La crítica del Presidente Donald Trump a la prensa se dio en un momento en el que se colocó frente a un monumento en memoria de los agentes de la CIA que han muerto al servicio de Estados Unidos.
Por Julie Pace y Jill Colvin
Virginia, EU, 21 de enero (AP) — El Presidente Donald Trump se movilizó el sábado para enmendar su conflictiva relación con las agencias estadounidenses de inteligencia, al viajar a las instalaciones de la CIA en su primer día completo en el cargo para asegurarles a los funcionarios que «cuentan con todo mi apoyo».
Sin embargo, el Presidente rápidamente pasó de los elogios a la CIA a las críticas a la cobertura mediática de su investidura, en un discurso improvisado que exageró el tamaño de la multitud reunida en el complejo de monumentos National Mall de Washington durante su toma de posesión. Trump dijo que las multitudes «llegaban al fondo, hasta el monumento a Washington», pese a que las fotografías y los videos en vivo mostraban que la audiencia estuvo muy lejos de llegar a ese obelisco.
La decisión de Trump de visitar las instalaciones de esta central de inteligencia ubicadas justo a las afueras de Washington pretendió realizar un gesto público de amabilidad hacia las autoridades de inteligencia, a las cuales criticó fuertemente durante la transición. En repetidas ocasiones desafió las evaluaciones de las agencias sobre la intromisión de Rusia en la contienda presidencial para ayudarlo a ganar, e insinuó que los funcionarios de inteligencia eran responsables de la filtración de un expediente no verificado en el que se acusaba a Moscú de recabar información personal y financiera de Trump que podría colocarlo en posición comprometedora.
Durante sus declaraciones a cerca de 400 agentes de la CIA, el mandatario negó algún malentendido con la comunidad de inteligencia y subrayó que «es todo lo contrario». Nuevamente culpó a los medios de comunicación de crear dicha impresión, pese al hecho de que realizó varias declaraciones públicas en las que arremetió contra las autoridades de este sector.
«No hay nadie que tenga más aprecio por la comunidad de inteligencia y la CIA que Donald Trump», subrayó. «Nadie».
La toma de posesión del 45to presidente de Estados Unidos se vio ensombrecida por los reportes noticiosos de que la CIA y otras agencias federales investigaban la interferencia rusa en la elección presidencial para beneficio de Trump. El New York Times, que mencionó como fuentes a funcionarios anónimos, señaló que las agencias estaban examinando comunicaciones interceptadas y transacciones financieras entre las autoridades rusas y un círculo de personas cercanas a Trump.
El director del FBI, James Comey, rechazó confirmar o describir la naturaleza de la investigación gubernamental, tanto durante una audiencia legislativa como en un encuentro a puerta cerrada con los miembros del Congreso.
El sábado concluyeron los tres días de celebraciones por la investidura, y Trump y su familia asistieron a una ceremonia religiosa nacional que se realiza tradicionalmente para el nuevo mandatario. El presidente y su esposa, Melania, y el vicepresidente Mike Pence y su mujer, Karen, se sentaron en la primera fila de la Catedral Nacional de Washington para participar.
El servicio ecuménico, una tradición para los nuevos presidentes, se realiza en una parroquia episcopal, y en este caso provocó controversias entre los feligreses opuestos a sus políticas.
