Las protestas se prolongaron durante la noche. Varias personas se encadenaron a una de las furgonetas, mientras que otras se sentaron ante una puerta cerrada y bloquearon la salida.
Por Bob Seavey
Phoenix, 9 de febrero (AP).- La policía detuvo el miércoles a varios manifestantes en una protesta que impidió que varios furgones oficiales salieran de una instalación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos en Phoenix, Arizona.
Los manifestantes temían que una mujer madre de dos hijos estuviera en alguno de los vehículos y pudiera ser deportada.
La protesta comenzó después de que Guadalupe García de Rayos fuera detenida durante una evaluación de rutina ante la agencia, según medios.
Al parecer temiendo que la mujer fuera deportada, los activistas bloquearon las puertas de la oficina, cerca del centro de Phoenix, en lo que Arizona Republic describió como un esfuerzo por impedir la salida de varios furgones y un autobús que estaban en el recinto.
Según el diario, García de Rayos parecía estar en uno de los vehículos, empleados para transportar a personas retenidas por el Servicio de Control de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) hasta centros de detención o a la frontera para ser deportados.
Después de las 9 de la noche, agentes de policía se congregaron en el lado sur del complejo mientras los manifestantes seguían cortando el paso entre coros de «¡Justicia!» y «¡Poder para el pueblo, nadie es ilegal!».
La policía indicó en Twitter que había detenido a unos siete manifestantes, aunque señaló que la mayoría de los presentes protestaron de forma pacífica.
«Aparte de las pocas personas implicadas en actos delictivos, la mayoría de la gente aquí es pacífica y ejerce sus derechos de forma apropiada», dijo la policía. «Todo el mundo está a salvo por ahora. Confiamos en que continúe la cooperación y no haya más comportamiento delictivo».
Los activistas dijeron que las actividades en el centro de inmigración suponían un intento del Gobierno de Donald Trump de deportar a inmigrantes sin permiso de residencia que no constituían una prioridad de deportación para el gobierno del anterior Presidente, Barack Obama.
El incidente se produjo unos días después de que el Gobierno de Trump ampliara los criterios para las deportaciones.
«Ahora vivimos en una nueva era, una era de guerra contra los inmigrantes», dijo al New York Times el abogado de García de Rayos, Ray A. Ybarra Maldonado, tras salir del edificio donde se encuentra la agencia federal de inmigración.
Las protestas se prolongaron durante la noche. Varias personas se encadenaron a una de las furgonetas, mientras que otras se sentaron ante una puerta cerrada y bloquearon la salida.
Puente Arizona, un grupo de defensa de los inmigrantes, dijo que García de Rayos llegó a Estados Unidos cuando tenía 14 años y ahora tiene dos hijos. Fue detenida el miércoles cuando se presentó ante el ICE, un requisito anual desde que fuera detenida hace nueve años.
