Aromas, texturas, colores y sabores. El fin de año es un excelente pretexto para reunirse con los seres queridos alrededor de la mesa, por ello el chef Víctor Cabrera comparte un menú distinto al tradicional, para darle un giro a las cenas decembrinas.
Por el Chef Victor Hugo Cabrera, ESDAI-UP
Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).– La cena es uno de los elementos más importantes sino es que el fundamental de la Noche Buena o para recibir el Año Nuevo…. más allá de las luces y los colores, del ponche y la sidra, del árbol de Navidad y el nacimiento, de los abrazos y los regalos. Abundancia y variedad de aromas, texturas y sabores no deben faltar en la mesa, acompañados de los seres queridos, una charla divertida llena de sonrisas.
El sentido de la Navidad es el mismo en todo el mundo, pero la forma de celebrarla varía de un país a otro e incluso de una región a otra y una parte de la esencia y la identidad de los pueblos que habitan la Tierra se ve reflejada en la forma en que la festejan. La inmensa importancia religiosa y espiritual, adquiere un valor cultural inapreciable.
Pero hablemos de platillos, uno de los pays más populares en México es el Strudel de manzana, de origen alemán y de consumo en temporada navideña. El Tronco de Navidad español ha ido variando durante el año, surgiendo el famoso Niño envuelto.
¿Quién no ha saboreado el famoso fruit cake inglés? Tradicionalmente todos los integrantes de la familia deben participar en la elaboración del mismo, ya que se cree que al momento de prepararlo se genera armonía, abundancia y se piden deseos.
Dentro de la sabiduría popular se dice que para la cena de Navidad la mejor cocina está en el campo, donde se elaboran las especialidades clásicas. Algunos de los platillos tradicionales son el pavo horneado, el lechón, ensalada de manzana, romeritos, chiles chipotles rellenos de queso y capeados, el laborioso pero delicioso bacalao a la vizcaína, pierna mechada, lomo adobado, carlotas navideñas, pastas, sopas o cremas diversas, los famosos buñuelos acompañados de un café de olla o el ponche de frutas para abatir el frío decembrino que con el calor humano es casi imperceptible.
La Navidad es una celebración que conjuga un gran número de símbolos, sobre todo de índole espiritual. Todos los elementos decorativos, muchos de los personajes envueltos en la fiesta, e incluso, algunos de los platillos típicos de estas fechas significan algo.
En cada mesa no deben faltar velas, ya que son la purificación y las flamas representan la fe. Si la vela es azul traerá honor, verdad, sabiduría y protección. Las velas verdes son para salud, fertilidad, éxito, prosperidad, dinero y buena suerte. Rosa para el amor, naranja para la buena energía, las blancas a su vez para la meditación y consagración, simbolizan la paz y fuerza espiritual.
La piñata de siete picos que representan los pecados capitales, en conjunto es el espíritu del mal, la persona vendada es la fe ciega que destruye las tentaciones. El relleno de fruta y dulces simbolizan la abundancia que se gana al vencer al demonio.
Algunos platillos simbolizan la abundancia al consumirlos, como es el caso de los cereales y leguminosas (arroz, pastas, lentejas), dicen que preparar platillos con esos productos nos auguran un año de estabilidad en nuestras finanzas, sea verdad o no, lo importante es disfrutar la cena en compañía de las personas queridas, demostrarles lo mucho que nos importan con una variedad de platillos y bebidas.
Te recomiendo hacer las compras con anticipación para tener un mejor precio y calidad, comenzar las preparaciones dos o tres días antes para que ese día únicamente nos preocupemos por disfrutar y celebrar…. Recuerda que el que cocina no lava platos.
¡Felices fiestas!
RECETAS
Chef Víctor Hugo Cabrera
Actualmente se desempeña como coordinador de los laboratorios de alimentos de la Escuela de Administración de Instituciones ESDAI de la Universidad Panamericana.
Originario de Puebla donde realizó estudios de licenciatura en gastronomía con diploma de cocina francesa y servicio en Lyceé Hotelier René Auffray, en París; Especialista en Emprendedores de Negocios de Alimentos y Bebidas así como Maestro en Organización de Eventos por la Universidad Panamericana.
Dentro de su experiencia profesional se ha desempeñado como consultor restaurantero, Chef ejecutivo en hoteles y restaurantes de Buenos Aires, Puebla y Playa del Carmen así como Chef personal de distintos actores del ámbito público y político.
Fue Chef invitado por la Embajada de México en Kenya y Embajador de la cocina mexicana para el Fondo Mixto de Promoción Turística de CDMX 2015 y 2016 en Houston, Texas.
En el ámbito docente ha sido profesor por 10 años en diferentes universidades en Puebla, Quintana Roo y la Ciudad de México; ha fungido como coach en diferentes concursos como St. Pellegrino y CONPEHT Perú así como juez en los certámenes: Cocinero del año México, Abastur y CONPEHT Internacional.
Forma parte de la Alianza de académicos gastronómicos del Instituto Paul Bocuse, Francia y de Worldwide Allience Seminar Paul Bocuse en Finlandia 2015.