El mexicano Juan Pablo Villalobos gana el XXXIV Premio Herralde de novela

07/11/2016 - 9:07 am

Villalobos ha confesado que esta novela [«No voy a pedirle a nadie que me crea»] nació de una crisis literaria y existencial que tuvo durante su estancia en Barcelona, ciudad a la que llegó en 2003, becado por la Unión Europea, trabajo que le valió el Premio Herralde de novela.

El Escritor Mexicano Juan Pablo Villalobos Foto Efe
El Escritor Mexicano Juan Pablo Villalobos Foto Efe

Barcelona, España, 7 noviembre (EFE).- El escritor mexicano Juan Pablo Villalobos ganó hoy el XXXIV Premio Herralde de novela con su obra «No voy a pedirle a nadie que me crea», mientras que «Amores enanos», del argentino Federico Jeanmaire, quedó finalista.

El ganador se impuso entre las cinco novelas finalistas de las 512 presentadas al galardón, dotado con 18 mil euros (unos 19 mil 900 dólares al cambio actual).

El jurado ha destacado asimismo la gran calidad literaria de la novela «Cómo dejar de escribir», de la española Esther García Llovet, que también será publicada.

«No voy a pedirle a nadie que me crea», la frase del título, es también la advertencia que los distintos narradores y personajes de la novela lanzan con frecuencia en esta historia, en la que lo corriente se transforma en un delirio y lo raro acaba siendo normal.

El protagonista tiene el mismo nombre que el autor, Juan Pablo Villalobos y, como él, llega a Barcelona becado para escribir su tesis doctoral, en este caso con su novia.

La novela arranca con su primo, que ya de chico apuntaba maneras de estafador, y que ahora pone al protagonista en problemas, «un negocio de alto nivel» que convierte su estancia en Barcelona en una especie de novela negra de humor también negro.

Por sus páginas, ha explicado Villalobos, desfilan una variopinta fauna de personajes, incluida la propia madre del protagonista, melodramática, orgullosa y chantajista como en una buena telenovela mexicana.

Villalobos ha confesado que esta novela nació de una crisis literaria y existencial que tuvo durante su estancia en Barcelona, ciudad a la que llegó en 2003, becado por la Unión Europea.

«Al final aquí conocí a mi mujer, tuve a mis hijos y aquí me quedé hasta 2007, cuando me fui a Brasil, y luego volví en 2014. Llegó un momento que me parecía que no podía seguir escribiendo mis novelas como si viviera en México, no me sentía cómodo», ha añadido.

Tras dos años de estar en Barcelona sintió que «esa distancia se volvía problemática y la solución a esa crisis fue esta novela, que en muchos sentidos es una novela híbrida».

Híbrida porque no sabe hasta qué punto es «una novela mexicana sobre Barcelona, sobre Cataluña o España, o si es una novela barcelonesa, catalana o española sobre México; pero también es híbrida en tradiciones literarias, ya que intenta invocar y celebrar a Jorge Ibargüengoitia, Pere Calders, Jorge Pitol, Eduardo Mendoza, Augusto Monterroso, Ramón Gómez de la Serna o Juan Marsé».

Combina también los registros lingüísticos, pues, según el autor, es un intento de síntesis del castellano de México, el de un barcelonés, el de un argentino o el de un italiano que vive en Barcelona.

También mezcla géneros como la novela negra, la comedia de enredos y la autoficción, pues el protagonista se llama igual que el autor, si bien, advierte «es tan absurda que difícilmente puede ser autobiográfica».

La novela, que se publicará el 30 de noviembre, es humorística, y además «explora los límites del humor de manera muy explícita, porque el personaje que viene a hacer una tesis va a investigar sobre los límites del humor en el siglo XX».

En una época de lo políticamente correcto, considera Villalobos que se han establecido demasiados límites al humor, que sufre en «un contexto en el que se vive en lo literal sin ver la ironía, la parodia o los segundos sentidos».

A su juicio, «hablar de temas tan graves como la violencia se puede hacer con humor, pero cabe preguntarse hasta dónde se puede. Lo peor no es que te quedes solo riendo, sino que lo hagas con malas compañías como los nazis o Donald Trump».

Villalobos habla con humor de la política y la realidad mexicana, que «en los últimos años se ha visto desbordada por un crimen organizado» que se ha convertido en un forma de «narcocapitalismo en la era de la globalización»; de la política catalana y española.

Sin querer dar más pistas para no destripar la historia, el autor ha señalado que en el texto sale «un personaje político nacionalista de derechas que acaba con líos de corrupción en México».

El jurado del premio estaba compuesto por Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina Foix y el editor Jorge Herralde.

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