Por primera vez en México la fotógrafa alemana, una de las más importantes artistas contemporáneas a nivel internacional, expone individualmente en un espacio museístico: el Antiguo Colegio de San Ildefonso. La muestra es mundial por lo austera: siete galerías para sus fotos de gran formato y hundirse en esos territorios que vemos todos los días, pero sin mirarlos.
Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).- El entusiasmo del curador Ery Cámara, curador del Museo San Ildefonso, es contagiosa. No alcanza de todos modos a dar una prueba total de lo que implica la muestra Candida Höfer en México, Miradas desde fuera, una extraordinaria selección de 38 imágenes de edificios íconos de la arquitectura mexicana.
Cuando uno mira las fotografías de esta creadora alemana, una de las representantes de la llamada Escuela de Düsseldorf, piensa que está observando cuadros o un espejo por dónde se cuela una realidad que vemos todos los días pero sin atención, sin ver los detalles.
Candida Höfer en México es una muestra organizada, en el marco del Año Dual Alemania – México y los 25 años del Mandato Antiguo Colegio de San Ildefonso, una coincidencia de circunstancias que permanecerá hasta el próximo 30 de julio para ver espacios como: Teatro Degollado y Hospicio Cabañas, de Guadalajara; Teatro Juárez de Guanajuato; Palacio de Bellas Artes, edificio Basurto, Biblioteca Vasconcelos, Catedral Metropolitana, Museo Nacional de Arte y Museo Nacional de Antropología, de la Ciudad de México; Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán, Estado de México, Iglesia de Santa María Tonantzintla y Biblioteca Palafoxiana, en Puebla; Iglesia de San Jerónimo Tlacochahuaya y Convento e Iglesia de Santo Domingo, en el estado de Oaxaca.
La exposición se complementa con 13 fotografías de formato menor y 2 proyecciones fotográficas en cuyas imágenes se da cuenta de la riqueza del patrimonio arquitectónico nacional al develarse aquellos fragmentos de la realidad que la fotógrafa desprendió del entorno durante su visita a México, gracias al Goethe-Institut Mexiko.
Discípula de la escuela de Bernd y Hilla Becher y considerada como uno de los miembros más representativos de la nueva escuela de fotografía contemporánea alemana, Candida Höfer ha logrado una importante producción fotográfica que forma parte de las colecciones más renombradas del mundo; así lo reconocen y exhiben los grandes recintos museísticos como la Tate Gallery de Londres, el Centro Georges Pompidou de París, el Museo Reina Sofía de Madrid, la Kunsthalle de Basilea, la Kunsthalle de Berna, el MoMA de Nueva York, la Power Plant de Toronto, el Kunsthaus de Brevenz y el Museum Ludwig de Colonia, entre otros.
La fotógrafa, a partir de entonces, optó por retratar sitios con una arquitectura destacada y elegante, que primero fue proyectada por medio de sus diapositivas y más tarde se convertirían en sus famosos grandes lienzos que le hacen absoluta justicia a las detalladas composiciones.
“Hasta cierto punto, veo mis obras como retratos de espacios; ésta es también una de las razones por las que no me considero una fotógrafa de arquitectura”, le dijo a la periodista Alejandra de Argos, para quien también declaró que “por lo que respecta a mis obras de formato más grande, creo que mi mayor interes lo constituyen la luz, las estructuras, las repeticiones formales y las variaciones como características de un espacio. En cuanto a las obras más pequeñas y recientes, examino esos elementos de un modo más abstracto”.
Eso se ve en los grandes formatos del Colegio San Ildefonso, donde el público podrá disfrutar de las fotografías de recintos icónicos como el Hospicio Cabañas, en donde la perfección representativa de Höfer acentúa la relación inestable entre la forma arquitectónica y la pintura que la cubre.
Capta la obra mural de José Clemente Orozco como un tatuaje que recubre el espacio, transformándolo en un mensaje revolucionario. Mientras, los colores saturados de Daniel Buren, artista francés que intervino el Hospicio en 2014, presentan el mismo espacio en una experiencia estética pura y vibrante.
