Sanjuana Martínez
24/10/2016 - 12:03 am
La tapada del Subcomandante
El subcomandante Marcos se parece a los más acérrimos priístas que manipulan el destino del sistema político mexicano, en particular aquellos que tienen el poder de seguir moviendo los hilos tras bambalinas.
Acostumbrado a las noticias efectistas, el hombre no indígena que solicitó el voto nulo en las pasadas elecciones federales, el subcomandante Marcos, Galeano o como se haga llamar, propone una candidatura “independiente” de “una mujer indígena” a las próximas elecciones a la Presidencia de 2018.
Aún no sabemos cómo se llama la “mujer indígena independiente”, pero eso no importa, porque finalmente atrás o adelante de ella estará el subcomandante Marcos o Galeano, el mismo que boicoteó las pasadas elecciones.
Es extraño, pero este personaje caricaturezco aparece en la escena política generalmente cuando le conviene al Partido Revolucionario Institucional (PRI). ¿Qué tipo de relación sostiene el subcomandante con el PRI?
Porque finalmente, esa supuesta candidata independiente indígena cuyo nombre no conocemos, la tapada del Subcomandante Marcos, solamente le hará, en caso de presentarse, el caldo gordo al gobierno, concretamente al PRI.
El viejo truco de dividir los votos ya lo conocemos. También conocemos la animadversión del subcomandante contra Andrés Manuel López Obrador y todo lo que ha hecho por restarle votos para impedir que llegue a ser presidente.
En eso, el subcomandante Marcos se parece a los más acérrimos priístas que manipulan el destino del sistema político mexicano, en particular aquellos que tienen el poder de seguir moviendo los hilos tras bambalinas.
Me refiero a Carlos Salinas de Goratri quien sigue analizando si finalmente su candidata del PRI a la Presidencia será Claudia Ruiz Massieu. El innombrable busca que todo quede en familia y piensa mandar al matadero a una de las suyas.
El salinismo se consolida con la ayuda del subcomandante Marcos que por restarle votos a Morena es capaz de todo, incluso de lanzar a su tapada. Nada hay de feminista en su propuesta. Al contrario, su relación con las mujeres es bastante cuestionable, sobretodo porque en esta, y otras decisiones en su historia de vida, su machismo es evidente.
El texto del subcomandante Marcos es nuevamente ambiguo y con un título delirante, muy a su estilo. “Preguntas sin respuestas, respuestas sin preguntas, concejos y consejos. (notas tomadas del cuaderno de apuntes del Gato-Perro)”, el señor Marcos o Galeano, aparente defender los derechos de las mujeres, pero no tiene ni idea de la cuestión de género.
Sin desvelar a su tapada, el subcomandante Marcos nos ofrece un debate entre esta mujer indígena y la señora de Calderón, Margarita Zavala precandidata por iniciativa propia a la presidencia: A usted que lee esto, ¿le molestaría ver y escuchar un debate entre la Calderona de arriba, con sus ropas ‘típicas’ de marcas exclusivas, y una mujer de abajo, indígena de sangre, cultura, lengua e historia? ¿Le interesaría más escuchar lo que prometa la Calderona o lo que proponga la indígena? ¿No querría asomarse a ese choque entre dos mundos? ¿No estarían, de un lado, la mujer de arriba, nacida y criada con todas las comodidades, educada en el sentimiento de superioridad de raza y color, cómplice y pretendida heredera de un psicópata aficionado al alcohol y a la sangre, representante de una élite que lleva a la destrucción total a una Nación, señalada por el Mandón como su vocera; y en el otro lado, una mujer que, como muchas, se forjó trabajando y luchando todos los días, a todas horas y en todos los lugares, no sólo contra un sistema que la oprime como indígena, como trabajadora y como pobre, también como mujer, que se enfrentó y ha enfrentado a un sistema reproducido a imagen y semejanza en los cerebros de los varones y de no pocas mujeres, que con todo en contra, hoy, sin saberlo todavía, tal vez tenga que representarse ya no sólo a sí misma, o a su colectivo, o a su pueblo, tribu, nación o barrio originario, también tenga que aspirar a representar a los millones de mujeres diferentes en lengua, color y raza, pero iguales en el dolor y la rebeldía?
Por supuesto, que eso nos interesaría a todos. El problema es que ese supuesto “choque entre dos mundos”, es propiciado por él mismo y su narcisismo, su ego y su deseo de socavar la fuerza de otra opción política capaz de sacar al PRI y al PAN de Los Pinos. ¿Por qué no habla de un debate entre Claudia Ruiz Massieu, la tapada del salinismo?
A Marcos no le interesa el feminismo, ni mucho menos el combate a la violencia contra las mujeres, ni siquiera la equidad de género o el respeto a las cuotas en el sistema político, lo que Marcos quiere simplemente es desviar intenciones de voto para beneficiar al gobierno en turno.
En su momento, la figura de Marcos fue importante por su permanencia en la selva desde hace 25 años y su lucha a favor de los indígenas, pero la pregunta surge de manera inmediata: ¿en qué ha cambiado la situación de los indígenas?. Uno va a Chiapas observa que los indígenas siguen estando tan mal como hace 500 años. ¿Acaso la lucha de Marcos logró incluir a los indígenas en las instituciones o en la Cámara de Diputados o en el Senado? Los indígenas siguen siendo los grandes olvidados y siguen estando sin representación, siguen siendo invisibles en este país racista que carece de una agenda política para atender sus necesidades.
Es hora de que Marcos se pregunte si su liderazgo ha servido para mejorar las condiciones de vida de los indígenas o simplemente le ha servido a él y a su ego. Porque Marcos sigue utilizando al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para sus intereses.
Por otra parte, la carrera política en el PRI de la hermana del subcomandante Marcos, Paloma Guillén Vicente va viento en popa y de manera ascendente. El señor Enrique Peña Nieto la nombró subsecretaria de Migración, Población y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación. Un puesto que dejó en 2015 para convertirse en diputada federal plurinominal por el mismo partido.
Este vínculo de su hermana, el subcomandante Marcos y el PRI nada tiene que ver, obviamente, pero tal vez, la cercanía de la señora Guillén con el gobierno peñista haya influido para que ahora el subcomandante le quiera hacer el favor al gobierno con su candidata tapada.
Lo cierto es que el señor Guillén o subcomandante Galeano o Marcos, exhibe simplemente su desprecio por el cambio en México. Pareciera que prefiere seguir anclado en el tiempo, aunque afortunadamente ha dejado de ser una voz congruente y seria. Menos mal que renunció a su nombre y a la vocería del EZLN. Marcos y el EZLN son dos cosas muy diferentes.
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