Pedro Pascal, el «refugiado» chileno que triunfa en Hollywood

15/02/2017 - 4:32 pm

Su familia, simpatizante del presidente Salvador Allende, tuvo que abandonar Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet cuando él tenía apenas 9 meses.

La De Pedro Pascal Es La Historia De éxito De Un refugiado Y De Cómo Un Golpe De Suerte Puede Cambiar Por Completo La Vida De Un Actor Foto Efe

Por Antonio Martín GuiradoLos Ángeles (EU.), 15 feb (EFE).- La de Pedro Pascal es la historia de éxito de un «refugiado», y de cómo un golpe de suerte, como fue su papel de Oberyn Martell en Game of Thrones, puede cambiar por completo la vida de un actor, hasta el punto de liderar junto a Matt Damon una superproducción como «The Great Wall».

Pascal, un rostro popular en la televisión actual gracias a «Narcos», no esconde su condición de refugiado, término con el que él mismo se describe en su perfil oficial de la red social Twitter.

Su familia, simpatizante del presidente Salvador Allende, tuvo que abandonar Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet cuando él tenía apenas 9 meses.

«Nos ofrecieron asilo político en Dinamarca y poco después recibieron una oferta de trabajo en EU. Por esa razón, por esa oportunidad, me crié aquí. Ese es el poder de nuestra cultura. A este país viene gente de todo el mundo para ofrecer lo mejor que tiene», dijo en una entrevista con Efe el actor chileno, que se estableció con los suyos en Orange County (California) a los 11 años.

El Pascal adolescente era ya un «fanático» del cine, y aunque el éxito le ha llegado en su madurez, a sus 41 años es capaz de revivir esas sensaciones de la infancia, cuando fantaseaba con ver su nombre y su rostro en el cartel de una gran producción de Hollywood.

«Salir de mi apartamento y ver un póster donde yo aparezco al lado de mi casa, es todo lo que uno puede pedir», reconoció el artista, que debuta en las grandes ligas de la industria con «The Great Wall», la historia de un equipo de elite con el objetivo de salvar a la humanidad de la amenaza de unos monstruos de leyenda.

Se trata de la mayor coproducción hecha hasta ahora entre China y EU., un experimento que ya ha sobrepasado los 200 millones de dólares tras su estreno oriental, dirigida por el maestro Zhang Yimou («Hero», «House of Flying Daggers») y coprotagonizada por Matt Damon.

«Yimou es lo máximo para mí. Siempre tuve gustos maduros desde pequeño. Ya con 13 años me gustaba el cine extranjero y nunca me perdía ninguna de sus películas. Estar invitado a este proyecto fue como un sueño. Soy un gran afortunado», declaró el intérprete.

En el filme, de estreno este viernes, Pascal encarna al español Pero Tovar, el aliado espadachín de Damon, un tipo duro y bromista que con el paso del tiempo se ha convertido en el gran apoyo del héroe protagonista.

«Es un español del siglo XII, así que en mi cabeza creé su propia historia. Para mí es alguien que escapó de las Cruzadas para ganarse la vida como mercenario. Es el fiel escudero del protagonista, totalmente como Sancho Panza, pero menos gordito», dijo entre risas Pascal.

No hay duda de la buena química que desprenden en pantalla Damon y Pascal, que ya coincidieron en «The Adjustment Bureau».

«Matt es un gran ejemplo de cómo comportarse y trabajar en un set; es generoso, buena onda, lleno de paciencia… Me cuidó mucho. Tiene mucha experiencia y para mí era mi primera superproducción. Él me adoptó en cierta manera y me cuidó», valoró.

Pascal es consciente de que el título del proyecto recuerda al muro que pretende levantar el Presidente de EU., Donald Trump, en la frontera con México.

«Esa muralla absurda… Ojalá nunca existiera. En el caso de la Gran Muralla china se construyó hace miles de años y por otras razones. Es un buen ejemplo de los tiempos antiguos. Hablar de una muralla ahora como la que pretende Trump es absurdo», declaró.

Pascal, acompañado por actores españoles como Javier Cámara o Miguel Ángel Silvestre, se encuentra en pleno rodaje de la tercera temporada de «Narcos», la famosa serie de Netflix, en ciudades colombianas como Bogotá y Cartagena.

«La industria de la cocaína y el narcotráfico no murió con Pablo Escobar; los números siguieron creciendo y ahora vamos a examinar el auge del cartel de Cali», avanzó el actor, que pasó casi 20 años forjándose en obras de teatro, series de televisión y películas independientes hasta que la oportunidad llamó a su puerta.

Uno de los estudiantes de interpretación con los que trabajaba preparaba una audición para el papel de la víbora roja en Game of Thrones, pero fue rechazado por ser demasiado joven.

Sin embargo, Pascal probó suerte y le pidió a Sarah Paulson, íntima amiga suya, que hablara con la actriz Amanda Peet, esposa del cocreador de la serie, David Benioff, para que este viera la cinta que había preparado.

Benioff no solo accedió, sino que quedó impresionado. Y el resto es historia. EFE

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