México

Pobladores de El Ocotal exhiben a Mancera y Rubalcava: fue show, no “salvaron” el bosque, acusan

11/07/2017 - 12:05 am

El bosque ubicado en la carretera México-Toluca, en la colonia Loma del Padre, en la delegación Cuajimalpa de Morelos, estuvo a punto de ser destruido. Para la construcción del Tren Interurbano Toluca-Valle de México, impulsado por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, debían derribarse al menos 3 mil 300 árboles, pero el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunció recientemente que el trazo del proyecto fue modificado para evitar la tala.

Sin embargo, los habitantes de la zona destacan que ese triunfo –parar la tala– no le pertenece a los funcionarios de Gobierno de la capital del país ni al Diputado local, el priista, Adrián Ruvalcaba, ni al Delegado de Cuajimalpa, el también priista Miguel Ángel Salazar.

Todo ha sido una simulación, afirman, porque «ese triunfo es de los vecinos que levantaron la voz y se enfrentaron con los hombres que, con chalecos y logotipos de la SCT, llegaron para terminar con la vida de decenas de árboles». Las autoridades locales, dicen, prometieron sembrar nuevos especímenes»… otra cosa que, hasta el momento, no ha sucedido.

Ciudad de México, 11 de julio (SinEmbargo).– ¿El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, el Diputado priista Adrián Rubalcava Suárez y el jefe delegacional de Cuajimalpa, el también priista Miguel Ángel Salazar Martínez, son realmente los «salvadores» de El Ocotal, como se ha expresado recientemente?

El bosque [ubicado en la carretera México-Toluca, en la colonia Loma del padre, en Cuajimalpa de Morelos] estuvo en riesgo de desaparecer. Para la construcción del Tren Interurbano Toluca-Valle de México, impulsado por el Gobierno federal de Enrique Peña Nieto, debían derribarse al menos 3 mil 300 árboles, pero el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México anunció recientemente que el trazo del proyecto fue modificado para evitar la tala.

Sin embargo, reportes de vecinos precisan que al menos 150 árboles del parque fueron talados. ¿Y qué se hará para resarcir el daño? Aún no lo saben. Ninguna autoridad ni dependencia oficial les ha dado informes, aun cuando por Ley para realizar cualquier modificación en la zona se exige una consulta pública.

Las autoridades delegacionales, además, prometieron resarcir el daño con la siembra de nuevas especies. Pero eso no ha sucedido.

«Ellos se levantaron el cuello y ofrecieron cosas que no han cumplido. Pero el trabajo e incluso la vigilancia nocturna que ahora hacemos en el bosque es iniciativa de los ciudadanos», destacaron.

«Ese trabajo es voluntario y aquí se lo puede decir cualquiera. Ni Mancera, ni Rubalcava, ni el Delegado Salazar se han parado por aquí para ayudar», explicaron habitantes de la comunidad a SinEmbargo.

El pasado 3 de julio, en una reunión encabezada por Mancera Espinosa donde participaron autoridades federales y locales, el Diputado Adrián Rubalcava y Miguel Ángel Salazar, jefe delegacional de Cuajimalpa, agradecieron repetidamente la «sensibilidad» del mandatario de la CdMx por atender temas medioambientales, en especial en esa demarcación.

Antes, el 19 de junio pasado, usuarios de redes sociales, quienes acuden a El Ocotal a realizar deporte, denunciaron con material audiovisual la tala de árboles en el predio. Un día después, a través de sus cuentas oficiales en Twitter y Facebook, la Delegación Cuajimalpa compartió el permiso otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) desde el 7 de junio para llevar a cabo dicha actividad.

Incluso el Delegado y el Diputado priista «denunciaron», en conferencia de prensa, un ecocidio de 440 árboles, lo que representa un daño al equilibrio ecológico para Cuajimalpa y toda la CdMx. Por ello exhortaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y a la Semarnat «acreditar la documentación que ampara el derribo de árboles en suelo de conservación ecológica».

Pero todo eso se había realizado 13 días antes, como la propia Delegación dio a conocer mediante sus redes sociales.

El bosque de El Ocotal es considerado una de las joyas naturales de la capital del país. Enclavado en la Delegación Cuajimalpa sus dueños, los comuneros, de San Mateo Tlaltenango, acusan a las autoridades federales y a las de la Ciudad de México de quebrantar la Ley para dar paso a la destrucción del lugar, debido a la construcción del tren que correrá de Toluca a Santa Fe.  Fotos: Cri Rodríguez, SinEmbargo.

TALARON SIN CONSULTA 

Vecinos de la demarcación acusan que ninguna autoridad de la capital del país ni tampoco a nivel federal les consultó la decisión de impactar el predio ,que funge como un importante proveedor de agua y oxígeno en la urbe.

Además, en entrevista para SinEmbargo y en medio de la zona donde se realizó la tala, Ricardo García Osorio, quien desde hace 44 años habita el pueblo de San Mateo Tlaltenango, destacó que hasta el momento ningún funcionario ni dependencia les ha brindado información oficial ni con documentos que avalen los dichos de Mancera: que realmente el trazo del megaproyecto ya fue transformado y no habrá más árboles convertidos en leña y suplantados por una plancha de cemento.

