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¿Corrupción en el alma mater de México? Maestros abren un caño que huele… hasta CU, en la UNAM

14/06/2017 - 12:05 am

Lo que inició como una denuncia contra un grupo de profesores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón que recibieron una beca del Conacyt mientras ocupaban una plaza de tiempo completo, ha desembocado en un problema para la Auditoría Superior de la Federación y la manera en que niega la realización de auditorías.

Dos profesores de dicha FES han enumerado la serie de reglamentos internos y federales que autoridades de diversos niveles han violado en lo que parece un actuar sistemático dentro de la Máxima Casa de Estudios en México: profesores atrincherados en círculos de poder que trabajan en la Universidad y al mismo tiempo reciben dinero que está destinado a la realización de trabajos de investigación.

Ciudad de México, 14 de junio (SinEmbargo).– Desde abril de 2016, profesores y estudiantes de la Carrera de Economía de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), denunciaron que siete profesores trabajaron ahí con plazas de tiempo completo y, al mismo tiempo, fueron becarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

El reglamento del Conacyt establece que quien reciba una beca debe dedicarse de tiempo completo a los estudios; si bien se pueden realizar actividades de apoyo a la docencia o investigación, éstas no deben exceder de ocho horas a la semana, además de que no se debe tener ninguna relación laboral.

Un año después, el número de profesores que incurrieron en esa falta incrementó a nueve. Ocurrió lo mismo con la lista de autoridades y organismos que permitieron ese actuar y que hasta la fecha no han intervenido.

SinEmbargo solicitó una postura de la Rectoría de la UNAM, ya que los profesores Alfredo Bravo Olivares y Leniné Rojas Olivas aseguraron que personalmente y en reiteradas ocasiones han informado del caso al Rector Enrique Graue Wiechers; él mismo ha dicho que está enterado del caso, expusieron. Hasta el cierre de esta edición, la oficina del doctor Graue Wichers no había dado respuesta a la solicitud de este diario digital.

En el último año, han salido a la luz varios casos de académicos universitarios que trabajan y al mismo tiempo gozan de beca. Estas prácticas se enmarcan en los contantes recortes presupuestales a los que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se ha visto sometido en la actual administración.

Fue hace un año cuando Bravo Olivares y Rojas Olivas, académicos de la FES Aragón, denunciaron a siete profesores que incurrían en esta falla y encontraron que las autoridades universitarias han caído en diversos delitos por encubrir a ese grupo de profesores.

La denuncia escaló hasta inmiscuir a la administración del nuevo director de la Facultad, Fernando Macedo Chagolla. Derivado de eso, ambos profesores solicitaron la intervención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), pero Benjamín Fuentes Castro, secretario adjunto de esa entidad, negó el ejercicio y se limitó a entregar las auditorías hechas en años anteriores.

Los académicos recurrieron a un amparo y el Juzgado 14 de Distrito en Materia Administrativa falló a favor de ellos, al determinar que Fuentes Castro no tiene las facultades legales para responder.

“Esto pone en una situación grave a la ASF, porque cualquier documento que haya respondido Fuentes Castro es nulo”, comenta Bravo Olivares en entrevista.

“El Juez le dice al Auditor que no resuelve la petición de los quejosos. Le están pidiendo que actúe. La resolución dice que la respuesta que nos dio el auditor el 23 de marzo es nula, que no tiene lugar, que tiene que reponer la respuesta porque no ofrece ningún fundamento legal”, comenta Rojas Olivas.

Además, de acuerdo con los documentos del amparo, la ASF recurrió en los alegatos a una Ley que no existe, por lo que según los profesores, existe la posibilidad de fraude procesal por parte de la ASF ya que trató de engañar al Juez para beneficiarse en una sentencia.

EL CASO INICIAL

En abril de 2016, se hizo público que un grupo de profesores de la FES Aragón solicitaron una beca a Conacyt y al mismo tiempo, un permiso con goce de sueldo.

Uno en particular, es Orlando Eleazar Moreno Pérez. En 2004 pidió la beca y firmó la carta de que sólo trabajaría ocho horas, pero solicitó permiso con goce de sueldo al Consejo Técnico de la FES y se lo otorgaron como “Profesor de Tiempo Completo” y además, como “Profesor de Asignatura”. Ahí suman 44 horas, a pesar de que él firmó una carta compromiso para que le otorgaran la beca.

Ésta no fue la primera vez. Ese actuar ya se había realizado por otros seis profesores.

“Eso es un fraude. Está tipificado en el Código Penal Federal y el fraude, según el monto total de lo defraudado condena ciertos años de prisión, porque tiene como pena la privación de la libertad. En el caso de Orlando Moreno, rebasa por mucho todos los límites, porque recibió la beca por tres años”, explica Leniné Rojas.

Alfredo Bravo agregó que además de la violación a nivel federal, dentro de la UNAM también hay violaciones. Esto porque el Consejo Técnico al aprobarle la licencia con goce de sueldo, lo hizo en términos del Artículo 95 del Estatuto General del Personal Académico, cuando tenía que hacerlo en términos del Artículo 96, que señala que los miembros del personal académico que gocen de una beca otorgada por una institución diferente a la UNAM, en este caso Conacyt, será el Consejo Técnico correspondiente el que determine si se justifica que el becario disfrute de la totalidad o de una parte de su sueldo.

