Anthony Scaramucci, un alto asesor del equipo de transición de Donald Trump, dijo a un grupo de líderes empresariales convocado en una reunión bipartidista por el grupo No Labels que el Presidente electo Trump es un partidario del libre comercio que busca hacer negocios más justos, “no chatarra”. Dijo que habla regularmente con el Presidente Peña, algo que no ha sido informado en México.
Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo).– Miembros del equipo de transición de Donald Trump estarían tratando de apaciguar las preocupaciones entre los líderes empresariales de Estados Unidos sobre la posibilidad de que la próxima administración pueda desencadenar una guerra comercial con México, Canadá y otros socios comerciales importantes en los próximos cuatro años.
De acuerdo con una nota del diario en línea The Hill, Anthony Scaramucci, consejero principal del equipo de transición de Trump, dijo a un grupo de importantes empresarios que el Presidente electo es un simpatizante del libre comercio que busca hacer negocios más justos, no arruinarlos.
“No creo que estemos buscando dañar el TLCAN, lo que estamos buscando es hacerlo más justo», dijo. «Él [Trump] tiene una gran relación, por cierto, con el Presidente mexicano. Hablan regularmente”, reveló Scaramucci refiriéndose a Trump y al mandatario Enrique Peña Nieto.
Scaramucci, sin embargo, aseguró que, durante años, los funcionarios responsables del Comercio en Estados Unidos no utilizaron los “procesos de revisión” creados por el propio TLCAN para asegurar un cumplimiento justo del tratado para Estados Unidos, lo que implicó la pérdida de 70 mil fábricas en ese país desde la entrada en vigor del TLCAN, en 1994.
Estas conversaciones no han sido reveladas en México por Los Pinos. Todo lo contrario: la hostilidad entre México y Estados Unidos parece crecer.
La Mesa Directiva del Senado anunció hoy que se reunirá esta semana con la Secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, para conocer la estrategia del Gobierno federal frente a la llegada del republicano a la presidencia de Estados Unidos.
De acuerdo con la información, el encuentro fue gestionado por el presidente del Senado, el verdeecologista Pablo Escudero, quien explicó que la intención es conocer, de primera mano, las acciones que tiene contempladas el Gobierno federal.
Ayer, el Vicepresidente electo de EU, Mike Pence, aseguró que hay una gran variedad de maneras en las que su país puede hacer que México pague el muro fronterizo prometido por Trump, por ejemplo, incluir el tema en una renegociación del TLCAN.
“Pienso que hay una variedad de maneras de hacer pagar por un muro fronterizo. El Presidente electo (Trump) encontrará la mejor forma de cómo avanzar. Y algo de esto será hecho a través de negociación”, dijo Pence en el programa dominical This Week al ser cuestionado sobre la negativa a pagar por el muro hecha por el Presidente Enrique Peña.
Pence añadió:
“Estoy seguro que nuestro Presidente electo mantendrá su promesa al pueblo estadounidense: protegeremos la frontera, construiremos un muro, terminaremos la inmigración ilegal de una vez por todas y encontraremos una manera de que nuestros vecinos (mexicanos) paguen por él”.
Pero el asesor de Trump dijo ante empresarios que su tarea en el equipo económico de Trump ha sido estudiar el impacto que ha tenido en la economía estadounidense el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que Trump calificó como «el peor acuerdo comercial jamás firmado en cualquier lugar», durante la campaña presidencial.
Las promesas del TLCAN fueron muchas. En 1993, fecha en que se firmó, las promesas que se crearon dieron la ilusión de que era la entrada de México al primer mundo. Que el desarrollo económico se haría notable, luego de su puesta en marcha, con más empleos, mejores salarios. La esperanza venía con otra promesa: un día, los mexicanos dejarían de irse a Estados Unidos a buscar trabajo remunerado.
A 22 años de la firma del acuerdo y ante la llegada de Donald Trump, todo lo anterior está en duda. Hubo más empleo, pero no hubo una mejora en el salario: los mexicanos tienen, de hecho, el más bajo de todo América Latina. El país favoreció durante años el mercado externo sobre el interno y ahora, el cierre de la frontera causa alerta. Incluso se pone en riesgo la alimentación, sobre todo de los más desprotegidos.
A más de dos décadas, el TLCAN está lejos de cumplir las promesas con las que se promovió su aceptación y hoy, la amenaza que significa Trump deja al descubierto todo lo que se dejó de hacer sexenio tras sexenio.