Los hermanos Andrés Efraín y José Antonio Lemus Ortiz, denunciaron una grave golpiza por parte de elementos de la Policía Municipal y de las Fuerzas del Estado, que ingresaron a la fuerza a su casa y causaron destrozos.
Por Jorge Hernández
Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo/ZonaFranca).- Una pareja de hermanos y sus familiares denunciaron ser víctimas de un brutal abuso policíaco en la colonia Las Mandarinas. Los dos hombres presuntamente fueron golpeados en su casa y en un baldío por Policías Municipales y de la Policía Urbana de las Fuerzas del Estado la noche del pasado domingo 16 de octubre.
Eran cerca de las 9 de la noche del domingo cuando Andrés Efraín Lemus Soto llegó a la casa de su mamá en la calle Ciruela. El motivo de su visita fuera de lo familiar fue porque iba a probar una motocicleta que le iba a vender a su hermano José Antonio.
Los hermanos Andrés Efraín y José Antonio, de 29 y 24 años trabajan en una llantera, pero durante esta semana no han laborado debido al dolor muscular que ambos sufren por los moretones que han desinflamado con medicamentos e inyecciones que les recetaron.
Andrés subió a la motocicleta y al momento de circular sobre el bulevar Cereza y el cruce de la calle Papaya, un oficial de la Policía Municipal le marcó el alto debido a que no llevaba un casco de protección y porque la moto no tenía placas de circulación. El agente le dijo que iba a llamar a la Dirección de Tránsito Municipal y Andrés dijo que no había ningún problema ya que llevaba consigo su licencia de conducir.
El denunciante señaló que después de esto le hicieron una revisión y lo esposaron. Andrés le reclamó a la mujer que lo esposó que por qué hacía eso y ella le comentó que era por su seguridad debido a que en días pasados un hombre había matado a un policía en la colonia Los Laureles.
Los hermanos señalaron que en el lugar estaban las patrullas de la Policía Municipal con números DS759 y DS757 y que además había elementos de la Policía Urbana que llegaron en lugar de los Tránsitos que esperaban para remitirlo a la Delegación.
“Le dije a la elemento que me dejara hacer una llamada para decirle a mis familiares que me detuvieron y que nos iban a llevar a la Delegación y no me dejaron hacerla pese a que les dije que tenía derecho a una llamada y la mujer me dijo que me callara”, dijo Andrés.
Andrés sacó su teléfono y alcanzó a avisarle a su hermano José Antonio que había sido detenido a unos metros de su casa. Seguido de esto uno de los elementos le quitó el celular y lo escondió en uno de los asientos de la patrulla. Tras reclamar por qué hacía eso, la agente lo golpeó en el brazo con un tolete.
“Le dije por qué me golpeas, es abuso de autoridad y me dijo que me callara y me volvió a golpear, yo le detuve el tolete y ella trató de ahorcarme mientras estaba esposado, yo me zafé y se lo pude quitar”, narró Andrés.
A la llegada de José Antonio, pudo observar cómo los elementos estaban golpeando con el tolete a Andrés y él se metió a la trifulca y les dijo que ya dejaran en paz a su hermano.
“La mujer me dijo que si muy bravo y me dio un toletazo, yo me doblé y sentí que le había pegado a la oficial y otro elemento se enojó y me dio otro golpe, yo me zafé y me vine corriendo a mi casa y me comenzaron a seguir como siete elementos”, contó José Antonio.
En el hogar de la calle Ciruela se encontraban familiares de los hermanos, una mujer embarazada y menores de edad, que señalaron que lo que vivieron les dejó secuelas morales, físicas y económicas.
Los elementos ingresaron a la fuerza al domicilio, destrozaron a patadas la puerta de al menos dos cuartos, aventaron un refrigerador que resultó dañado, junto con un comal con la que la señora Rosa, madre de los hermanos, prepara tacos al vapor. Además insultaron a los presentes y rompieron los vidrios de varias ventanas.
“Eran como 10 o 12 elementos, aquí hay dos patrulleros y les hablaron a los de las Fuerzas del Estado, ellos sacaron a José Antonio y lo golpearon junto con sus compañeros de los patrulleros, porque se quedaron dos conmigo y todos lo siguieron a él”, contó Andrés.
“Me metí al cuarto, llegaron a hacer un desorden, quebraron vidrios de las ventanas y me agarraron ahí a golpes, me llevaron esposado y me subieron a la patrulla y luego nos llevaron a la ‘Cueva de los Policías’, allá en el cerro y nos comenzaron a golpear, con la macana, el tolete y a golpes con los pies y manos”, dijo José Antonio.
“La Cueva de los Policías” es la zona en la que se llega a través de un camino inhabilitado por unas piedras cerca de la calle Cereza que se encuentra a espaldas de la colonia Las Mandarinas, entre los límites de las colonias Real de las Palmas y Satélite.
Vecinos refirieron que los fines de semana se puede observar movimiento policíaco en el que los agentes llevan a los detenidos, los golpean, les quitan sus pertenencias o dinero, y luego los dejan en libertad sin remitirlos a una delegación.
Los hermanos acudieron al Ministerio Público a presentar la denuncia correspondiente que quedó asentada en una carpeta de investigación y ante el Consejo de Honor y Justicia de la ciudad.
ATIENDE DIRECCIÓN DE POLICÍA EL CASO
La Dirección de Policía Municipal informa que el director de la corporación Edgar Oswaldo Jiménez Arcadia, atendió a los ciudadanos que denunciaron abuso de autoridad el pasado domingo en la colonia Las Mandarinas.
La mañana de ayer viernes fueron citados en la Delegación Poniente los afectados y explicaron como ocurrieron los hechos, además señalaron como presuntos responsables de sus lesiones a policías preventivos.
Mediante un boletín se informó que después de escuchar la versión de los dos jóvenes, el director Jiménez Arcadia les informó que el caso ya se esta investigado y que se trabaja en coordinación con el Ministerio Pública para la expedita resolución del caso.
Agregó que no se toleran actos deshonestos o que vayan en contra de la seguridad de la población.