«Estamos destinados a vivir en una selva de cemento y de varilla, a costa de que esto [El Ocotal] pueda desaparecer, por tanta construcción que viene realizando el Gobierno […] Ellos no se ponen a pensar que con este tipo de construcciones están terminando con esto, que es un pulmón de oxígeno», expuso.

Por su parte, Luis Manuel, de 34 años, contó a este medio que desde hace más de 15 años corre entre los miles de árboles que componen el bosque y criticó lo ocurrido hace un par de semanas.

«Fue un ecocidio y, me parece, fue un acto más allá de la falta de conciencia por parte de las autoridades involucradas en este proyecto del tren interurbano. Obviamente no hubo una consulta pública, no hay conciencia hacia el medio ambiente en la ciudad que está tan afectada por contingencias e inundaciones».

La palabra Cuajimalpa, recordó, proviene del náhuatl y significa «sobre las astillas de madera», por lo que, lamentó, «al ordenar esta destrucción se le está rompiendo la identidad al pueblo».

En la comunidad de San Mateo Tlaltenango, donde se pretenden desarrollar dos túneles por donde pasará el tren se han contaminado más de 15 cuerpos de agua, ya que «están utilizando mecanismos de explotación de la tierra, como es la dinamita, y es a través de eso que se contamina [el vital líquido]», comentó García Osorio.

TRIUNFÓ LA CIUDADANÍA, NO LAS AUTORIDADES

Los pobladores de la zona destacaron que el triunfo de parar la tala no le pertenece a los funcionarios del Gobierno de la capital del país ni a los políticos, sino a los vecinos que levantaron la voz y se enfrentaron a los hombres que, con chalecos en color guinda y logotipos de la SCT, llegaron a terminar con la vida de decenas de árboles.

Por si fuera poco, detallaron, las autoridades delegacionales convocaron a una «clausura ciudadana», con el fin de evitar que se continuara con el derribo de árboles. Incluso colgaron lonas con la leyenda «lamentamos el retiro de árboles para la ampliación de la carretera federal, por cada árbol retirado, sembraremos 10 nuevos con especies nativas».

Pero los vecinos recriminaron que hasta el momento no se ha cumplido dicho compromiso. Ellos aseguran que todo fue una simulación.

El tren, opinó José Luis Chávez Arriaga –quien cuenta con parte de la propiedad comunal del trazo en el que se llevó a cabo la tala–, tiene como propósito hacer crecer la mancha urbana.

«No dudo que por donde va a pasar el tren después se construyan edificios», dijo. Además, denunció que las autoridades no tuvieron ningún acercamiento con el fin de expropiar los terrenos que les pertenecen desde el año 1534.

Actualmente, informaron, el bosque es resguardado durante la noche por grupos de vecinos que se autonombraron «luciérnagas» y realizan guardias a fin de evitar que la actividad se repita mientras duermen.

CONTAMINACIÓN AMBIENTAL Y DEL AGUA

Paloma Neumann, campañista de Megaciudades en Greenpeace México, explicó a este diario digital que los bosques nativos –como es el caso de El Ocotal– son de «gran importancia» para regular el clima local, infiltrar el agua de lluvia bajo el suelo.

«Cuajimalpa es una zona muy importante en términos de infiltración del agua de lluvia y donde nacen algunos ríos temporales y otros como el río Magdalena, el único que en la actualidad es fuente de agua potable para los habitantes de la Ciudad de México, en especial para los de Cuajimalpa».

«Seguir cortando árboles en esa zona también contribuye a la problemática de acceso al agua, inundaciones y riesgo de deslaves en zonas aledañas altas», añadió la activista.

Mantener la masa arbórea, dijo, es de suma importancia en términos de calidad del aire, más aún, puntualizó, en la ciudad donde las contingencias ambientales son frecuentes, pues la vegetación ayuda a regular la calidad del aire que se respira.

Los cuerpos de agua que se encuentran alrededor de la urbe en la zona montañosa, explicó, son el resultado de la captación de lluvia y proveen del vital líquido no sólo a los seres humanos, sino a la fauna que habita alrededor. De allí la importancia de mantenerlos limpios, ya que el agua se vuelve a infiltrar al suelo en otras partes de las montañas y es de donde la Ciudad de México obtiene el líquido.

«Si se contamina se está contaminando el agua de la que dependemos los habitantes de la Ciudad de México, que todavía captura aproximadamente el 40 por ciento de su agua potable del subsuelo», insistió.

Derivado de lo anterior, Paloma Neumann hizo un llamado a los gobiernos federal y local para «asumir la responsabilidad que les corresponde en términos de resguardar la calidad de vida y la salud de los habitantes del país y de la ciudad. No pueden darse el lujo de permitir seguirle facilitando el negocio a la industria de la construcción que parece que están rigiendo el futuro del país […] Necesitamos proyectos que contemplen las necesidades y los derechos y de la ciudadanía, contemplando los aspectos ambientales y la calidad de vida».

en Sinembargo al Aire

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