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Los Pinos no guardó expediente clínico de Carlos Salinas; nunca se sabrá en qué estado gobernó

01/05/2017 - 10:00 pm

#DatosCerrados | De la salud de Carlos Salinas de Gortari, el más controvertido de los ex Presidentes mexicanos y quien aún tiene influencia en la escena nacional, no hay ningún dato público. Los Pinos no guardó el expediente clínico del hombre que gobernó México de 1988 a 1994 y quien en dos décadas ha regresado, ya sea para presentar un libro o dar una conferencia, pero siempre para causar polémica. De modo que en los archivos de la Presidencia es “inexistente” el expediente del político que ha escrito más de cinco mil páginas entre libros, alegatos y desplegados en periódicos para excusarse de la debacle económica de 1994 y que él mismo bautizó como “el error de diciembre”. El pasado 26 de abril regresó a México para presentar su libro Muros, puentes y litorales (debate, 2017). 

El Ex Presidente Durante La Presentación De Su Libro muros Puentes Y Litorales En El Club De Industriales Foto Galo Cañas Agencia Cuartoscuro

Ciudad de México, 1 de mayo (SinEmbargo).- Hay un aspecto de Carlos Salinas de Gortari del que no hay registro oficial: su salud.

En los años en que el ex Presidente de México más controvertido y con mayor influencia en la vida nacional ocupó Los Pinos (1988 -1994), el Estado Mayor Presidencial (EMP) no guardó su expediente clínico en el que pudo incluirse tanto padecimientos físicos como análisis psíquicos.

A la solicitud de información 0210000156315 mediante el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI),  el EMP respondió que después de realizar una búsqueda exhaustiva en su Centro Hospitalario no se encontraron registros documentales de Salinas de Gortari, por lo que Los Pinos declaró su inexistencia.

Así, no es posible conocer con qué salud física y mental gobernó Carlos Salinas de Gortari, el ex Mandatario que más causa expectativa entre los mexicanos cuando aparece en la escena pública; el político que ha escrito más de cinco mil páginas entre libros, alegatos y desplegados en periódicos con tal de excusarse de la debacle económica de 1994, que él mismo bautizó como “error de diciembre” y quien el pasado 26 de abril regresó a México para presentar «Muros, puentes y litorales» (Debate, 2017), una crónica de la negociación en la que él actuó como intermediario entre Bill Clinton y Fidel Castro ante la crisis de balseros de 1994.

Desde que dejó el poder, su existencia ha sido como una sombra sobre los escenarios políticos del país. Su vida ha sido un ir y volver, pero lo que dice y hace siempre han reafirmado su presencia en la vida pública.

Cuando habían pasado 10 años del final de su sexenio, Parametría levantó la Encuesta Nacional en Vivienda y preguntó sobre Salinas. El 98 por ciento de la población nacional había oído del ex Mandatario y esa proporción llegaba al 95 por ciento entre los habitantes de la Ciudad de México. Pero esa popularidad no significaba aceptación. Siete de cada diez personas en el país tenían en ese momento una mala imagen de él.

Después, en 2013, un sondeo realizado por Juristas UNAM, un grupo avalado por la máxima casa de estudios, reveló qué sitio ocupaban los ex Presidentes entre los ciudadanos. “¿“¿Quién ha sido el mejor Presidente de México desde la restauración de la República?”, preguntó vía su página de internet: http://listas.20minutos.es/usuario/juristasunam-29421/.

Lázaro Cárdenas del Río, Benito Juárez y Felipe Calderón aparecieron en primero, segundo y tercer lugar. Salinas no figuró en los diez primeros.

¿Por qué vuelve Salinas? ¿Y por qué se va? Unos 80 millones de mexicanos no habían cumplido la mayoría de edad, o de plano no habían nacido, cuando en 1994 ocurrió una de las mayores hecatombes en la economía mexicana. Ese episodio, en el que muchos cruzaron hacia el umbral del hambre, es recapitulado por el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari cada vez que aparece en México para zafarse de toda culpa.

Carlos Salinas de Gortari presentó en 2000 su libro “un paso difícil a la modernidad”, un análisis de su sexenio. Después, en 2008, lanzó “La Década Perdida 1995-2006 Neoliberalismo y Populismo en México”, un texto en el que critica las administraciones de Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Su tercer libro fue publicado en 2010 y fue titulado como “Democracia Republicana. Ni Estado ni mercado: una alternativa ciudadana”. En estos días, ya circula “Muros, Puentes y Litorales”.

En Estados Unidos, conforme a un mandato constitucional, los Presidentes se realizan un examen médico cada año y los resultados son presentados a la ciudadanía. Así, se conforma un archivo al que se puede tener acceso después si es que se desea perfilar al ex Mandatario. Incluso cuando los ex Mandatarios se enferman o ingresan al hospital sus voceros le brindan informes a los ciudadanos.

Cuando en enero de este año, George Bush padre quien gobernó Estados Unidos de 1989 a 1993 estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un centro médico de Houston, Texas, su jefe de Gabinete informó con detalle el estado de salud del ex Mandatario y permitió que el informe médico fuera publicado.

En México, la salud de los Gobernantes y ex Gobernantes aún es un asunto sensible que no ha ingresado al ámbito de la Transparencia.

Si es que las han tenido, ningún  Presidente de México ha informado de sus enfermedades. No hay antecedente de alguien que haya salido a decir: “Estoy mal de salud, discúlpenme”. Sus dolencias han quedado en el más profundo secreto.

¿Le cuesta Salinas a los mexicanos? Los Pinos le otorga a los ex Presidentes una pensión vitalicia de 200 mil pesos, pero Salinas de Gortari renunció a ella antes de 2007.

Entre los beneficios otorgados para los ex Mandatarios, según el acuerdo presidencial 7637 del 25 de noviembre de 1976, está también un cuerpo de seguridad y un equipo de apoyo. No es posible saber si el ex Presidente también declinó esta ayuda. La Presidencia de la República mantiene bajo reserva toda la información que concierne a la seguridad de los ex Presidentes por razones de seguridad nacional.

A las solicitudes de información sobre ese requerimiento, la Presidencia ha respondido: “… En el contexto actual al difundir esta información, puede revelar datos de los procedimientos internos que se realizan para adoptar las prevenciones necesarias, así como detalles de los propios dispositivos que se establecer para dar seguridad a los ex Presidentes, menoscabando la capacidad de respuesta y la operación organizada del Estado Mayor Presidencial y podría poner en riesgo su integridad, para cumplir con sus misiones generales de acuerdo a lo establecido en los artículos 4 y 24 de su reglamento”.

 

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