Peña Nieto aseguró que la tecnología que su administración adquirió se ha empleado para la seguridad interna y jamás, resaltó, ha sido mal utilizada para escuchar de manera ilegal a activistas, periodistas y mucho menos a los ciudadanos. El Presidente agregó que quienes acusan a su Gobierno de espionaje mienten, porque, dijo, es muy fácil señalar sin tener pruebas.
La investigación fue revelada por el New York Times desde febrero pasado, cuando se dio a conocer que las primeras víctimas del #GobiernoEspía fueron activistas que están contra las refresqueras.
Pero más tarde, en Guadalajara, el Presidente aseguró que se expresó inadecuadamente y solicitó aclarar sus dichos, en el sentido de que pidió a la PGR investigar este tipo de intervenciones ilegales. «No lo expliqué suficientemente. Advertí que se investigue si fuera de una entidad pública están teniendo teniendo intervenciones, y ésta es la indicación que he dado. Se han suscitado ciertas distorsiones…”
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Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- El Presidente Enrique Peña Nieto aseguró este jueves que somos una sociedad que se siente espiada. Incluso él, que dijo recibir mensajes y llamadas que no sabe de dónde viene.
Con esa vulnerabilidad trató de explicar el Jefe del Ejecutivo que el espionaje en México es común o, más bien, está fuera de control.
Pero el mandatario también lanzó una amenaza: “Espero que la Procuraduría General de la República con celeridad pueda deslindar responsabilidades. Y espero, al amparo de la Ley, pueda aplicarse contra aquellos que han levantado esos falsos señalamientos contra el Gobierno”.
Al encabezar un evento en el Parque Industrial Lagos de Moreno, en Jalisco, Peña habló por fin sobre la investigación del diario The New York Times, #GobiernoEspía, que revela que desde el inicio de la administración del priista fue adquirido equipo de espionaje para ser empleado contra activistas y periodistas mexicanos.
«Somos una sociedad que las más de las veces nos sentimos espiados. Yo mismo como Presidente de la República, a veces recibo mensajes, cuya fuente u origen desconozco, pero como ocurre en todo caso, soy cuidadoso en lo que hablo telefónicamente porque no faltará que alguien, o que alguna vez, exhiban alguna conversación mía», señaló Peña Nieto.
El Presidente agregó que quienes acusan a su Gobierno de espionaje mienten, porque, dijo, es muy fácil señalar sin tener pruebas. Pidió investigar pero a quienes denuncian, y eso provocó una respuesta airada de las organizaciones civiles.
«Resulta muy fácil señalar y apuntar, convocar para que se señale al Gobierno como una entidad que espía, nada más falso que eso. Ninguna de las personas que se sienta agravada puede demostrar que su vida haya sido lastimada por supuestas intervenciones», dijo.
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Peña Nieto aseguró que la tecnología que su Gobierno ha adquirido se ha empleado para la seguridad interna, jamás para escuchar de manera ilegal a activistas y periodistas.
«No cabe intervenir de manera ilegal la vida privada de cualquier ciudadano, eso no cabe en una democracia como la que vivimos en México».
Incluso, condenó «cualquier intervención que se tenga en la vida privada de cualquier activista o periodista».
Informó que instruyó a la Procuraduría General de la República (PGR) para que realice la investigación correspondiente «con toda celeridad y prontitud».
Y SE DESDICE
Más tarde, en Guadalajara, el Presidente aseguró que se expresó inadecuadamente y solicitó aclarar sus dichos, en el sentido de que pidió a la PGR investigar este tipo de intervenciones ilegales.
«No lo expliqué suficientemente. Advertí que se investigue si fuera de una entidad pública están teniendo teniendo intervenciones, y ésta es la indicación que he dado. Se han suscitado ciertas distorsiones, de las que, reconozco, no puntualicé o no me expliqué lo suficiente», justificó en Guadalajara.
«No sé por qué este empeño de llevar a ese escenario al Gobierno, todo lo contrario. Lo que estoy queriendo afirmar es que no tenemos participación en espionaje. Es muy fácil que muchos se quieran subir a esa ola de señalamientos, a esta ola que va en contra del Gobierno. Siempre es lo más fácil, señalar al Gobierno».
¿Esa parte de su discurso no era contra los activistas?, se le preguntó.
«De ninguna manera (es contra los activistas). Si estoy afirmando que somos un Gobierno respetuoso de la libertad de expresión y de la crítica», manifestó.
–¿Ninguna represalia contra quienes lo acusan? Porque así se entendió –se le insistió.
«No lleven a que diga lo que no he señalado. ¿Por qué habría de tener alguna acción en contra de la libertad de expresión? Todo lo contrario, estamos para generar mejores condiciones para la libertad de expresión», insistió.
Al aclararle que no fue una distorsión, pues en realidad así lo dijo, reconoció que se equivocó.
Peña Nieto dijo que el Gobierno no niega la compra de equipo para «escuchas», pero éstas, puntualizó, son para combatir al crimen organizado.
«Muchos de los blancos (detenidos por formar parte del crimen organizado) no fue por obra de la casualidad, fue un gran trabajo de investigación, pa
La tecnología a la que se refiere el Presidente es el malware “Pegasus”, desarrollado por la empresa iraní NSO Group, que en teoría sólo debe ser usado para investigar a criminales y terroristas.
De acuerdo con el documento revelado por el Times, entre enero de 2015 y julio de 2016, se registró una serie de ataques contra periodistas y activistas mexicanos través de ese sistema. A estos se suman los 12 intentos registrados en contra de científicos y activistas de la Alianza por la Salud Alimentaria.
El informe fue elaborado por las organizaciones Artículo 19, R3D y Social TIC, con asesoría técnica de Citizen Lab de Canadá.
El diario estadounidense cita que cada infección exitosa tendría un costo que oscila alrededor de los 77 mil dólares.
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Organizaciones de la sociedad civil, periodistas y activistas espiados por el Gobierno de México presentaron una denuncia formal ante la PGR para que investiguen a las instancias federales involucradas en este caso.
La periodista Carmen Aristegui, una de las víctimas de espionaje, lo consideró “inaceptable” y reclamó al Gobierno de México que dedique su tiempo a investigar a defensores de derechos humanos y activistas, mientras los criminales siguen libres.
En una carta de tres renglones, firmada por Daniel Millán Valencia, Director General de Medios Internacionales de la Presidencia de la República, pidieron a los afectados denunciar ante la Procuraduría General de la República (PGR) y señalaron, sin más, que no existen pruebas de que el Gobierno mexicano haya sido el autor de la vigilancia ilegal.
Posteriormente, la Procuraduría General de la República (PGR) abrió una capeta de investigación por los delitos de intervención de comunicaciones privadas y acceso ilícito a sistemas y equipos de informática que fueron utilizados presuntamente para espiar a periodistas y defensores de derechos humanos, además de solicitó información sobre las dependencias y empresas que han facilitado este tipo de intervención.
La PGR es una de las dependencias señaladas de haber adquirido el software “Pegasus” con el cual se produjo el espionaje en México.