Francisco Ortiz Pinchetti
09/06/2017 - 12:00 am
La chistera del mago Mancera
Nadie en su sano juicio, como diría mi abuelita si viviera, apostaría siquiera un billete de dos pesos a la hipotética candidatura de Miguel Ángel Mancera Espinosa a la Presidencia de la República en 2018. El jefe de Gobierno de la capital, que llegó al cargo como candidato del PRD con un formidable apoyo ciudadano ha visto severamente erosionada su popularidad, al grado de no alcanzar arriba de un dígito en las preferencias electorales según todas las encuestas recientes.
Nadie en su sano juicio, como diría mi abuelita si viviera, apostaría siquiera un billete de dos pesos a la hipotética candidatura de Miguel Ángel Mancera Espinosa a la Presidencia de la República en 2018. El jefe de Gobierno de la capital, que llegó al cargo como candidato del PRD con un formidable apoyo ciudadano ha visto severamente erosionada su popularidad, al grado de no alcanzar arriba de un dígito en las preferencias electorales según todas las encuestas recientes.
Paga el gobernante su debilidad ante las manifestaciones callejeras y los plantones que afectan cotidianamente a millones de capitalinos, su ineficacia ante problemas torales como el transporte público, el agua potable, la contaminación atmosférica; la creciente inseguridad, que se empeña en soslayar; el tres veces fallido programa Hoy no Circula, la arbitrariedad e ilegalidad de sus foto multas y sus poco transparentes relaciones con sectores empresariales, particularmente con los desarrolladores inmobiliarios.
No obstante, Mancera Espinosa quiere ser candidato a la grande. Así lo proclama cada vez que se lo preguntan. Lo grita casi. Sus allegados aseguran que no sólo se muestra convencido de sus posibilidades, sino que está verdaderamente entusiasmado con la idea. El doctor, como le llaman en su círculo, presume tener una batería de misiles de alto alcance mediático para revertir el deterioro de su imagen y cerrar su gobierno de manera espectacular.
Tiene ya en su alforja el galardón de haber rebautizado a la capital, al convertirla de Distrito Federal en Ciudad de México y dotarla de una identidad geográfica internacional que no es poca cosa. También, el mérito histórico de haber consumado la reforma política de la capital, un anhelo de décadas, y dotarla de una Constitución política propia, así esté por ahora multi impugnada ante la Suprema Corte de Justicia. Lleva también su exitoso programa “El médico en tu casa”, que cobra fama mundial, y acaba de poner en marcha el “Maestro en tu casa”. Arrancó apenas “Tu ciudad te requiere”, que impactará una colonia cada semana con una participación vecinal masiva en tareas de mejoramiento urbano, con el apoyo del gobierno capitalino. Cada semana. Como relojito.
Justo a tiempo se hizo el jefe de Gobierno de 51 años de edad de la presidencia de la Confederación Nacional de Gobernadores, Conago, lo que le dará reflectores en todo el país durante un semestre clave. Y ya hasta pidió a Andrés Manuel López Obrador dejar los protagonismos y sumarse a un proyecto común de amplia convocatoria ciudadana para 2018. “¿Que quién lo encabece?, eso es una cosa que después se podrá resolver”, dijo al día siguiente de las elecciones estatales en Edomex.
La chistera de Mancera Espinosa contiene una serie de obras ciertamente impactantes que como por arte de birlibirloque, piensa él, darán a la CDMX una nueva fisonomía en los próximos cinco, seis meses, justo a tiempo para usufructuarlas como méritos de campaña. Algunas son realmente espectaculares, otras evidentemente útiles y algunas meramente cosméticas, pero todas lucidoras. “Voy a dejar una ciudad transformada”, dicen que dice.
Por lo pronto tiene a media capital de cabeza con obras aparentemente inconexas, sueltas, molestas. Agujeros, desvíos, zanjas, polvaredas, escombros por dondequiera. Su plan es que de pronto, como sacadas en efecto del sombrero de Merlín, se armen, se vinculen y formen un todo sorprendente que catapulte su figura pública.
El proyecto vial más importante del sexenio es el doble túnel de Río Mixcoac y la avenida Insurgentes Sur, el famoso e inicialmente cuestionado “deprimido de Mancera”. En él se invierten seis mil 500 millones de pesos y se espera que venga a remediar uno de los nudos vehiculares más conflictivos de la ciudad. Será además el eje de todo un plan urbano en la zona centro sur de la ciudad. Estará terminado a finales de junio, ya.
Están también la construcción de la línea 7 del Metrobús, de Indios Verdes a Santa Fe, que correrá por el Paseo de la Reforma y contará con vehículos de doble piso al estilo londinense; la ampliación de la línea 12 del Metro, de Mixcoac a Observatorio; la construcción del tramo del tren interurbano México-Toluca que corresponde a la capital, la apertura de 35 nuevos kilómetros ciclovías y la ampliación del servicio de Ecobici hacia el Sur, para beneficiar a más de 15 colonias, además de incorporar otras 13 de Miguel Hidalgo. En septiembre entrarán en servicio 340 bicicletas eléctricas y 28 nuevas ciclo estaciones multimedia para su recarga.
Apunte además la construcción de los Centros de Transferencia Modal, (Cetram) de Tlapan, Chapultepec y Constitución de 1917, la restauración integral de la Zona Rosa, la remodelación de la Glorieta Insurgentes y del Monumento a la Madre ,y su adyacente Jardín del Arte; la remodelación total de la Plaza de la Constitución y la adecuación de nuevas vialidades para uso peatonal en el Centro Histórico, así como los programas en marcha de instalación de cámaras de vigilancia, regeneración de fuentes públicas, iluminación de calles y avenidas, remozamiento de camellones y señalización vial. ¿Ya vio los nuevos postes con luminarias LED?
Agregue la reposición de todas las banquetas y guarniciones de la avenida Insurgentes Sur, desde la glorieta de Chilpancingo, en la colonia Roma Sur, hasta Río Mixcoac. A lo largo de 4.6 kilómetros están siendo retiradas las viejas losetas rojizas que han cubierto los arroyos peatonales desde hace cuando menos cuarenta años y sustituidas por flamantes bloques pre colados en diferentes tonos de gris.
Todo eso –y más– ocurrirá en los próximos 180 días, cuando de sopetón se terminen las obras con un admirable cálculo político de los tiempos, justo antes de que Mancera Espinosa deje la jefatura de Gobierno para buscar su anhelada candidatura. Personalmente, creo que la conclusión feliz de todas esas obras, si ocurre así, redituará altos bonos al sigiloso jefe de Gobierno… que desde luego no serán suficientes para darle verdaderas posibilidades electorales, pienso yo. Salvo que ocurra un milagro. Válgame.
@fopinchetti
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