Economía

El “gasolinazo II”, que llega en 2 días, ahogará a empresas y a los consumidores, advierte Moody’s

02/02/2017 - 1:01 pm

El incremento al precio de los combustibles es negativo para compañías que dependen del gasto doméstico, ya que precios más altos elevarán la inflación, lo que pesaría sobre el consumo privado. El 4 de febrero se prevé un nuevo ajuste en el precio de la gasolina, situación que ha dividido a los empresarios, pues hay quien asegura que el Gobierno de México debería detener el segundo gasolinazo del año, mientras que otras voces consideran que se debe continuar con la agenda de liberalización de los precios de los combustibles.

Ciudad de México, 2 de febrero (EconomíaHoy).- El próximo 4 de febrero se prevé un nuevo ajuste en el precio de la gasolina, situación que ha dividido a los empresarios, pues hay quien asegura que el Gobierno de México debería detener el segundo gasolinazo del año, mientras que otras voces consideran que se debe continuar con la agenda de liberalización de los precios de los combustibles.

En tanto, la calificadora Moody’s advirtió hoy que el aumento a los precios de los combustibles impactará tanto a los empresarios como a los consumidores mexicanos, ya que se elevarán los costos de los productos y servicios y eso impactará en la inflación.

“El incremento es negativo para compañías que dependen del gasto doméstico, ya que precios más altos elevarán la inflación, lo que pesaría sobre el consumo privado”, explicó la calificadora en un documento.

Algunas de las empresas que se verían afectadas son, de acuerdo con Moody’s, Televisa, Telmex y Elektra.

«El deslucido ambiente económico dificultará a las compañías pasar los incrementos de los precios a sus consumidores, lo que presionará sus márgenes operativos», dijo Nymia Almeida, analista de Moody’s.

De acuerdo con la calificadora, Petróleos Mexicanos (Pemex) es la beneficiaria de los precios más altos porque éstos le permiten a la petrolera vender el combustible a precios mucho más cercanos a su estructura real de costos.

Además, dijo, el alza impactará positivamente en sus márgenes de venta y ayudará a mitigar las pérdidas de refinación.

La calificadora destacó que el alza de enero pasado precede a la liberalización del mercado de venta y distribución de gasolina en México, la cual se implementará a lo largo de 2017.

“Mayores ingresos fiscales por los impuestos a las gasolinas en 2016 impulsaron las participaciones federales. Las participaciones representan el 35 por ciento del total de los ingresos de los estados”, detalló el documento.

En diciembre pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que partir del 1 de enero y hasta el 3 de febrero de 2017, los precios promedio de la gasolina a nivel nacional serían de 15.99 pesos para la Magna, 17.79 la Premium y 17.05 para el Diésel, lo que representa un incremento de hasta un 20 por ciento con respecto al precio máximo observado en diciembre de 2016.

Explicó que los precios aplicables el 1 de enero estarían vigentes hasta el 4 de febrero; mientras que los del 4 de febrero se aplicarán hasta el 18 del mismo mes. A partir de ese día, tendrán una vigencia de 24 horas y se sujetarán a las siguientes reglas:

Los martes, miércoles, jueves y viernes, serán aplicables por un periodo de 24 horas; mientras que los sábados, domingos y lunes consecutivos, será aplicable el precio máximo que se dé a conocer para el sábado.

LA IP DIVIDIDA POR GASOLINAZO

Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) está a favor de continuar con la liberalización en los precios de las gasolinas siempre y cuando existan márgenes de maniobra por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para evitar un efecto cascada en los precios.

«Nos parece muy prudente continuar en la agenda de la liberación de los precios de las gasolinas y los precios, pero debemos buscar cómo compensarlo para que no nos impacte en el corto plazo. El tema de continuar con la apertura de nuestras fronteras para la inversión internacional y nacional en la distribución y venta de nuevas moléculas de gasolina es muy importante porque es el camino correcto para tener más calidad de gasolinas y oferta de distintos precios», dijo Castañón a Economíahoy.

Entrevistado en el marco de la presentación de la campaña Hecho en México, Castañón aseguró que lo prudente es hacer un esfuerzo ante un potencial nuevo aumento, aunque afirma que dependerá de la SHCP cancelar un nuevo incremento.

