La Comisión Internacional de Verificación considera que este paso constituye el desarme de ETA.
PARÍS, 8 de abril (AP).- El grupo armado separatista vasco ETA entregó oficialmente el sábado a las autoridades francesas una lista con la ubicación de ocho depósitos de armas, munición y explosivos, en un paso crucial para el desarme de la organización. El gobierno español dijo que la agrupación debe «pedir perdón a sus víctimas y desaparecer».
El ministro francés del Interior, Matthias Fekl, dijo que había una operación en marcha el sábado para encontrar y registrar los arsenales.
«Es un gran paso, un día sin duda importante», dijo Fekl.
Por su parte, el ministro del Interior de España, Juan Ignacio Zoido, manifestó en un comunicado que «el gobierno no hará ninguna valoración sobre el armamento entregado hoy por ETA ni sobre su integridad, hasta que éste haya sido analizado por las autoridades y la justicia francesa, de acuerdo con la legalidad vigente».
El comunicado agregó que «el gobierno no va a cambiar su posición: los terroristas no pueden esperar ningún trato de parte del gobierno y mucho menos impunidad a sus delitos.»
«ETA está operativamente derrotada, sin futuro y con sus dirigentes en prisión. La única respuesta lógica a esta situación es anunciar su disolución definitiva, pedir perdón a sus víctimas y desaparecer, en vez de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar un rédito político de la misma», agregó Madrid.
Representantes del grupo llamado «artesanos de la paz», que actúan de mediadores en el proceso, dijeron a la prensa que el total de armas incluye 120 armas de fuego y tres toneladas de explosivos y munición.
«Confiamos en que con esto el movimiento pueda seguir adelante hacia una paz duradera en el País Vasco», dijo Mixel Berhokoirigoin.
El mediador dijo que hubo otros activistas esperando en cada uno de los lugares hasta que llegaron las autoridades francesas para tomar posesión de las armas.
La Comisión Internacional de Verificación, responsable de comprobar el proceso, indicó en un comunicado que «esta información ha sido inmediatamente puesta a disposición de las autoridades francesas pertinentes, que asegurarán y recogerán el arsenal de ETA».
La comisión considera que este paso constituye el desarme de ETA.
La banda armada, que lleva más de cinco años inactiva, había anunciado que entregará sus armas, un paso histórico tras 43 años de lucha armada en los que mató a 829 personas, la mayoría en España.
El desarme es el penúltimo paso reclamado por Francia y España, que quieren que ETA se disuelva oficialmente. La organización no ha dado un plazo para hacerlo.
El presidente del gobierno nacional vasco dijo que se trató de un «paso importante con un valor histórico».
«El desarme de ETA está exento de cualquier épica; pero tiene un significado ético central: certifica definitivamente que ni una sola de las víctimas provocadas por ETA debió producirse nunca, nunca», dijo Iñigo Urkullu en un comunicado.
Agregó que «todas y cada una de las víctimas son hoy sujetos y partícipes principales de este logro democrático».
La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maria del Mar Blanco, cuyo hermano fue secuestrado y asesinado por ETA en 1997, pidió que «nadie reescriba esa historia».
Los malos siguen siendo malos, los buenos —las víctimas del terrorismo— siguen siendo los buenos, dijo Blanco en la televisión española.
Javier Maroto, del gobernante Partido Popular, dijo que el desarme es «un hecho relevante, pero también insuficiente».
En contraste, el líder del partido Sortu vinculado a ETA, Arnaldo Otegi dijo que «se deja de lado la lucha armada, pero se sigue luchando por los mismos objetivos».
«Desde mañana tenemos que seguir trabajando por las cuestiones de los presos, las víctimas y la desmilitarización del país», agregó.
ETA y sus partidarios dicen que se debe permitir que los etarras encarcelados terminen de cumplir sus sentencias en prisiones en la región vasca y no esparcidos por toda España, pero el gobierno se niega.
También está el tema de lo que pueda pasar a un puñado de etarras que siguen prófugos. Cientos de asesinatos están sin resolver y las armas podrían llevar a las autoridades a dar con algunos de los autores.