ENTREVISTA | Capptu: toma una foto, súbela y véndela

19/03/2017 - 12:02 am

La aplicación mexicana Capptu, quiere que los aficionados a la fotografía saquen sus mejores tomas y en lugar de compartirla en redes sociales y sólo obtener likes y corazones a cambio, puedan cobrar dinero real y en una de esas, hasta participar en la campaña publicitaria de una marca reconocida.

Ciudad de México, 19 de marzo (SinEmbargo).– Manuel Villegas es un emprendedor mexicano que sabe que no siempre el primer intento es el último. Luego de tratar con una primera startup enfocada a gestión de pequeñas y medianas empresas, encontró entre sus necesidades que faltaban imágenes para nutrir su página web que no lucieran posadas, falsas y sobre todo, se dio cuenta que no reflejaban a los usuarios mexicanos.

 «Un día se acercó el diseñador que trabajaba con nosotros para decirme que necesitaba comprar fotos para la página de internet, él me dijo que le llamaba la atención que casi no había fotos donde se viera que era México, en los grandes bancos de imágenes. De repente tuve un flashback de cuando estaba en la universidad, que siempre me pareció que la publicidad era muy falsa, que todos eran modelos y güeros y fue un shock ver que 10 años después, esto no había cambiado», dice Manuel en entrevista con Magazine.

«A la par había ya gente tomando fotos con su celular todo el día, de sus chilaquiles, de su perro, del atardecer en Acapulco, me hizo mucho sentido entonces que nadie tenía más fotos de México que los mexicanos y que podíamos tratar de vender esas fotos para utilizarlo en este contenido que yo estaba buscando y que asumía que muchas empresas también tenían esa inquietud y que no podían encontrar, así surgió la idea, ¿por qué no vendemos las fotos de los celulares y creamos una aplicación que pueda comunicar directamente a las agencias de publicidad con los generadores de contenido?», continúa.

Así nació Capptu, que se puede conseguir de manera gratuita en las dos principales tiendas de aplicaciones móviles, en donde los fanáticos de la fotografía pueden exhibir sus imágenes y ponerlas a la venta con uso editorial y comercial.

«Es decir, estamos creando un banco de imágenes que pretende ser el más grande de Latinoamérica pero creado por usuarios ‘normales’, queremos fotos que sean más auténticas, reales y sobre todo de contexto local de cada país», explica.

DE LA RED SOCIAL AL MARKETING

Imagen Capptucom

Capptu tiene funciones sociales, en donde se puede dar Me Gusta y seguir gente, pero el objetivo es otro, «estamos buscando gente que quiere dar ese siguiente paso de ser un poco más pro y ganar dinero real con sus fotos, ganar más que likes«, dice Villegas y para eso tienen tres líneas de negocio.

«Revisamos todo el contenido, las fotos que tienen un tamaño mínimo para ser utilizado en publicidad y que tiene una composición que puede ser atractiva las aceptamos y entonces se pueden inscribir en nuestro marketplace, que es la página web de Capptu.com donde los diseñadores pueden entrar  a buscar fotos de Coyoacán o de perros o de Acapulco y si le gusta alguna de las fotos, la compra y nosotros le pagamos al autor 40 por ciento del precio de venta, a través de Pay Pal», dice el fundador de la empresa.

«Tenemos un segundo modelo que se llama ‘misiones’, en las que si las empresas no encuentran las fotos que necesitan, pueden lanzar un reto a nuestra comunidad, actualmente tenemos ya más de 55 mil descargas de la aplicación y estamos pegándole casi a los 50 mil fotógrafos registrados. Si necesitan una foto muy específica como una persona disfrazada de conejo en una bicicleta rosa y que se vea el Ángel de la Independencia atrás, lanzas el resto a través de Capptu, nosotros mandamos una notificación a toda la comunidad y los  usuarios que desean participar suben sus fotos con esa descripción. Solamente se compran las fotos que funcionan si no sirve ninguna no pagas», dice Manuel Villegas, quien recientemente fue aceptado dentro del Endeavor Panel Nacional.

En el marketplace general las fotos están en 10 dólares, en misiones lo mínimo que piden son 100 dólares, de los cuáles pagan el 40 por ciento al fotógrafo. El costo de la foto podría llegar a subir por su dificultad, si la quieren con derechos exclusivos o con otro tipo de cámara.

«La tercera línea de negocios consiste en que grandes marcas puedan lanzar retos patrocinados que se vuelven más marketing de experiencia, es decir, en lugar de que las empresas sigan pidiendo que registren el número que viene en el empaque, mejor les decimos que tomen una foto creativa al rededor de un producto o servicio que quieran promover y en ese caso nosotros les cobramos a la marca por una campaña publicitaria», bajo este modelo han trabajado con Spotify, Sidral Mundet, Mondelez, Tang, Trident, American Eagle, entre otras compañías.

Entonces, ¿las fotos son propiedad del usuario, de la plataforma o de la marca?

Villegas explica que «en general las fotos que suben con nosotros se comercializan en una licencia que se llama royalty free o libre de derechos, que quiere decir justo que el fotógrafo es dueño de la imagen y que sólo está vendiendo licencias de uso no exclusivo. El tema es que cuando alguien pide una misión sí puede pedir que las fotos se compren con derechos exclusivos, una marca también puede pedir eso. Por ejemplo, con el reto de Tang, de las 960 fotos que participaron la marca compró 19 imágenes por 1500 pesos cada una y la ganadora 80 mil, con derechos exclusivos que se firmó contrato de cesión de derechos para formar el banco interno de imágenes de la marca».

Actualmente la empresa se encuentra cerrando una ronda de inversión de capital semilla y tienen como objetivo consolidar su presencia en México, «hacer una campaña fuerte para que todas las personas que sean fanáticas de fotografía en el país conozcan que hay una plataforma en la que pueden vender su contenido y del otro lado, las agencias de publicidad, grandes marcas y los medios sepan que hay contenido disponible en el país que pueden utilizar para generar mayor conexión emocional con el mercado local», finaliza.

author avatar
Daniela Medina
en Sinembargo al Aire

Opinión

más leídas

más leídas