La presidenta de la Fed reconoció que una política de bajos tipos de interés como la que Estados Unidos ha mantenido durante más de 8 años no puede ser la única herramienta en un mundo con políticas monetarias acomodaticias generalizadas.
Washington, 14 octubre (EFE).- La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, consideró hoy que una alta inflación puede ayudar a apuntalar la recuperación económica en Estados Unidos, al incidir en que los economistas y los políticos deben repensar sus planteamientos sobre cómo salir de una recesión.
En un discurso de gran componente académico en la Reserva Federal de Boston, Yellen opinó que mantener una economía con alta inflación y un mercado de trabajo de baja oferta podría ser positivo para reforzar una recuperación que sigue siendo débil, pese a una política acomodaticia extrema e históricamente larga.
Estados Unidos ha experimentado una mejora de la demanda de los consumidores, pese a lo cual las empresas siguen reacias a invertir y expandir ante la incertidumbre económica.
Yellen recordó que una política monetaria acomodaticia demasiado larga «podría tener costes que han excedido los beneficios al incrementar los riesgos de inestabilidad financiera y minar la estabilidad de los precios».
La presidenta de la Fed reconoció que una política de bajos tipos de interés como la que Estados Unidos ha mantenido durante más de 8 años no puede ser la única herramienta en un mundo con políticas monetarias acomodaticias generalizadas.
Yellen opinó que se debería considerar la posibilidad de «gestionar temporalmente una economía del alta presión con una robusta demanda agregada y un mercado laboral ajustado», algo que debería fomentar la recuperación de la actividad de las empresas en el lado de la oferta.
«El aumento de las compras de empresas aumentaría con certeza la capacidad productiva de la economía al promover nuevos gastos de capital, especialmente si va acompañada de una reducción de la incertidumbre. Asimismo, un mercado laboral ajustado puede atraer a personas que estaban en los márgenes» y ser más eficiente, añadió.
La mayor demanda agregada con precios altos podría promover mayores niveles de inversión en investigación y desarrollo, uno de los gastos que siguen sin repuntar pese a que la Fed subió los tipos por primera vez en diciembre pasado, tras siete años de inyección de liquidez a la economía.
Yellen pidió a políticos y responsables de política monetaria a revisar el marco de actuación tradicional ante una crisis como la desatada en 2008 y de la que Estados Unidos o la Unión Europea están saliendo de manera lenta y poco decisiva.
Para evitar las recuperaciones débiles Yellen considera importante que los responsables políticos «actúen rápidamente y de manera agresiva en respuesta a una recesión, porque eso reducirá la profundidad y la persistencia del frenazo».
La jefa de la política monetaria estadounidense dijo también que los economistas deben revisar la visión ortodoxa sobre la oferta agregada, «vistos los fallos para que los niveles de actividad económica vuelvan a los niveles previos a la recesión en la mayor parte de economías avanzadas».
Asimismo, Yellen reconoció que es necesario examinar el impacto exterior de las decisiones de política monetaria en Estados Unidos, aunque consideró que, en general, «las implicaciones en otras economías son positivas, de modo que las políticas designadas para estimar la economía estadounidense también impulsan la actividad en el exterior».
En el discurso, la jefa de la Reserva no dio pistas sobre el ritmo de subida de tipos de interés en el corto plazo, después de que la publicación de las actas esta semana de la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed revelara que se amplió el número de voces disidentes que consideran que es necesaria una nueva subida del precio del dinero en otro cuarto de punto.
Un gran número de analistas considera ahora que la primera subida de los tipos de interés desde finales de 2015 podría anunciarse en diciembre, dados los bajos datos de desempleo, una inflación más cercana al objetivo marcado y un crecimiento del producto interior bruto (PIB) más sólido.