Organizaciones de la sociedad civil atribuyen los comportamientos aberrantes presentados por Ely al cautiverio en el Zoológico de San Juan de Aragón, en la Ciudad de México; mientras, las autoridades de la capital mexicana aseguran que esos problemas se desataron durante su vida de maltrato y hambre en un circo.
La moneda está en el aire, las opiniones divididas. Lo cierto es que Ely, la única elefanta que habita en la CdMx, nació y ha vivido siempre en cautiverio… no conoce la libertad.
Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).– Ely es la única elefanta que habita en la Ciudad de México. El paquidermo tiene alrededor de 30 años de edad y los primeros 25 vivió entre reflectores y espectáculos circenses con Los Hermanos Vázquez. Allí, tras bambalinas, vivía atada a un grillete y era obligada a moverse mediante el uso de un gancho que era atorado a su paladar.
Hoy, la elefanta que mide 2.30 metros de altura y pesa 2 toneladas y media, presenta comportamientos aberrantes: se come sus heces y se golpea contra las paredes.
Organizaciones de la sociedad civil atribuyen las acciones al cautiverio en el zoológico, mientras, las autoridades de la capital mexicana, por su parte, aseguran que se desataron durante su vida en el circo.
Hace cerca de 6 años, Ely llegó al Zoológico de San Juan de Aragón que mide 39.5 hectáreas. En entrevista con SinEmbargo, Claudia Lewy Sánchez Aldana, directora general de Zoológicos y Vida Silvestre en la capital, se refirió a ello como «un rescate», no obstante, reconoció, las autoridades capitalinas pagaron por ella al circo 3 millones 460 mil pesos en el año 2011.
«[Ely] llegó en muy mal estado [de salud]. Estaba muy desnutrida porque comía sólo bolillos. Cuando llegó tenía cojera en grado cuatro, no podía apoyar el miembro anterior derecho para nada. Hoy se apoya con las cuatro», mostró mientras Ely realizaba su terapia conductual, que en palabras de Lewy, sirve para ayudarla a eliminar las conductas nocivas que presenta.
Recientemente, la organización Proyecto Gran Simio (PGS) México denunció que las autoridades del zoológico impiden visitar a la elefanta Ely que «se encuentra en pésimas condiciones de salud».
En conversación con este medio informativo, Paulina Bermúdez Landa, directora de dicha organización, explicó que hace un par de semanas ella y el Diputado del Partido Encuentro Social (PES), Carlos Alfonso Candelaria López, visitaron a la elefanta Ely en el zoo y observaron comportamientos aberrantes.
La organización en defensa de los derechos de los animales regresaría el 11 de julio al recinto inaugurado en noviembre de 1964, en una visita organizada por la dirección del propio lugar, pero no fue así: el zoológico bloqueó la participación de la ONG, acusaron.
«Estábamos muy emocionados porque al fin podríamos ver las instalaciones por dentro, el manejo de Ely y conoceríamos a la gente que está a su cuidado. Pero le llamaron al Diputado para decirle que únicamente él podría entrar, sin los activistas. No le dieron ninguna razón de peso, sólo le dijeron que nosotros no entrábamos», comentó.
Al respecto, el Diputado narró a este periódico digital: «no la vi de manera cerca como tal, la vi como cualquier otro visitante del zoológico y a simple vista ese elefante se ve ya con un desgaste fuerte de salud, una falta de movilidad en sus patas, en fin, lo vi como un ciudadano más que desconoce el tema de cuidados y de veterinaria. Pero, no la tienen bien».
Finalmente, el legislador rechazó ingresar al zoológico sin la participación de la organización de la sociedad civil y el recinto canceló la visita.
Por ello, la directora de zoológicos de la CDMX expuso: «Si ellos me traen un especialista, las puertas están abiertas, pero no voy a permitir que venga alguien sin conocimientos, nada más para sacarse la selfie. Nosotros no somos unos improvisados en esto. Yo tengo más de 30 años en esto [en el ramo de la veterinaria]».
La organización planteó que la elefante Ely presenta problemas de salud que afectan su calidad de vida en el recinto, por lo que es urgente darle la atención necesaria para salvaguardar su integridad. Cabe mencionar que Ely vive sola desde la muerte de su compañera Magguie, una elefanta asiática, ocurrida el pasado 9 de abril debido a que padecía una osteoartritis avanzada, por lo que se le aplicó la eutanasia.
