Para encarar un segundo día de disturbios, la policía despachó a otros 900 agentes a custodiar la ciudad, provenientes de otras regiones del país. Por lo menos 196 policías resultaron heridos, decenas de manifestantes fueron llevados a hospitales y más de 70 activistas fueron arrestados.
Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo/AP/EFE).- Grupos de manifestantes se enfrentaron violentamente con las fuerzas de seguridad el viernes en Hamburgo, prendiéndole fuego a automóviles y tratando de irrumpir en el centro de convenciones donde se celebra la cumbre del G20.
Para encarar un segundo día de disturbios, la policía despachó a otros 900 agentes a custodiar la ciudad, provenientes de otras regiones del país. Por lo menos 196 policías resultaron heridos, decenas de manifestantes fueron llevados a hospitales y más de 70 activistas fueron arrestados.
La canciller alemana Angela Merkel condenó la violencia, tildándola de “inaceptable”.
«Puedo comprender totalmente las manifestaciones pacíficas”, dijo Merkel, “pero las protestas violentas ponen en riesgo a la gente, ponen en riesgo a la policía y a las fuerzas de seguridad, ponen en riesgo a los habitantes, y eso es inaceptable”.
Merkel agradeció a las fuerzas de seguridad por su labor, de proteger a la cumbre del Grupo de los 20 realizada en una zona de acceso restringido.
Miles de policías antimotines vigilaban unas 30 marchas de protesta. La mayoría de las marchas fueron pacíficas y hasta creativas, pero algunos manifestantes lanzaron bombas molotov, tubos de hierro y piedras.
Al caer la noche, algunos encendieron piras en las calles del barrio de Schanzenviertel.
En el vecino distrito de St. Pauli, miles de personas bailaron en las calles con música techno y hip-hop mientras los líderes internacionales escuchaban un concierto de la orquesta filarmónica de la ciudad bajo fuerte protección policial.
Más de 20 mil agentes estaban disponibles para proteger las calles, los cielos y los ríos de la ciudad.
La policía usó chorros de agua para dispersar a los manifestantes, mientras otros agentes tuvieron que sacar a rastras a los descontentos que se habían sentado en las vías de acceso al centro de convenciones y que habían gritado a los convoyes que iban entrando.
Además los manifestantes le impidieron a la primera dama estadounidense Melania Trump llegar al lugar donde las demás primeras damas realizaban un evento.
La violencia parecía empeorar el viernes, cuando algunos activistas irrumpieron en una estación de trenes clausurada, tras doblar los postes de hierro en la entrada. La policía respondió con chorros de agua para evacuar la estación de Landungsbruecke.
Los manifestantes repetidamente trataron de irrumpir en la zona restringida, entre ellos 22 nadadores de Greenpeace que trataron de llegar a la zona desde el río Elba, pero no lo lograron, según la policía.
Más tarde, los activistas trataron de llegar a la Sala de la Orquesta Filarmónica de Hamburgo, donde los líderes mundiales iban a escuchar un concierto y asistir a una cena. Buques de Greenpeace propalaron música a alto volumen para entorpecer el encuentro.
La policía condenó “la asombrosa criminalidad y el alto potencial de violencia», y tuiteó una foto de un policía con una herida sangrante, producto de una piedra lanzada.
BLOQUEAN A MELANIA
Melania Trump se quedó bloqueada en su residencia en Hamburgo buena parte de la jornada, ante los disturbios registrados en las protestas contra la cumbre del G20 en la que participa su marido, y mostró en Twitter su preocupación por los heridos.
«Pensando en los heridos en las protestas de Hamburgo. Espero que todo el mundo esté a salvo», señaló en su cuenta en la red social.
Su primera salida pública en la ciudad portuaria del norte de Alemania, pasadas las 19.00 horas, fue para acudir con su esposo, Donald Trump, y el resto de parejas de la cumbre al concierto organizado en la Filarmónica del Elba por la canciller alemana, Angela Merkel, y su marido, Joachim Sauer.
La portavoz de la primera dama estadounidense informó de que la Policía de Hamburgo no les había dado la autorización para abandonar la residencia en la que se aloja la pareja presidencial durante la cumbre del G20, por lo que Melania no pudo sumarse el programa diseñado por Sauer para las esposas y maridos de los líderes.
«Se le impidió participar hoy en el programa de los esposos, lo que deseaba hacer», añadió la portavoz.
La jornada incluía un recorrido en barco por el puerto de Hamburgo y la visita a un centro puntero de investigaciones sobre el clima situado en Hamburgo, que tuvo que ser suspendida también por la cercanía de los disturbios.