redondo, y ubicado a un lado de la oficina.
«¡Yo prefiero una mesa redonda! Todo el mundo piensa que no fue mi decisión», dice la productora.
«Ella pudo haber tenido uno más grande», agrega el director francés, al parecer aún desconcertado por eso.
Es casi otra metáfora de su relación: Besson como la figura pública exuberante que hace grandes declaraciones y aún más grandes películas, y Besson-Silla como quien orquesta las cosas a su propia manera, fuera de la luz pública. Mira a su esposo y mete la cuchara ocasionalmente, a menudo cuando él se voltea a verla en busca de la palabra correcta en inglés.
Fueron colegas antes que nada más. Ahora tienen tres hijos, de 15, 14 y 11 años, y han descubierto que disfrutan siendo socios tanto en la vida como en el trabajo.
«No éramos estúpidos. Hay un riesgo. Nos tomamos nuestro tiempo y entonces muy conscientemente dijimos, ‘Probemos una vez a ver si funciona'», dijo Besson. «De hecho funciona 10 veces mejor de lo que esperaba».
Valerian es de lejos la película más grande que hayan hecho, con un presupuesto estimado en 180 millones de dólares. Ambos vienen del éxito de Lucy y las décadas en las que el benevolente Besson se hizo un nombre con producciones complacientes como La Femme Nikita (Nikita, la cara del peligro), The Professional (El profesional) y The Fifth Element (El quinto elemento).
Dice que Valerian es la película de su vida.
Aunque siempre fue un seguidor de la serie, no fue sino hasta que trabajó en The Fifth Element (1997) con el ilustrador de Valerian Jean-Claude Mézières que consideró llevarla al cine.
«Él fue el que dijo, ‘¿por qué no haces Valerian?’. Yo nunca antes lo había pensado», relató Besson.
El director solo adquirió los derechos 10 años después. Una visita a James Cameron en el plató de Avatar le hizo ver que una adaptación cinematográfica de «Valérian et Laureline» era posible, tecnológicamente hablando.
Y se tomaron su tiempo para hacerla. Besson creó él mismo un número de personajes y bosquejos de mundos. Escribió una biblia de cinco páginas en la que describió a todas las criaturas. Ambos se aseguraron una colaboración histórica entre las dos gigantes de los efectos visuales WETA y ILM para que hicieran 2.700 tomas (The Fifth Element tuvo unas 200 tomas con efectos visuales). Y él encontró a sus protagonistas perfectos en dos estrellas emergentes: Cara Delevingne para el papel de Laureline y Dane DeHaan para el de Valerian.
«Definitivamente no quiero que Schwarzenegger haga el papel, quiero a alguien humano», dijo Besson de DeHaan.
La película se filmó en Francia, en unos estudios que Besson ayudó a diseñar.
«Estamos muy orgullosos de haber podido llevar una producción tan grande al país y generar empleo para cientos de personas», dijo Besson-Silla. «Tenemos unas instalaciones increíbles”.
Y terminaron de rodar tres días antes de lo previsto, lo que Besson dijo que es algo que «jamás se escucha en este tipo de filmes».
En cuanto al dinero, no está preocupado. Con las ventas internacionales el 90% de la película está cubierta, dijo.
«El riesgo es más psicológico que de dinero. El riesgo es que si fracasamos perdemos nuestra reputación», señaló Besson. «El riesgo financiero es casi cero».
«La gente confía en nosotros, ¿sabes? No queremos decepcionarlos», dijo Besson-Silla.
De principio a fin hicieron la cinta a su manera, incluso dándoles a los artistas de efectos especiales la libertad de experimentar y optando por una distribuidora norteamericana más pequeña, STX Entertainment, cuyo mayor éxito hasta ahora ha sido la comedia de mediano presupuesto «Bad Moms» (“El club de las madres rebeldes”).
«Algunos de los estudios estaban muy interesados en Valerian pero temimos que quisieran controlarla, permitir primero sus grandes películas y tratar Valerian como controlando al enemigo. Nos sentimos mejor en la posición del contrincante», dijo Besson siguiendo el consejo de Peter Jackson, quien seleccionó a New Line para distribuir las películas de «Lord of the Rings» (“El señor de los anillos”).
También es realista en cuanto a las posibilidades y la inestabilidad del mercado. Valerianse estrena el mismo día que la cinta de guerra Dunkirk y la comedia Girls Trip.
«Si hay una película unas semanas antes que la de uno que es enorme y a todo el mundo le gusta, uno no existe. Si uno llega después de un desierto de dos meses, entonces uno es el salvador. Existen tantos parámetros. Lo bueno es que podemos oler algo de lasitud… ¿lasitud?», dice Besson.
Y su esposa agrega: «La gente está un poco cansada de las secuelas».
«Hay tantas secuelas», continúa el director. «La gente está cansada de tantos superhéroes. ¡Al menos lo nuestro es algo fresco!».