El autor de esta nota hizo la tarea: vio todos los capítulos de Ingobernable, la nueva aventura audiovisual de don Epigmenio Ibarra —y familia—. Aquí apunta —contundente—, que para Netflix podría sumar una que otra mala crítica, pero eso poco importa, pues es una historia de amor y traición que enganchará a los asiduos espectadores —como el mismo autor de la nota lo es—, de Telemundo o Blim.
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).- En el universo de Epigmenio Ibarra y Argos, la ficción debe ser solo una herramienta para mostrarnos la cruda realidad, esa que hace que a diario gritemos aquello de #MeDuelesMéxico, la consigna que tiene entre sus culpables a una parte de la clase política; solo a una parte, pues la otra, la del candidato incorruptible, es la esperanza del país, la que podría alzarse con la victoria en 2018.
Bajo esos impolutos ideales es que Ibarra y toda su familia nos obsequian telenovelas, películas y series que invitan a abrir los ojos, a despertar de nuestro letargo, a darnos cuenta que la mafia en el poder se levanta todos los días pensando cómo jodernos.
Es ficción, pero es la realidad, repiten una y otra vez quienes en los últimos años forman parte del universo Argos, los que ahora están de vuelta con Ingobernable, bendecida por el poderoso Netflix.
Y es justo en los días en que el candidato de Epigmenio ha criticado la labor del Ejército Mexicano que el culebrón del streaming pone como premisa una teoría más que conspiratoria: las fuerzas armadas han sido infiltradas por agentes encubiertos de la CIA, quienes tienen planes tan macabros que son capaces de todo, como corromper a un presidente que llegó al poder sin ningún partido político, pero con la compañía de una mujer que posteriormente le pedirá el divorcio porque ha traicionado al pueblo bueno.
Protagonizada por la empresaria y luego actriz Kate del Castillo como Emilia Urquiza y el galán Erik Hayzer como el presidente Diego Nava, Ingobernable es la nueva ¿telenovela? ¿serie? de la familia: Epigmenio y su esposa Verónica Velasco al frente del proyecto, su hija Eréndira da vida a la agente encubierta Ana Vargas-West, y su otra hija, Natasha Ybarra, escribe el guión, uno donde ocurren cosas tan increíbles como las siguientes:
Una mujer es capaz de recorrer decenas de kilómetros en la Ciudad de México con tacones y una herida sangrante hasta llegar a Tepito.
Un escuadrón de tres hombres y tres mujeres basta para penetrar una zona clandestina del Ejército donde esconden a personas desaparecidas.
Un hombre recibe una tortura que incluye salvajes golpes en el rostro, el clásico tehuacanazo y una extracción de muelas sin anestesia, pero al otro día podrá hablar con naturalidad y su cara estará más limpia que la de cualquier metrosexual.
La primera dama mexicana tiene tanta puntería que la primera vez que acciona un revólver da justo en el corazón de su enemigo.
Durante el sepelio del presidente mexicano, cualquiera puede acercarse a su féretro con tan solo usar… ¡una cachucha y lentes oscuros!
En el universo de Epigmenio Ibarra y Argos, la ficción debe ser solo una herramienta para mostrarnos la cruda realidad, esa que hace que a diario gritemos aquello de #MeDuelesMéxico, la consigna que tiene entre sus culpables a una parte de la clase política; solo a una parte, pues la otra, la del candidato incorruptible, es la esperanza del país, la que podría alzarse con la victoria en 2018.
LA INGOBERNABLE FAMILIA DE INGOBERNABLE
Sabedor de que la denuncia vende, don Epigmenio sigue lucrando con la tragedia de los 43 pero en su ficción son 39 y en vez de ser estudiantes de Guerrero los coloca como activistas de Tepito, ese noble barrio donde lo único que se tiene, dicen sus moradores, “es la palabra”.
Así, la ¿telenovela? ¿serie? tiene todos los ingredientes que aman quienes se han deleitado con historias como La Reina del Sur, Capadocia, Las Aparicio y El Señor de los Cielos (pura marca Argos): muchas groserías, un toque de lesbianismo progre, acostones repentinos, celos infundados, besos apasionados y sobre todo mucha indignación por este país en el que nos tocó vivir.
En una intrépida vuelta de tuerca, sus escritores tratarán de confundirnos: ¿Quién mató al presidente? ¿Fue su secretario de Gobernación? ¿Acaso su propia esposa? ¿O la guapa infiltrada de la CIA? ¿O un puertorriqueño misterioso? Todos podrían ser, o ninguno, hay que ver los 15 capítulos para descubrirlo, porque igual no fue ninguno de ellos, a lo mejor fueron las Cabronas de Tepito, un grupo de mujeres, madres, luchonas, dealers, boxeadoras y rebeldes a la vez, quienes auxiliadas por un hacker madrileño y un ex convicto serán capaces de vencer al Ejército, la CIA, el Estado Mayor y todo aquel que se les ponga en frente.
Con Ingobernable, Netflix podría sumar una que otra mala crítica, pero eso poco importa, pues es una historia de amor y traición que enganchará a los asiduos espectadores de Telemundo o Blim, es decir, miles de suscriptores nuevos de a 129 pesos el mes.
Nada mal, nada mal.
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Francisco Valenzuela es periodista cultural, editor de la revista Revés, además de crítico de cine de El Deforma, le hace también al Stand Up. Es una buena persona, pero le duele el codo. @FValenzuelaM