Los abogados de Park comunicaron al tribunal que la juzga que la ex Presidenta sufrió a principios de mes una dolorosa lesión en su pie izquierdo y que eso le impide acudir a todas las vistas del juicio.
Seúl, 20 julio (EFE).- La ex Presidenta surcoreana Park Geun-hye no ha comparecido a las últimas sesiones de los procesos que tiene abiertos por corrupción argumentando «razones de salud», algo que algunos achacan al extenuante ritmo de los juicios y que otros tildan de falacia.
La ex mandataria no ha aparecido en tres de las cuatro últimas sesiones del juicio al que está sometida por su rol en el caso «Rasputina» y tampoco compareció este miércoles como testigo ante el tribunal que juzga por separado al heredero del imperio Samsung, acusado de participar en dicha trama, informa hoy el diario Korea Herald.
Un representante de la fiscalía explicó al rotativo que Park rechazó la orden de comparecer remitiendo un documento «que cita razones médicas» sin especificar.
Según informó el periódico Korea Times, los abogados de Park comunicaron al tribunal que la juzga que la ex Presidenta sufrió a principios de mes una dolorosa lesión en su pie izquierdo y que eso le impide acudir a todas las vistas del juicio.
Este diario indicó también que en una de las sesiones la presidenta se dedicó a garabatear en un cuaderno y a borrar sus dibujos una y otra vez durante horas o que en otras ha estado bostezando ostensiblemente y dando cabezadas, comportamiento que algunos psicólogos creen que responde a un proceso de negación.
Sus abogados dijeron que su cliente es una mujer «mayor y debilitada» e insistieron en que «su mente y su salud se han deteriorado seriamente debido a que tiene que asistir a unas cuatro vistas (cada una de las cuales suele durar unas 10 horas) a la semana».
En cambio figuras críticas con la ex Presidenta acusaron a la hija del fallecido dictador Park Chung-hee de estar fingiendo para ablandar a los jueces.
Park, de 71 años, fue destituida y encarcelada provisionalmente el pasado marzo por su rol en la trama que protagonizó junto a su amiga Choi Soon-sil, conocida como la «Rasputina» por su cercanía con la ex mandataria.
Ambas están acusadas de haber extorsionado varios millones de dólares a diversas empresas, entre ellas Samsung, a cambio de que éstas obtuvieran un trato de favor del Gobierno y Park se enfrenta por ello a penas de prisión de entre 10 años y cadena perpetua.