La discusión por la repatriación de la prótesis de Santa Anna data desde tiempos del Presidente Abraham Lincoln, quien era originario de Illinois y se oponía a la guerra con México. El General comenzó a utilizar la prótesis en 1838, tras perder la pierna izquierda a causa de un cañonazo durante la denominada «Guerra de los Pasteles» entre México y Francia.
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).– La lucha por repatriar a México la prótesis de cuero que utilizó el General Antonio López de Santa Anna se ha prolongado durante 169 años. Todo comenzó cuando el seis veces Presidente de México la abandonó en un carruaje.
El pasado 27 de octubre, un grupo de estudiantes de Historia en Estados Unidos viajó a Illinois para solicitar a las autoridades de ese estado que devolvieran a México la prótesis, que es exhibida en el Museo Estatal Militar de
la comunidad de Springfield.
La lucha por recuperar la pierna artificial fue infructuosa para los estudiantes pues las autoridades se negaron a repatriarla.
Santa Anna comenzó a utilizar la prótesis en 1838, tras perder la pierna izquierda a causa de un cañonazo durante la denominada «Guerra de los Pasteles» entre México y Francia.
La lesión ayudó a impulsar de nuevo la imagen de Santa Anna y le otorgó la fuerza política necesaria para volver al poder, pese a haber sido derrotado en Texas en 1836.
En 1847, durante la guerra contra Estados Unidos que culminaría con la cesión de casi la mitad del territorio mexicano, Santa Anna fue sorprendido por soldados en Illinois, lo que le obligó a huir y dejar varias cosas en su carruaje, entre ellas dinero y su prótesis.
Luego de la batalla, los soldados estadounidenses jugaron béisbol con su pierna y la llevaron de vuelta a Illinois como un trofeo de guerra.
Teresa Van Hoy, profesora de Historia de la Universidad de St. Mary, dijo a la cadena de televisión KSAT de San Antonio que la pierna puede ser un trofeo de guerra para Estados Unidos, pero tiene un significado más profundo para México.
La profesora les explicó que los estudiantes creen que si los hechos fueran al revés y uno de los presidentes estadounidenses hubiera perdido la pierna en la batalla, ellos desearían les fuera regresada.
La discusión por la repatriación de la prótesis de Santa Anna data desde tiempos del Presidente Abraham Lincoln, quien era originario de Illinois y se oponía a la guerra con México.