“Este profesor debió haber dicho al Consejo Técnico que iba a recibir beca y entonces el Consejo debió deliberar si la recibía o no. Pero Moreno Pérez no avisó. Automáticamente eso, según la Ley Federal del Trabajo lo hace caer en causales de recesión inmediata del contrato de trabajo sin justificación por parte del patrón.  La Universidad podría rescindirle el contrato inmediatamente, tendría que quedar fuera de la Universidad y exigirle que devuelva lo que obtuvo como beca y como salario por ser fruto de una actividad delictiva. Y todo esto lo hicieron, además, otros ocho profesores”, expone.

Las pruebas se presentaron ante el Consejo Técnico pero no hubo respuesta. Luego le presentaron un alcance a la iniciativa y el Consejo se hace sabedor. No notificó al Ministerio Público pero sí a la Oficina Jurídica. Se citó a los profesores para que comparecieran y ahí se les dijo que no se podía actuar porque Conacyt no había respondido todavía.

Sin embargo, ya se tienen documentadas todas las respuestas de Conacyt donde dice quiénes han sido becados, por cuánto tiempo, qué monto de beca ha recibido y los números de cuenta en los que deposita.

Se entregó al Consejo Técnico la respuesta de Conacyt sobre la beca de tiempo completo de Orlando. Y el acuerdo del Consejo Técnico donde le dan licencia con goce de sueldo en términos del Artículo 95.

“Entonces se configura el delito: están las respuestas de Conacyt, donde se dice que recibió una beca, pero Orlando dijo que es mentira lo que estamos denunciando”, dice Leniné Rojas.

“Estas son pruebas plenas: los acuerdos del Consejo donde no avisó de la beca y la información de Conacyt, las becas, en qué periodo fueron y cuánto dinero le dieron. Se configura la falta dentro de la Universidad, pero además se configura el fraude porque le miente a Conacyt y le miente a la UNAM. Eso lo recibe el Consejo y simplemente lo desecha”, dice Bravo Olivares.

Y, ADEMÁS, ACUSACIONES DE PLAGIO

Varios profesores del llamado “Claustro Académico” cargan con varias acusaciones de plagio. Es el caso de Moreno Pérez, René Rivas Ontiveros y Ricardo Ramírez Brun. Pero en 2016 denunciaron que el entonces Director Gilberto García Santamaría González, había plagiado 30 párrafos en su tesis.

El secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, dio posesión como director interino al decano del Consejo Técnico de la FES Aragón, Carlos Chávez.

Para fijar al director definitivo, el Rector envió una terna de candidatos, aunque en el reglamento se señala que deben ser varias ternas. Pero de esos tres candidatos, ninguno era elegible porque una de las características es tener un modo honorable de vida y dos de ellos declararon haber servido como funcionarios públicos, uno del gobierno de la Ciudad de México y otra de la federación mientras eran profesores.

Alfredo cuenta que esos detalles estaban en su curriculum. Una profesora era Jefa de las Divisiones de la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Aragón y al mismo tiempo funcionara de Sedatu en 1988, año en que además, obtuvo su plaza de tiempo completo.

“¿Cómo el Consejo Técnico, la Junta de Gobierno y el Rector no se dieron cuenta de ese pequeño detalle? ¿O el contralor de la Universidad? Revisamos el curriculum de Eligio Cruz, que trabajó en la policía. Revisamos su Plan de Desarrollo Institucional para la FES Aragón y es una copia textual del Plan de Desarrollo Institucional del Rector. Esto se presentó en una denuncia ante el Presidente de la Junta de Gobierno. Están informados de lo que sucede”, afirma.

Entonces resultó elegido Fernando Macedo Chagolla, quien tuvo 20 horas como ayudante de profesor en la Facultad de Ingeniería y al mismo tiempo, también, tenía beca como estudiante del Conacyt.

Macedo Chagolla estuvo al frente del Sistema de Universidad Abierta y Educación Continua durante cuatro años y en los últimos años, los ingresos propios que genera a FES Aragón cayeron casi la mitad. Han pasado de 80 millones a 40 millones aproximadamente, cuando los cursos de Educación Continua y los diplomados han aumentado, señalan los profesores.

“Así, concluimos que hay una serie de violaciones sistemáticas a la Constitución, a la Ley Orgánica de la UNAM, al Estatuto General de la Universidad, al Estatuto del Personal Académico, al Marco de Docencia de la UNAM, al Código de Ética de la UNAM, a la Ley Federal del Trabajo, a la Ley del Conacyt”, sostiene Bravo Olivares.

Rojas Olivares sostiene que el Secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí, tiene conocimiento del caso. Dijo que era preocupante y que iba a llamarlos. Ellos le dieron de todo.

El tema, aseguran, también llegó al Rector Graue.

El pasado 16 de mayo en una comida por el Día del Maestro le entregaron un documento en la mano y le pidieron una solución al problema. Él dijo que estaba enterado. Agarró las dos hojas y se las guardó en el saco.

Además entregaron la información en la Torre de Rectoría, una memoria USB y toda la información del amparo.

Sin embargo, el ex director acaba de ser premiado con una plaza de tiempo completo en la FES Aragón y el profesor Orlando, el origen de toda la investigación, fue premiado porque lo pasaron del nivel C del PRIDE al D.

Recientemente en el Acuerdo 161128, el Consejo Técnico desechó la iniciativa en contra Orlando al decir que no había pruebas. A decir de los profesores, es una señal de que en FES Aragón la denuncia ya se desechó.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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