«Lo que no se debe detener es la agenda de liberalización porque México va hacia la apertura total del mercado de combustibles y tenemos que trabajar en ello», detalló.

La liberalización del precio de la gasolina generará inversiones en México por 16 mil millones de dólares (mdd) en los próximos meses que se ejercerán en nuevas estaciones de servicio, la construcción de ductos, trenes, nuevas gasolineras y almacenes, según la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

En contraparte, Manuel Herrera, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), pidió mecanismos para postergar los gasolinazos en la medida de lo posible ante la gran presión que viven los industriales en los costos de producción.

«Estamos a favor de la liberalización de los precios y de la Reforma Energética y lo que estamos pidiendo es que se busquen mecanismos que nos permitan en esta coyuntura que es muy compleja y que hay una gran presión sobre los costos de producción tratar de alargarlo lo más que se pueda», dijo Herrera quien encabeza la campaña Hecho en México.

GASOLINARA AUMENTARÍA 10 POR CIENTO; ANALISTAS

Foto Economíahoy Archivo

Los precios de la gasolina en México pueden tener un aumento de alrededor de un 10 por ciento adicional al actual en febrero, estiman los analistas de UBS Luiz Carvalho y Julia Ozenda.

En su análisis sobre políticas de precios de combustibles en América Latina, el banco señala: «en otras palabras, podría haber otro gasolinazo en febrero debido a la depreciación del peso y un aumento en los precios de la gasolina en Estados Unidos».

Un alza de precios de otro 10 por ciento sobre los actuales llevaría a la gasolina Magna a un costo de 17.58 pesos por litro; la Premium costaría 19.56 pesos por litro, y el diésel 18.75 pesos por litro.

Y es que México compra al vecino país del norte más de la mitad de la gasolina que consume y lo hace en dólares, por lo que al incremento de los precios de los combustibles por sí mismo hay que agregar el incremento correspondiente al encarecimiento de la moneda estadounidense respecto al peso.

Sólo durante el mes de enero de 2017, el peso se depreció un 0.85 por ciento y desde el 8 de noviembre, día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, a la fecha, la caída es ya del 13 por ciento.

El banco suizo también da cuenta de la molestia ciudadana que siguió al primer aumento del año, de alrededor de 20 por ciento y sugiere que un nuevo aumento será problemático para el gobierno. «Dada la reacción al aumento de enero, un nuevo incremento podría ser un reto para las autoridades», dice el documento.

La Secretaría de Hacienda estipuló que habrá dos aumentos semanales establecidos por el gobierno durante las primeras dos semanas de febrero, y a partir de la tercera semana los precios se moverán de acuerdo con los precios internacionales. «Las fluctuaciones estarán determinadas esencialmente por los precios de Estados Unidos, y estarán sujetos al tipo de cambio».

APUESTA PERDIDA

El significativo salto de doble dígito en los precios de los combustibles obedece a un mal cálculo del gobierno federal, que inicialmente había establecido que la liberalización de las gasolinas se llevaría a cabo en 2018. El año pasado, cuando los precios del petróleo estaban bajos, el gobierno anunció que adelantaría la liberalización a 2017 bajo la percepción de que los precios de la gasolina probablemente bajarían. Pero se equivocó.

El problema, señala UBS, es que en la segunda mitad de 2016 los precios del petróleo volvieron a subir, al tiempo que las elecciones de Estados Unidos hundieron al peso.

Hasta el 1 de enero de 2017, la gasolina sólo podía subir un máximo de 3 por ciento, de manera que aunque el precio internacional del combustible aumentara, el Estado absorbía el costo. En los últimos meses, el precio internacional de las gasolinas superó ese tope del 3 por ciento, ampliándose así cada vez más la brecha con el precio al consumidor final.

Cuando se complete el proceso hacia la liberalización total en todas las regiones del país -lo que finalizará en diciembre de este año- «quedará por ver si hay suficiente competencia entre las gasolineras para asegurar precios competitivos a lo largo y ancho del territorio nacional», indicó UBS.

-Con información de Valentina González y Gabriela Jiménez, EconomíaHoy

Redacción/SinEmbargo
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