La moneda de Reino Unido se ha depreciado desde enero pasado cerca de un 13,6 % frente al euro, hasta cambiarse en 1,17 euros, incluso por debajo de los 1,23 euros en que se situó tras la victoria del «brexit».
Redacción Internacional, 28 de diciembre (EFE).- La libra esterlina termina 2016 como una de las divisas con peor comportamiento, con caídas superiores al 13 % frente al euro, en un ejercicio marcado por la fortaleza del yen y la recuperación del rublo ruso y el real brasileño.
La libra esterlina ha sido la protagonista del año: llegó a caer un 7,5 % frente al dólar, situándose a niveles de 1985, después de que en el referéndum del pasado 23 de junio la mayoría de los británicos optase por romper los lazos con la Unión Europea (UE).
Sin embargo, en opinión del director de riesgos de la compañía de intermediación de divisas Ebury, Enrique Díaz-Álvarez, se espera «un notable rebote de la libra frente al euro», ya que su depreciación «es excesiva, y pone en precio casi el peor escenario posible en la negociación del proceso de salida».
La divisa única europea, compartida por diecinueve de los socios europeos, perdió por su parte un 4 % frente a la moneda estadounidense, hasta llegar a cambiarse por 1,04 dólares.
Los expertos no descartan que pronto alcance la paridad con el dólar y se mantenga «ligeramente por debajo» en 2017.
De momento, en el mercado de divisas de Fráncfort (Alemania) el euro se cambiaba este miércoles a 1,0393 dólares, frente a los 1,0455 dólares a que se negociaba el martes hacia la misma hora (16.00 GMT).
El Banco Central Europeo (BCE) fijó hoy el tipo de cambio de referencia de la divisa común en 1,0401 dólares.
Otra de las monedas europeas que más se ha depreciado en 2016 es la corona sueca, que en este año ha retrocedido un 5 % frente al euro y un 8,7 % ante el billete verde, aunque el Banco Central de Suecia cree que la divisa local «se fortalecerá lentamente».
En cuanto al franco suizo, una de las monedas que ha mostrado mayor estabilidad a lo largo del año, ha registrado un incremento del 2,9 % frente al billete verde y un descenso del 1,6 % frente al euro.
El peso mexicano ha perdido en lo que va de año más de un 13 % ante el euro y más de un 17 % frente al dólar por la incertidumbre de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la posterior victoria del magnate republicano Donald Trump.
El nivel en el que cotiza la divisa ha obligado «al banco central de México a fuertes subidas de tipos para protegerla» y es difícil que «se repita la caída del peso en 2017», apuntan desde la citada empresa de intermediación de divisas.
Por su parte, el peso argentino perdió un 13,24 % frente al euro y un 16,8 % ante el dólar.
Sin embargo, la caída de esta divisa comenzó a finales de 2015, cuando el presidente del país, Mauricio Macri, levantó el «cepo al dólar» o conjunto de medidas adoptadas en 2011 por su predecesora Cristina Fernández que impedían acceder a esa moneda extranjera en el país suramericano, con la consiguiente depreciación del 47 %.
Entre las asiáticas, el yen japonés se apreció frente a todas sus competidoras, con un avance del 6,5 % ante el euro y del 2,1 % ante el dólar.
A juicio del experto Díaz-Álvarez, la moneda nipona fue «la gran sorpresa del año» ya que «los titubeos del Banco de Japón a la hora de aprobar nuevas medidas de estímulo monetario tomó a contrapié a los operadores, que esperaban lo contrario».
El dólar canadiense también es una de las divisas principales con mejor comportamiento y su cambio frente al euro avanzó un 6,34 % y frente a la divisa estadounidense un 1,93 %.
Entre las divisas emergentes hubo en cambio un comportamiento mucho más dispar, con apreciaciones superiores al 20 % en el rublo y el real brasileño, frente a las caídas de la lira turca, el peso argentino y el mexicano.
En Rusia, la moneda avanzó entre un 26 % frente al euro y un 21 % frente al dólar, mientras que en Brasil, el real se apreció en proporciones similares, en este último caso, gracias a las materias primas.
Esta mejora, unida a la de la propia economía del país hacen que los expertos vean una «apreciación sostenida» del real frente al euro.