Jonathan Heath explicó que el ICC fue creado en 2001 con una escala de cero a 100 en la que cero equivale a pesimismo absoluto y 100 a total optimismo. Desde su creación, el resultado nunca ha pasado al umbral del optimismo , «así vemos las cosas los mexicanos», dijo el académico.
Por Gabriela Jiménez
Ciudad de México, 25 noviembre (SinEmbargo/EconomíaHoy).– El Indice de Confianza del Consumidor que presenta el Inegi para conocer el grado de pesimismo u optimismo de las y los mexicanos respecto a la situación económica de los siguientes 12 meses «no dice nada», y de hecho «oculta» el verdadero sentir de los ciudadanos a este respecto, dijo Jonathan Heath, economista, investigador y autor del libro ‘Lo que indican los indicadores’.
Durante el X Simposio de Educación Económica y Financiera organizado por el Museo Interactivo de Economía (MIDE), Heath explicó que el ICC fue creado en 2001 con una escala de cero a 100 en la que cero equivale a pesimismo absoluto y 100 a total optimismo. Desde su creación, el resultado nunca ha pasado al umbral del optimismo , «así vemos las cosas los mexicanos», dijo el académico.
No obstante, tanto el Banco de México como el Inegi «esconden» está información en la manera en la que la presentan para la interpretación del público en general sin conocimientos sólidos de economía, finanzas o estadística.
Heath señaló que desde 2003, el Inegi presenta, en lugar de un indicador, un índice, en el que se apunta la acotación «2003 = a 100», lo que equivale a establecer un punto en el tiempo, y cuánto se mueve el optimismo de los consumidores respecto a esa fecha.
Ese índice es el que el Inegi presenta al inicio de sus comunicados, y sólo más adelante presenta el verdadero indicador.
Heath califica a la modificación realizada por el Inegi como un «error histórico» del cual asegura ha advertido personalmente tanto al Inegi como al banco central. «No me han hecho mucho caso», lamentó.
Así, el economista asegura que el dato del mes de octubre de 2016 -antes de que fuera elegido Donald Trump- registró «el nivel más pesimista de todos los tiempos, incluso más que en el peor momento de la crisis de 2009».