Adiós, Betsy, hasta la vista

17/12/2016 - 11:04 am
Adiós Betsy Hasta La Vista Foto Cuartoscuro
Adiós Betsy Hasta La Vista Foto Cuartoscuro

Hace muchos años, cuando llegué por primera vez a México, tuve la oportunidad de hacerle una nota. Eran citas a las que tardaba en llegar y demoraba en irme. Eran esos tiempos en que ocupaba toda una tarde en conocer a algún artista y me iba empapando de este país, al que tanto le debo.

Nos pasamos toda el tiempo en un departamento de La Condesa. Gente iba y venía alrededor, pero ella muy concentrada en su entrevista. Me llevé discos y un casete de una hora y media grabado de un lado al otro.

Betsy Pecanins había nacido en Arizona en 1955, pero se sentía mucho más que mexicana. “De Estados Unidos sólo me ha quedado el blues”, decía. Una especie de dolencia en las cuerdas vocales la dejó sin voz en los últimos tiempos. Volvió al Teatro de la Ciudad gracias a las inyecciones de botox y a una fuerza de voluntad que había sido su prédica durante todo el espacio de su vida.

Lloroso, el periodista Xavier Quirarte me dice: “podría haber sido una mamona, alguien difícil de llegar, pero estaba todo el día sonriente, dispuesta a dar, a compartir”. Y era así.

Tanto Xavier como yo no asistimos al espectáculo del Teatro de la Ciudad. “No sé, me dio como cosa, someterme a la emoción, alguien tan amigo y que no pudiera ser justo”, me explica.

Yo no fui por esas tareas del estrés. Unos días más tarde me dio un derrame cerebral por no poder parar y tanto me sirvió su ejemplo.

“Soy la eterna incomprendida”, supo decir en una entrevista que le hiciéramos hace unos años en su casa de La Condesa, al tiempo de reconocer que en los últimos tiempos, la globalización hizo mucho en beneficio de su arte.

“Hasta hace unos años hasta la tan mentada world music era muy cerrada y solo hacía hincapié en el folclore, ahora hay mucha más apertura”, dijo Betsy.

“En mi caso, hacer música es un acto profundamente personal, en todos los sentidos. Cuando era joven todo el mundo me decía: – Canta blues, que te sale muy bien. Pero yo decía que no, que no quería imitar a Koko Taylor, para mí cantar blues iba a ser el resultado de mi dolor, de mi humor, de mi sensualidad”, afirma.

“Siempre he dicho que para mí el blues es como un zapato viejo, no hay ninguno que te ayude a caminar como ese zapato viejo, aunque no puedo decir que compongo estrictamente blues. Cuando me pongo a componer, recurro a otras cosas y hasta ahora hice algunos blues y también hice otras canciones que no son blues. Soy de Arizona, por lo que el folk también es una influencia para mí”, agrega.

Con 16 discos en su haber, Betsy Pecanins a menudo dice que está viva de milagro y que su cuerpo, sometido a muchas operaciones, siempre ha respondido bien al estímulo de la música. “Es cantar lo que me ha dado vida y lo que me ha permitido luchar contra las adversidades”, afirmó cuando presentó, en 2000, Esta que habita mi cuerpo.

Pero en los últimos tiempos ya no podía cantar. Me vuelve a decir Xavier Quirarte: “Su voz, su voz, si al menos hubiera quedado en silla de ruedas y hubiera seguido cantando”.

Creo que eso terminó con ella. Porque a pesar de la enfermedad de la columna, es curioso lo que pasaba con Betsy: siempre lucía igual. Era la cara sonriente de desafío a la vida y nunca pasaba el tiempo.

Muere Betsy Pecanins, reina del blues y "militante de la felicidad", escribió Javier Sicilia en el twitter.

Muere Betsy Pecanins, ya sin voz, porque fue su voz lo que le permitió vivir. Así digo yo. Adiós, querida, hasta la vista.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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