Proyecto Gran Simio denunció un «constante bloqueo» por parte de las autoridades adscritas a la Dirección General de Zoológicos y Vida Silvestre para salvaguardar la integridad de los animales en cautiverio. Por ello, Bermúdez hizo un llamado a la Dirección del Zoológico de San Juan de Aragón a recordar su papel y su obligación como funcionarios públicos, así como la importancia de ser transparentes en el manejo de los animales.
El pasado 9 de julio, PGS realizó un homenaje a las afueras del Zoológico de Chapultepec para recordar al gorila Bantú, fallecido durante un manejo que tenía como objetivo su traslado a Guadalajara para su reproducción, por lo que Bermúdez aseguró que la organización lucha para que Ely no tenga el mismo destino que el primate, y, por el contrario, cuente con calidad de vida.
Dicha muerte puso en tela de juicio el modelo tradicional de los zoológicos, en su momento especialistas de este país y Costa Rica advirtieron que dichos centros resultan obsoletos si se busca velar por el bienestar y la conservación de los animales no sólo en México, sino alrededor del mundo.
El año pasado, el último Gran Censo de Elefantes realizado entre 2014 y 2015, reveló que África cuenta con apenas 352 mil 271 elefantes de sabana africana en 18 países, lo cual representa una caída del 30 por ciento en siete años.
La animalista recordó el anuncio realizado por el Jefe de Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera Espinosa, a inicios de 2016: se invertirían 90 millones de pesos para reconvertir los zoológicos de la Ciudad de México en parques ecológicos. No obstante, criticó, «el dinero se fue a mantenimiento, pero no hubo nada sobre reconversión. Fue un anuncio sesgado».
«Nosotros vamos a llegar hasta el fondo de esto. No sabemos si Mancera y Müller están esperando a dejar sus puestos, salirse con la suya y dejarle la responsabilidad a la siguiente administración», opinó Bermúdez.
Los inconformes exigen que las dependencias entreguen un informe independiente y sin opacidad sobre el estado de salud de Ely, Lewy asegura que han sido realizados, pero por las propias instancias capitalinas.
También hacen un llamado a reconvertir los espacios en proyectos de zoológicos digitales. «Es quitar paulatinamente los zoológicos. La ciudad no está para tener animales en cautiverio», sostuvo el Diputado Candelaria.
Pero Lewy rechaza dicha reconversión: «[Las organizaciones animalistas] están a favor de la extinción de los animales. El zoológico no tiene sustituto. No podemos amar lo que no conocemos y no podemos proteger lo que no amamos», sostuvo.
La moneda está en el aire, las opiniones están divididas. Lo cierto es que Ely nació y ha vivido siempre en cautiverio. No conoce la libertad.
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¿QUÉ PASÓ CON LOS ANIMALES EN LOS CIRCOS?
Existe un aspecto importante en el tema de los animales en el país: el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) propuso sacar de los espectáculos circenses a los animales… y lo logró. El 9 de diciembre de 2014, el Senado de la República votó a favor de un circo libre de animales y un par de días después la Cámara de Diputados ratificó la decisión.
“Hoy México se pone a la vanguardia en el bienestar y trato digno animal”, se jactó entonces el instituto político en su página oficial. El 8 de julio de 2015, con las modificaciones a la Ley General de Vida Silvestre, quedó prohibido el uso de animales silvestres y domésticos en los circos. Así que elefantes, leones, tigres, cebras, camellos, osos, changos, caballos y hasta hipopótamos dejaron de aparecer entre luces y aplausos.
Pero tal como lo señaló este diario digital en su momento, ni las autoridades ni las organizaciones ni el propio Partido Verde se detuvieron a pensar en el destino que les esperaría a las especies. Información proporcionada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a este medio señaló que los dueños de los circos “no están obligados a notificar el destino de los ejemplares autorizados para aprovechamiento”, se leyó en la hoja de datos.
Por ello, de los mil 091 ejemplares inventariados en 2014, hasta agosto pasado, 396 fueron reportados como bajas y no se tuvo información sobre la ubicación de los 695 restantes, ya que los dueños solo están obligados a notificar altas y bajas, reveló la Semarnat.
