De acuerdo con analistaa, la abrumadora demanda de oro por parte de sus clientes europeos refleja una preocupación de que el «brexit», la salida británica de la Unión Europea (UE), y una posible victoria de Marine Le Pen en las elecciones en Francia, reproduzcan consecuencias similares a las vividas en 2016, año de la victoria del presidente estadounidense, Donald Trump.
Londres, 12 abril (EFE).- La onza de oro al contado está en su nivel más alto desde finales de 2016 por las tensiones geopolíticas, que lo situaron hoy a 1,275.70 dólares a raíz de la crisis en Siria y la situación norcoreana.
La cotización hoy del oro estaba por encima del máximo anterior de 1,266 dólares, alcanzado el viernes pasado, coincidiendo con el reciente ataque dispuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra posiciones del régimen sirio de Bachar al Asad.
Joshua Saul, director ejecutivo de la compañía especializada en inversiones en oro y plata «The Pure Gold Company», dijo hoy a Efe que este «salto notable en el precio estuvo influido por la intervención de Estados Unidos en Siria, pero la demanda de oro continúa ya que los inversores temen represalias de Rusia e Irán.»
Una escalada de represalias obligaría a responder a su vez a Francia y Reino Unido, «afectando a las divisas y a los mercados internacionales», de acuerdo con este experto.
«Los compradores internacionales de oro están preocupados porque las tensiones geopolíticas puedan abocar a una depreciación del dólar y a un repunte en el precio del oro», según Saul.
Agrega que el oro es «físico y tangible», por lo que es visto actualmente por los inversores como una forma de reducir riesgo, «una póliza de seguros más que un intento de obtener beneficios».
De acuerdo con el analista, la abrumadora demanda de oro por parte de sus clientes europeos refleja una preocupación de que el «brexit», la salida británica de la Unión Europea (UE), y una posible victoria de Marine Le Pen en las elecciones en Francia, reproduzcan consecuencias similares a las vividas en 2016, año de la victoria del Presidente estadounidense, Donald Trump.
El año pasado, el oro alcanzó sus máximos anuales en julio, trepando hasta los 1,360 dólares la onza, tras la incertidumbre generada por el «brexit» después del referéndum del pasado 23 de junio, lo que provocó una fuerte caída de la libra.
Además, durante la campaña presidencial en Estados Unidos, el oro se mantuvo en niveles altos ante el temor de una expansión de los movimientos populistas más allá del «brexit», según los expertos.
Sin embargo, tras la victoria de Trump en noviembre, el mercado se relajó y la onza cayó con fuerza hasta los 1,135 dólares la onza en el último mes del año pasado.
En lo que va del presente año, el oro retomó la senda alcista, con subidas consecutivas en enero y febrero, y, tras un marzo de estabilización, hay un fuerte repunte en la segunda semana de abril, coincidiendo con el ataque militar estadounidense a una base aérea del régimen de Assad en Siria en respuesta al reciente ataque con supuestas armas químicas en ese país.
Entre los factores estrictamente financieros y no geopolíticos atribuibles a esa tendencia, los expertos consultados por Efe señalan las dudas sobre el sistema bancario italiano, golpeado por el rescate del banco Monte dei Paschi.
Más recientemente, se ha agravado la crisis financiera de Sudáfrica, cuya calificación crediticia fue degradada la semana pasada a bono basura por las agencias Fitch y Standard & Poors, alimentando los temores de un corralito en el país africano como los que golpearon a Chipre en 2013 y a Grecia en 2015.
El analista de mercados Jeffrey Halley, de la compañía especializada en divisas Oanda, dijo a Efe que influyen en la subida del precio del oro los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que acaban de bajar, lo que hace que el oro sea una inversión atractiva y segura.
Sin embargo, Halley también relacionó los movimientos en la demanda de los últimos días con la incertidumbre geopolítica en Oriente Medio y la península de Corea (a causa del despliegue naval de Estados Unidos a la zona), ya que los inversores «siempre acudirán a los metales preciosos como cobertura contra eventos políticos inesperados o inciertos, en especial aquellos más peligrosos»