Hoy Michoacán sufre más violencia que en los últimos diez años. Pese a la intervención del estado por parte del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto en el 2014, la ola de homicidios registrada este año supera incluso las cifras de averiguaciones previas por asesinato registradas durante la administración del ex mandatario Felipe Calderón Hinojosa. Michoacán está al acecho de nuevos cárteles, advierten analistas. Grupos del crimen organizado buscan articularse y las autoridades ya han dicho que no pueden solas.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).- De 2015 a 2016, los homicidios intencionales en Michoacán incrementaron en un 75 por ciento y de esta forma la ola de asesinatos es la más alta en los últimos diez años. Especialistas acusaron que el origen de este repunte se remonta a dos años atrás, cuando el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto intervino el estado.
Entre enero y septiembre, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó que en Michoacán hubo 947 homicidios dolosos o intencionales, esto representa 54 por ciento más asesinatos que en el mismo periodo del 2013, cuando el Presidente Peña Nieto decidió que la tasa ameritaba la intervención.
Salvador Maldonado Aranda, profesor del Colegio de Michoacán, detalló que en el 2014 el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto no logró acabar con los remanentes del narcotráfico en la entidad, ni su infiltración en las policías rurales (antes autodefensas).
“Si bien hubo varias acciones, se desarticuló la cúpula de la organización más importante [del crimen organizado], no necesariamente se llegó a un nivel de desarticulación al nivel de lo local, de la vida cotidiana. Esta desarticulación quedó pendiente, después de que oficialmente hubo una remoción del Comisionado federal”, explicó Maldonado Aranda.
Estos remanentes hoy tienen a la entidad en zozobra. Hace unos días la revista Proceso difundió que presuntamente el Cártel Jalisco Nueva Generación dejó mensajes en redes sociales en los que advierte que librará una guerra en contra de otros grupos criminales, y pide a la población que no salga a partir de las 10 de la noche de sus casas.
Maldonado detalló que es escasa la información certera sobre cómo opera el Cártel Jalisco Nueva Generación. Sin embargo, no dudó que el grupo criminal sea uno de los que esté operando para ganar la plaza.
El 20 de octubre el Gobernador de Michoacán Silvano Aureoles insistió, ante la presencia de Peña Nieto durante la inauguración de la autopista Cuitzeo-Pátzcuaro, en que la estrategia de seguridad de la entidad se ha ceñido “estrictamente” al diseño del Gobierno federal.
Si bien la intervención federal acabó en el 2014, la entidad gobernada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) aún no ha sido capaz de contener por sí misma la ola de violencia.
“Le pido, por los michoacanos, a nombre del Gobierno que encabezo, pero sobre todo por el estado, que mantenga esa cercanía que ha mantenido con Michoacán y nos siga apoyando”, dijo Aureoles al Presidente en el evento.
La violencia parece haber rebasado la capacidad del Gobierno del estado. El número de averiguaciones previas por lesiones de arma de fuego entre enero y septiembre fue de 292, el mayor registro desde el 2008.
Mientras que la ola de robos se disparó a niveles sin precedentes en la última década. En los primeros nueve meses del año hubo 3 mil 735 averiguaciones previas de robos con violencia, un aumento del 34 por ciento con relación al mismo periodo del 2015; y del 50 por ciento comparado con los mismos meses del 2013.
DE VUELTA AL PASADO
El aumento de la violencia en Michoacán es un problema por el que pasan otros estados de la República que lidian con reacomodos de grupos criminales, en especial del CJNG, apuntó el profesor Guillermo Garduño Valero de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“Hay una guerra al interior de los cárteles. Otra entre cárteles, y el aparato policiaco , y una más con el Ejército y la armada”, dijo Garduño.
En los primeros nueve meses del año Sinaloa reportó 853 homicidios dolosos o intencionales, 16 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
En su momento el especialista en seguridad dijo a SinEmbargo que hay varias razones para creer que el CJNG estaría en disposición de disputar plazas que anteriormente eran del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con la organización civil Semáforo Delictivo, a nivel nacional, los homicidios dolosos aumentaron en un 20 por ciento con relación al año pasado y sies de cada 10 son ejecuciones del crimen organizado.
Esto en parte se debe a la atomización de los grandes cárteles de antaño han coincidido especialistas, y también podría ser uno de las consecuencias de la estrategia de lucha frontal contra el crimen.
El Gobierno federal ha dicho que 103 de los 122 capos que fueron objetivos prioritarios al principio de este mandato han sido neutralizados. Ya sea por ser abatidos o capturados. La estrategia generó una atomización de la violencia.
“La anterior lógica el Cártel era que estaba constituido por familias, y los grupos se apoyaban. Al momento de morir el capo criminal, ya estaba pactada la sucesión. Ahora ya no es así, en este momento las distintas fuerzas que están constituidas en un lugar, cada una de ellas empieza a formar su propia ruta [para operar]”, dijo Garduño.
Hasta ahora las estrategias del Gobierno para atacar estos fenómenos permanecen intactas.
En Michoacán, Peña Nieto aseguró que no dejará solo al estado y que habrá que reforzar su acompañamiento con autoridades locales.
Y Maldonado prevé que los problemas seguirán: “El Gobierno federal actúa como bombero, de manera coyuntura apaga el fuego”.