Sam Polinsky, el luchador pro Trump y blanco del odio en las arenas mexicanas

13/02/2017 - 8:49 pm

La multitud en la Arena México de la capital estalló en gritos, abucheos, burlas y chiflidos sarcásticos luego de que Adonis apareciera con un bronceado anaranjado y el cabello rubio.

Por Alexis Triboulard

Ciudad de México, 13 de febrero (AP).- Es el hombre que a los mexicanos les encanta odiar: un estadounidense que se ha transformado en la sensación de la lucha libre en la Ciudad de México por adoptar en el ring el personaje de un simpatizante de Donald Trump.

Sam Polinsky, alisas Sam Adonis, se divierte en formar parte de entusiastas de la lucha libre que lo usan como un doble del nuevo presidente estadounidense, que ha prometido aumentar el número de deportaciones, construir un muro en la frontera con México y llevar trabajos de vuelta a su país, lo que le ha hecho acreedor de un odio sin precedentes de parte de los mexicanos.

La multitud en la Arena México de la capital estalla en gritos, abucheos, burlas y chiflidos sarcásticos mientras Adonis aparece con un bronceado anaranjado, al estilo Trump, y el cabello rubio mientras agita una bandera estadounidense que tiene una foto de Trump.

«¡Fuera! ¡Fuera!», gritaba la multitud.

Originario de Pittsburgh, vino a México el año pasado y la campaña de Trump le dio la oportunidad de convertirse en el gran villano del ring.

«En este momento el público mexicano podría considerar que soy el villano más malicioso que tienen», dijo Polinsky con una sonrisa antes de una pelea el domingo que —alerta de spoiler— predeciblemente perdió.

Polinsky está feliz de soportar los abucheos en un show de lucha entre el bien y el mal, y esta disciplina mexicana tiene una larga tradición de villanos extranjeros.

«Estoy muy orgulloso del hecho de que pueda provocar odio genuino, algo que generalmente se pierde en la lucha profesional debido a que la mayor parte de la gente se da cuenta de lo que es… Es algo más cercano a un show», dijo Polinsky.

No cuesta creer que pudiera lograr un aumento gracias a la multitud.

Gerardo Romero, un fanático de la lucha, estaba entre quienes abucheaban a Sam Adonis. «La verdad no creo que sea buen luchador… Hay una animadversión por el personaje de Trump y por eso cada vez que le pegaban nos dio gusto», dijo.

Pero todo tiene que ver con el show, como Trump mismo supo durante el tiempo que estuvo involucrado en las luchas en Estados Unidos, entre 1990 y 2000.

«No es diferente de Spider-Man o Batman. Necesitas un villano muy, muy malo para poder invocar simpatía por el héroe», dijo Polinsky. «Como yo lo veo, mientras más malicioso, más malvado puedo ser para el público mexicano y más feliz se puede sentir cuando ven a sus héroes destruir al enemigo».

Eso es justamente lo que sucede, por supuesto. Luchadores que trabajan con nombres como Blue Panther, Triton y Drone derrotaron a Sam Adonis y su trío de aliados con una combinación de patadas voladoras y «quebradoras».

El fanático Rafael Martínez, que llevó una máscara blanca y dorada para la pelea, explicó la reacción de la multitud. «Si han estado sacando a mexicanos de los Estados Unidos (es) porque los queremos aquí; es lo que muchas personas piensan».

Pero aunque Sam Adonis ha tenido epítetos viles y le han arrojado palomitas y cervezas al ring, al final es un show.

«La verdad es que el mexicano está abierto a todos los extranjeros como los vemos ahorita en el ring», dijo Martínez. «Siempre hemos sido cálidos».

Polinsky da fe de ello.

«Honestamente puedo decir que estoy sorprendido por la manera en la que el público se acerca a mí después de cada evento», dijo. «Esas mismas personas no gritan suficiente, no expresan sus emociones suficiente, son los primeros en acercarse a pedir una fotografía con su hijo, los primeros en estrechar mi mano y decir ‘Hey, gran show»’.

Al final, agrega, está ayudando a los fanáticos.

«Puedo avivar un frenesí en la arena como ningún otro luchador y hacer que la gente se olvide de sus trabajos y de sus problemas en casa por 25 o 30 minutos en el ring. Todo lo que les interesa es dejar salir sus frustraciones con Sam Adonis en el ring, y eso me hace sentir orgulloso», dijo Polinsky. «Lo que le quieren decir a Donald Trump me lo pueden decir a mí y sentirse bien con ello».

En cuando al presidente, Polinsky dice que no está de acuerdo con todos los pronunciamientos de Trump, en especial sus críticas hacia México, pero aun así admira ciertos aspectos de su liderazgo.

«Acepto el hecho de que sea un villano», dijo el luchador. «Hará lo que tenga que hacer y lo que piense que es correcto. Si no estás de acuerdo con él, eso realmente no le molesta. Va a promover lo que considere que está bien y el hecho de que haya aceptado la percepción de su público, sea buena o mala, es algo que respeto».

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