El futbol femenil en México ya ganó su primer partido con la realización de la Copa MX Femenil, pero ahora tiene otro en puerta: el juego legal. Y al parecer, ese durará más de 90 minutos.
Por Olga Trujillo, Vice Sports
Ciudad de México, 21 de mayo (SinEmbargo/ViceMedia).– El futbol femenil en México ya ganó su primer partido con la realización de la Copa MX Femenil, pero ahora tiene otro en puerta: el juego legal. Y al parecer, ese durará más de 90 minutos. «Sabemos que en el futbol mexicano existe este asqueroso llamado pacto de caballeros el cual, sin importar lo que digan las leyes FIFA, ni las instituciones internacionales, en México se maneja de forma distinta». Son las palabras de Ricardo Galicia, abogado y presidente de la Asociación de Abogados del deporte de la CDMX-ASAD, quien pone el dedo en las heridas: jugadores que no son libres tras la finalización de su contrato y que no pueden negociar con quien ellos quieren. Y de acuerdo a sus palabras, las mujeres contratadas por las mismas personas corren el riesgo de repetir la historia.
«Obviamente a las mujeres les sucederá igual pues es sabido que son los mismos patrones de los clubes de futbol y seguirán esa línea de ‘si no te cuadras con el equipo mexicano, pues no te dejo salir'», explica Galicia. «Me imagino que de entrada no tendrá la misma importancia o difusión que como si no dejaran salir a Oribe Peralta, una jugadora que va empezando no tiene esa difusión y de esta manera no es tan grande el caso, así que los federativos tendrán un poco más de libertad en aplicar el próximo pacto de damas».
Pero la mente y energía de las jugadoras de la Copa MX Femenil está puesta en este primer juego, en la ilusión de ver rodar el balón luego de un silbatazo, en sus uniformes, la comida y lo cómodo del hospedaje. «Considero que la organización ha sido buena hasta ahora en lo que hemos estado en el hotel… Yo he visto torneos varoniles y creo que aquí tienen una organización similar, pienso que son los mismos directivos y se nos ha dado, de alguna manera, el mismo apoyo que tienen las categorías menores de hombres», dijo la jugadora de las Chivas Miriam García. A sus 19 años, la también seleccionada nacional, ve lejos los baches que el futbol femenil aún tiene que enfrentar en el terreno legal.
Como abogado de los Pumas, Ricardo elaboró, revisó y negoció contratos con los jugadores del primer equipo, fuerzas básicas y cuerpo técnico. Por eso sabe que los contratos de las jugadoras deben tener cláusulas a tratarse con cuidado y dejar la emoción en la banca.
«Al final del día no olvidemos que los clubes van a empezar a lucrar con ellas, será poco o mucho, ya veremos, pero empezarán a caer recursos, patrocinios, entradas y por lo tanto se convierten automáticamente en trabajadoras del club», advierte Galicia. «Una cosa es la emoción, el sueño, la ilusión de que por fin se logró una Copa, pero no se debe descuidar el tema personal como lo es el laboral. Tienen que cuidar todos estos aspectos y comenzarse a comportar como jugadoras profesionales que ya son, ya tienen que cambiarse el chip de que ya no están jugando en la escuela o en la liga de los domingos».
El partido legal que jugadoras destacadas del conjunto nacional de Estados Unidos disputaron y ganaron ante su Federación al alegar discriminación salarial, fue un ejemplo en el mundo de cómo un equipo femenil avanzó en materia de equidad ante sus colegas hombres, pero quedó claro también que se trata de las ex campeonas del mundo y de un país de primer nivel. Las jugadoras no solo lograron aumentos significativos en la compensación directa, sino también dietas iguales a la selección masculina, mayores beneficios de viaje y un mayor apoyo para las jugadoras que están embarazadas o en proceso de adopción.
En España el juego se pitó diferente. La disolución de los contratos de futbolistas por motivos de embarazo era una práctica habitual. La falta de un marco normativo para el deporte llevó a que Mariajo Pons, portera de 32 años del Zaragoza, declarara en su momento: «El embarazo estaba junto a otras causas por las que podía quedar sin efecto el contrato… Creo que ahora no es tan común, pero las chicas, en general, no quieren hablar».
Algunas, como dijo Begoña Fernández, jugadora internacional de balonmano, se iban a casa como sucedió con una de sus amigas, que «se deprimió, tuvo un aborto y a los pocos días la volvieron a llamar para ofrecerle un nuevo contrato». Ella lo consideró «despreciable».
Y aunque ambas situaciones suceden a miles de kilómetros de historia del futbol femenil mexicano, el abogado Ricardo Galicia cree que existen ventajas al saber de ellos. «Ese es un tema de derecho comparado entre la Ley Federal del Trabajo en México y las leyes norteamericanas o españolas. Obviamente sabemos que cada país tiene su regulación normativa y no podemos compararnos con otros países que son de primer mundo y en Estados Unidos además el futbol femenil es un deporte top, pero, sin duda alguna, las defensas jurídicas de las jugadoras, que en dado caso tengan algún contratiempo, podrían utilizar el derecho comparado como parte de estrategia y hacer alusión a como se da en otros países».
Dichos contratiempos están claros… y cercanos. «La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que a trabajos iguales, salarios iguales», aclara el abogado, pues para la Liga MX, el Torneo de Copa y de Liga -a celebrarse en septiembre- utilizará a los mismos equipos de futbol por lo que «no están jugando ‘las vaqueritas’ contra ‘las conejitas’, son América y Chivas». Pagarle más a un hombre que a una mujer cuando realiza la misma actividad, significa «caer en un tema de violación a la LFT. Si nos vamos por categorías, el equipo femenil es el primer equipo del patrón, o sea la Primera División, tendrían que recibir la misma cantidad. Sabemos que no hay patrocinios, derechos de transmisión, entradas a estadios, pero no debería ser tan disparejo el tema de salarios. También pueden darse cláusulas violatorias en materia de derechos humanos en dado caso de que una jugadora se llegue a embarazar y no se le respete su sueldo».
Saber sobre sus obligaciones y derechos, así como lo que firman, es indispensable para que las jugadoras «que están empezando en este trajín del futbol profesional» no comiencen su trayectoria en tanta desventaja: «Los clubes tienen todo el colmillo del mundo, se pelean con los mejores representantes del mundo y tienen muchas armas a lo largo de la experiencia que han adquirido», advierte.
Es por ello que crecer como futbolistas profesionales no sólo significa dejar un legado en el camino del futbol femenil en presente, sino «para las próximas generaciones, que no les pase todo eso de que no ganen igual, tengan cláusulas violatorias, que se empiece por respetar y dar el mismo trato a hombres y mujeres».
El primer partido tardó mucho en comenzar. El que las jugadoras enfrentan ahora ni siquiera ha dado el pitido inicial. A reserva de conocer el primer contrato de una futbolista, el presidente de ASAD asegura que «la Ley Federal del Trabajo en el Artículo 292 establece que los deportistas tienen los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro trabajador». Por lo pronto, el sentido del balón rueda hacia la final de la primera Copa organizada por y para ellas.