El cineasta italiano Bernardo Bertolucci admitió que la violación que se ve en El último tango en París fue real, ya que la secuencia había sido realizada sin el consentimiento de la actriz, Maria Schneider. La actriz, fallecida en 2011 dijo que durante el rodaje, cuando tenía 19 años, se sintió engañada, «humillada» y «un poco violada».
Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo/ElDiario.es).– «Quería la reacción de una chica, no de una actriz». Así pretendía justificar el director Bernardo Bertolucci que tanto él como Marlon Brando, protagonista de El último tango en París, engañaran a la actriz Maria Schneider para rodar la famosa escena de una violación. Ambos pactaron no contarle lo que sucedería después.
«No quería que Maria fingiese la humillación, quería que la sintiera. Los gritos, el ‘¡no, no!’. Después me odiaría toda su vida», confesaba el italiano en una entrevista de 2013 en la Cinemateca francesa que estos días, con motivo del Día Internacional contra la violencia machista, ha sido recuperada y ha llenado de indignación. «Culpable, pero no arrepentido», dice sentirse Bertolucci por aquella escena. «Me porté de una manera horrible con ella», reconoce. También añade que le escondieron el detalle de la mantequilla usada como lubricante.
Según cuenta el director italiano, no se volverían a ver nunca tras ese rodaje. Ella le odió toda su vida a él «e incluso a Marlon». Scheneider murió en 2011, dos años antes de las declaraciones de Bertolucci. Durante el rodaje, tenía 19 años; Brando, 48.
Bertolucci no especifica si el sexo fue real, una leyenda que siempre ha rodeado a la película, pero reconoce abiertamente que la escena no fue consensuada. Tras esas palabras ha adquirido relevancia, pero Scheneider se refirió en diversas ocasiones anteriormente a este suceso. En 2007, habló en Daily Mail de que «no estaba en el guion original. Solo me la contaron antes de filmarla».
«Debería haber llamado a mi agente o a mi abogado, porque no se puede obligar a una persona a hacer algo que no está en el guion, pero en ese momento, no lo sabía», decía la actriz. «Marlon me dijo: ‘No te preocupes, es solo una pelíula. Pero, a pesar de que lo que hacía Marlon no era real, yo lloraba lágrimas de verdad'».
«Me sentí humillada y, para ser honesta, un poco violada», continuaba. Después de la escena, ninguno de los dos la consoló ni se disculpó. Ella no volvió a rodar una escena de sexo en toda su carrera, que estuvo marcada por la depresión y las drogas.
La petición de change.org abierta para pedir a la Academia de Hollywood y a Bertolucci que condene este episodio argumenta que se produjo la vulneración «de sus derechos como actriz y su dignidad como mujer y persona, y humillándola y abusando psicológicamente de ella. Si la penetración fue real o no, es casi anecdótico».
Algunas estrellas de Hollywood como Jessica Chastain, Chris Evans o Evan Rachel Would han mostrado estos días su condena a la escena.