México comparte con Argentina y Brasil dos acuerdos de Complementación Económica (ACE 6 y ACE 53), que actualmente están en rondas de negociación para profundizarse.
Por Martí Quintana
México, 14 de mayo (EFE).- Inmerso en la diversificación comercial y buscando escudarse ante la renegociación del TLCAN, México ve en Argentina y Brasil una solución a su dependencia de EU en cuatro granos básicos; maíz amarillo, arroz, trigo y pasta de soja.
«Esta gira de trabajo busca que nuestros productores de grano tengan alternativas de proveeduría», dijo el coordinador general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Raúl Urteaga.
Tras una visita de una semana a Buenos Aires (Argentina) y Sao Paulo (Brasil) acompañado de 17 empresarios, el representante de la Sagarpa recordó en entrevista con Efe que estos cuatro granos han sido «tradicionalmente» importados desde Estados Unidos.
No obstante, la inminente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, 1994) está cambiando las perspectivas mexicanas. Y «no nos estamos quedando de brazos cruzados», aseguró Urteaga.
Si en la modificación de este acuerdo trilateral—México, EU y Canadá— hay una imposición de aranceles a exportaciones mexicanas al vecino del norte, se efectuará una «política espejo», es decir, se subirán impuestos a las compras de los Estados Unidos.
Por ello, conviene «diversificar las compras del exterior» y así evitar que nuevos impuestos encarezcan los productos nacionales, agregó.
El asunto no es baladí, pues si bien México es autosuficiente en maíz blanco, cuyo principal destino es el consumo humano, cada año importa alrededor de 14 millones de toneladas de maíz amarillo.
Con un valor de 2 mil 500 millones de dólares y el 95 por ciento procedente de Estados Unidos, este tipo de grano se utiliza como forraje para ganado.
De trigo panificable, se importan 4,5 millones de toneladas, y tanto de arroz como de pasta de soya, un millón de toneladas.
México comparte con Argentina y Brasil dos acuerdos de Complementación Económica (ACE 6 y ACE 53), que actualmente están en rondas de negociación para profundizarse.
Y en el sector agroalimentario, deberán servir para «facilitar aún más el acceso recíproco de productos».
«Argentina y Brasil se constituyen en una opción muy viable porque estos dos países son productores netos de estos granos», afirmó el funcionario.
Además, estas dos potencias latinoamericanas también pueden suponer un polo para las exportaciones de México, una nación que, tras el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca y su embate proteccionista, hace bandera de su apuesta por la diversificación comercial.
«Independientemente de lo que vaya a suceder con la renegociación del TLCAN, estos son mercados muy valiosos para nuestros productos, son economías en crecimiento y con mercados de consumo muy grandes (…) y vamos hacia un progreso integracionista cada vez más fuerte con América Latina», señaló.
Urteaga resaltó «áreas de oportunidad» en estos dos gigantes para alimentos como la nuez pecanera o el aguacate.
Asimismo, en este viaje se reunieron también con el Gobierno argentino, a fin de lograr que se reconozca la denominación de origen del tequila.
«Debemos avanzar en este reconocimiento para que la exportación crezca de manera correcta y no se ofrezcan marcas no producidas en México y que constituyen un engaño al consumidor», detalló.
Bajo estas premisas, la delegación mexicana realizó una misión comercial que comenzó el 7 de mayo en Argentina y acabó el sábado en Sao Paulo, y que se suma a otras iniciativas impulsadas en otras regiones del mundo, como la certificación halal para vender a países musulmanes.
De acuerdo con datos de la Sagarpa, las exportaciones agroalimentarias sumaron el pasado año un récord de 29 mil millones de dólares, con un superávit en la balanza de 3 mil 200 millones de dólares.
La nación latinoamericana comercializa sus productos agroalimentarios a más de 150 países, pero el primer mercado es Estados Unidos, donde va el 78 por ciento de las ventas.
En 2016, las exportaciones al país vecino ascendieron a 24 mil 874 millones de dólares, frente a unas importaciones valoradas en 17.910 millones de dólares, dejando un superávit favorable a México de casi 7 mil millones de dólares.