Mediante una cuidadosa elección del punto desde donde la fotógrafa toma la imagen, Höfer produce una composición perfectamente simétrica de espacios en el Teatro Juárez, que coincide, casi punto por punto, con la proyección en perspectiva central del dibujo arquitectónico. El orden visual de esa toma también responde al control de luz y tiempo. Usa la luz natural ajustando la cámara a tiempos muy largos de exposición y cerrando el diafragma al máximo: así se produce la gran profundidad de campo y el detalle de la imagen.
No es la representación de un motivo -el interior de un edificio público como el Palacio de Bellas Artes- lo que define su obra; la verdadera intención de su fotografía es producir una epifanía: iluminar el conocimiento del espectador sobre la naturaleza del espacio, a través de la provocación estética. De manera paradójica, es en el vacío de sus vistas envolventes donde se comprende la naturaleza del espacio habitable.
La obra de la artista alemana establece un diálogo entre la fotografía y la arquitectura, a partir del orden y la proporción visual.
Más que representar una iglesia —como la Catedral de México—, lo que persigue Candida es subrayar la simetría, proporcionalidad y equilibrio de la estructura formal. Qué mejor herramienta para meditar sobre la arquitectura que la fotografía: un medio cuyo dispositivo de producción, la cámara, se basa en los mismos principios óptico-geométricos que la perspectiva.
Candida Höfer nació en Eberswalde, Alemania, en 1944.
1964 – 1968 Asistió a la Academia de Bellas Artes y Artes Aplicadas de Colonia, Alemania.
1968 Realizó la serie de fotografías titulada Liverpool, en la que retrató los ambientes cotidianos de las calles de esta ciudad inglesa.
1973 – 1982 Estudió en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, en Alemania, donde aprendió la disciplina cinematográfica junto a Ole John y, a partir de 1976, se especializó en fotografía con Bernd y Hilla Becher.
1975 Presentó su primera exposición individual en la Galería Konrad Fischer de Düsseldorf.
1980 Con su serie Turcos en Alemania, realizó un registro de la vida de la comunidad turca en este país y en Turquía.
1992 – 1993 Trabajó en su serie Jardín zoológico, protagonizada por animales, tratados a modo de esculturas, en diferentes parques zoológicos de Alemania, España, Inglaterra, Francia y los Países Bajos.
1997 – 2000 Fue profesora de la Universidad de Artes y Diseño de Karlsruhe, Alemania.
2003 Representó a Alemania en la 50 Bienal de Venecia.
2006 Presentó su obra en el Museo del Louvre, París, Francia; en el Irish Museum of Modern Art en Dublín, Irlanda y el Institute of Contemporary Art de Filadelfia, E.U.A.
2011 Presentó la exposición Mundos interiores en el Museo de Arte de Baltimore, Baltimore, EU.
2015 Exhibió la muestra Memoria en el Museo del Hermitage, San Petersburgo, Rusia.
Recibió la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania.
UN LIBRO EN MÉXICO, POR LA EDITORIAL TURNER
Con su singular visión, encuadre y uso de la simetría, Höfer ha capturado con sus objetivo lugares tan evocadores en el imaginario colectivo mexicano como Ciudad de México, Guadalajara, Guanajuato, Oaxaca, Puebla, Tepotzotlán, Tlacochahuaya o Tonantzintla, además de instituciones como el Palacio de Bellas Artes, la Biblioteca Vasconcelos de la Ciudad de México, la Biblioteca Palafoxiana de Puebla, el convento de Santo Domingo en Oaxaca, la iglesia de San Jerónimo en Tlacochahuaya y el Hospicio Cabañas en Guadalajara.
También se incluyen otras más abstractas, de muros, techos y espacios, en las que Candida Höfer deja que se desborde su carga poética. Las fotos vienen acompañadas de un ensayo del historiador José Iturriaga de la Fuente, en el que se hace un ameno recorrido por los viajes que otros extranjeros hicieron por el mismo México que la fotógrafa ha reflejado en este trabajo. Edita Turner.