El Día de Muertos se mantiene vigente como una de las celebraciones culturales más importantes del año, además, fue declarada como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad en 2003.
Por Edna Alcántara
Ciudad de México, 26 octubre (Xinhua) .- Un gran desfile de calaveras gigantes, enormes ofrendas, decoración en calles y avenidas con veladoras y flores amarillas, enmarcarán a partir del próximo 29 de octubre la celebración del Día de Muertos en la Ciudad de México.
El director general de Servicios Turísticos de la Secretaría de Turismo del Gobierno de la Ciudad de México, Felipe Ignacio Carreón Castillo, explicó en entrevista a Xinhua que este año la celebración en la capital mexicana será al estilo «James Bond».
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a la tradición mexicana con estas características el 7 de noviembre de 2003.
Este año, la celebración se realizará durante tres días en la capital mexicana, una de las más pobladas del mundo, en la que se espera participen alrededor de 1 millón de personas.
Carreón explicó a Xinhua que la edición de 2016 se traducirá en un gran carnaval como tributo a los difuntos, con mucha música y la megaofrenda «Canto al Agua».
La enorme ofrenda de la artista visual Betsabeé Romero estará instalada en la representativa plaza central de la capital mexicana conocida como plancha del Zócalo.
Las actividades por el Día de Muertos abrirán el 29 de octubre por la tarde con un desfile que partirá del monumento a la Independencia conocido como «El Angel» y concluirá en la plaza central capitalina.
En este contexto, que combina tradición y devoción, podrá realizarse también una degustación de «calaveritas», coloridos dulces hechos de azúcar o amaranto que asemejan cráneos o bien probar el dulce de calabaza o el «pan de muerto».
El evento se divide en tres segmentos: el «viaje al Mictlán», que es propiamente el desfile y evoca el «reino de los muertos» entre los antiguos mexicanos; la «muerte niña», que significa entrar a la zona de la muerte; y el «pali panteón», que es la ofrenda en tributo a los difuntos.
Todo ello en su conjunto «sintetiza el culto a la muerte y su celebración en México desde la época prehispánica hasta la actualidad».
El desfile, que corresponde a la primera parte de las actividades, se realizará al estilo de la película «007 Spectre» de «James Bond», cinta que empieza con un carnaval de calaveras monumentales que llaman mucho la atención de la gente.
Esta actividad, que dará inicio a la tradicional manifestación cultural, tendrá una duración de tres horas, aproximadamente, con un recorrido de 683 metros.
En el desfile participarán cerca de 1.000 voluntarios disfrazados de calaveras y «catrinas», elegante representación mexicana de la muerte, personificada en una dama calavera ataviada con largo vestido y sombrero de ala ancha.
La jornada incluirá a grupos de danzantes vestidos a la usanza prehispánica, además de enormes marionetas, alebrijes (artesanías que encarnan a míticos animales), personajes que representarán mojigangas (género dramático de carácter burlón) y grupos musicales.
El mismo sábado por la noche se realizará un paseo nocturno en bicicleta, que irá del bosque de Chapultepec al Zócalo, donde podrá participar cualquier persona que lo desee, con la condicionante de «ir caracterizados» de acuerdo con la celebración mexicana de muertos.
La segunda y tercera parte de la celebración consta de actividades paralelas, como un foro donde se presentarán músicos como Susana Harp y Julio Revueltas, así como los grupos Triciclo Circus Band, Mono Blanco y la Orquesta Típica de la Ciudad de México.
Participarán además las agrupaciones Triciclo Rojo y Bandula para el público infantil, además de presentarse talleres de manualidades para niños y de preparación de «pan de muerto».
Instituciones académicas como el Claustro de Sor Juana y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se sumarán a las actividades con ofrendas en el Centro Histórico.
De acuerdo con Carreón Castillo, estas ofrendas evocarán a escritores extraordinarios como el español Miguel de Cervantes, de quien este año se celebran 400 años de su fallecimiento.
Recordarán también al dramaturgo inglés William Shakespeare, en el marco de su 400 aniversario luctuoso, así como a la poeta mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros literatos.
«Durante estos tres días se pretende que la familia mexicana y los visitantes extranjeros tengan la oportunidad de disfrutar, pero también conocer, vivir y reforzar nuestra cultura y tradiciones como es el Día de Muertos», puntualizó Carreón.
El culto a los muertos se mantiene vivo en el país latinoamericano desde la época prehispánica, y su principal manifestación es rendir tributo a los seres queridos desaparecidos de este mundo, mediante ofrendas en altares y rituales llenos de misticismo.
El funcionario capitalino explicó que la «tradición se mantiene y cada vez crece entre los mexicanos», según la cual los desaparecidos difuntos visitan a sus seres queridos vivos una vez al año.
Los días 1 y 2 de noviembre se honra en el país a «Todos Los Santos» y a «Los Fieles Difuntos», respectivamente, con ofrendas, ceremonias y música en hogares, escuelas, panteones y hasta en museos.
Los orígenes de esta celebración son anteriores a la llegada de los españoles a México, pues hay registro en las culturas mexica, maya, purépecha y totonaca, de acuerdo con historiadores.
El montaje de altares y ofrendas resulta esencial en estas fechas, en las que predomina el color naranja en hogares y cementerios con el tradicional cempasúchil, la principal flor que acompaña a los difuntos, según la tradición.
Las tradiciones incluyen otro elemento esencial que es el colorido papel picado en altares, legado de culturas prehispánicas que usaban materiales similares en fechas importantes del calendario, como el pueblo mexica, entre otros.
Altares, cementerios y sepulcros se colman de platillos, frutos y otros alimentos que en vida acostumbraban consumir las personas que ya no están y a las que se recuerda en estos días, según creencias aún vigentes en el imaginario de mexicanos.
